Steve Jobs conducía un coche nuevo cada 6 meses y no llevaba matrícula: cómo conseguía hacerlo sin comprarlos y sin una sola multa

¿Excentricidad innecesaria e irracional o genialidad admirable? La línea que separa una de otra puede ser más o menos delgada, y a menudo se asocia este debate con grandes y famosas mentes como Steve Jobs o Elon Musk.

En el caso del fundador de Apple, a lo largo de sus 56 años de vida tuvo tiempo para dejar un legado de innovaciones y lanzamientos revolucionarios e inspirar con lecciones para tener éxito y perseguir la felicidad, así como también para algunas polémicas, locuras y excentricidades e incluso un negocio ilegal.

Varios de sus raros hábitos tenían lugar delante de un volante: Steve Jobs aparcaba a veces en la plaza reservada para las personas con discapacidad; además, cambiaba de coche cada 6 meses y conducía sin llevar una matrícula en el vehículo, informa Computer Hoy.

Detrás de esta costumbre no se encuentra como explicación la realidad de que era millonario y se podía permitir esos cambios periódicos ni que por ello hiciesen la vista gorda por saltarse la ley. 

Ambas cosas están relacionadas y se encontraban dentro del ámbito jurídico. Entonces, ¿cómo es posible que Jobs tuviese un coche nuevo 2 veces al año (siempre era un Mercedes-Benz SL 55 AMG en color plateado) sin ni siquiera comprarlos y que nunca lo multasen por no llevar matrícula? ¿Y por qué lo hacía?

El negocio ilegal de Steve Jobs y Steve Wozniak sin el cual "Apple no habría existido"

La respuesta a la primera pregunta se halla en un resquicio legal que el genio emprendedor sabía aprovechar: en California (EEUU), estado en el que Jobs trabajaba y vivía, existía una ley que permitía circular con un coche nuevo sin matricular durante los primeros 6 meses desde su fecha de alta.

El cofundador de Apple no tenía ni que comprar los coches, sino que los alquilaba a una compañía y los devolvía antes de que finalizase ese plazo de medio año. De esta forma, de manera legal, podía cambiar de coche cada 6 meses y no tenía que llevar matrícula que lo identificase.

Respecto a la segunda cuestión, el motivo de por qué lo hacía no está tan claro, aunque hay teorías —opuestas— que podrían explicarlo.

Por un lado, algunas voces apuntan a que deseaba pasar desapercibido: en su biografía sobre el empresario multimillonario, Walter Isaacson sugiere que Jobs quería una matrícula sin número para evitar que le siguieran la pista, aunque en entrevistas posteriores no ha aclarado este punto, recoge Computer Hoy.

Por otro, se plantea precisamente lo contrario, es decir, que quizá Steve Jobs quería llamar la atención y destacar. Sus coches, siempre del mismo modelo y sin matricular, eran así más reconocibles: todo el mundo podía saber que se encontraba frente al Mercedes de Jobs (y subían imágenes y vídeos a internet), quien veía así acrecentar su leyenda y potenciar su imagen personal, al tiempo que se publicitaba gratis.

Ante la popularidad que adquirió esta costumbre, la laguna legal se terminó cerrando: desde 2019, en el estado californiano todos los coches deben matricularse nada más salir del concesionario.