Soy nutricionista pediátrica: aquí los 4 errores que cometen los padres al introducir los sólidos a sus bebés

Cuando tu bebé está listo para empezar a comer sólidos, puede resultar un desafío. Es un gran hito y hay mucha información al respecto. Entre los consejos de tu pediatra, la afluencia de opiniones en las redes sociales y tu mejor amigo jurando por algo que funcionó con sus hijos, es fácil sentirse completamente perdido.

Como madre de 3 hijos y nutricionista pediátrica, quiero evitar la confusión. He elaborado una lista de los errores más comunes que cometen los padres al empezar con este proceso. Y lo que es mejor, estos errores son fácilmente evitables y pueden hacer que la hora de la comida sea más agradable tanto para ti como para tu bebé.

Éstos son los 4 principales problemas que debes remediar.

Ofrecer solo 1 alimento a la vez

Tradicionalmente, se ha aconsejado a los padres que introduzcan un alimento en el transcurso de 3 días para controlar las reacciones alérgicas. Investigaciones recientes sugieren que esto no es necesario y que ofrecer una amplia variedad de alimentos es en realidad más beneficioso.

A menos que sea un alérgeno, puedes ofrecerle varios alimentos en cada comida. De esta manera, tu bebé saboreará diversos sabores, texturas y nutrientes desde el primer momento. Además, la exposición temprana a estos alimentos le dará una mayor probabilidad de que le gusten en el futuro.

Limpiar al bebé a mitad de comida

Cuando imaginas a un bebé empezando a comer alimentos sólidos, lo primero que probablemente te viene a la mente es un gran desastre en la cocina. Y estás en lo cierto. Comenzar con productos sólidos no es el momento para sacar a relucir tus impecables manteles blancos o invertir en una alfombra nueva debajo de la mesa del comedor. Es complicado y así debe ser.

Permitir que los bebés se manchen les ayuda a familiarizarse con alimentos nuevos. Es importante animarles a utilizar sus sentidos más allá del gusto, como el tacto y el olfato, para acercarse a nuevos sabores y texturas.

Cuando se limpia a los bebés a media cucharada con un paño rápido en las manos o la cara, no les da la oportunidad de involucrarse completamente con la comida. Además, imagina lo frustrante que debe ser para alguien de esa edad que le toquen la cara mientras come. Seguro que no constituye una experiencia agradable.

Cocinar alimentos sin sabor

Es un error común pensar que los bebés deben comer comida blanda y aburrida. Si bien es mejor evitar la sal y el azúcar añadidos, puedes mejorar las comidas de tu bebé con especias y hierbas.

Hay innumerables maneras de introducir nuevos y emocionantes sabores en el paladar de su bebé, desde ajo en polvo y canela hasta albahaca fresca y eneldo. La mejor parte es que cuantos más sabores experimenten, más diverso será su paladar.

Renunciar demasiado pronto a los alimentos que rechaza

Es posible que tu bebé necesite varios intentos antes de que se acostumbre a nuevos sabores o texturas. Al fin y al cabo, hasta ahora todo giraba en torno a la leche o la fórmula.

No te sorprendas si tu bebé escupe el puré de brócoli o te pone una mirada rara cuando pruebe la papilla de plátano. En lugar de desanimarte (créame, ¡a todos nos ha pasado lo mismo!), inténtalo de nuevo más tarde. La clave es ofrecerle constantemente oportunidades para practicar con nuevos sabores.