Los taxis voladores pasan de la ficción a la realidad: hay proyectos para 2024

Los taxis aéreos despliegan un horizonte en el que se mezcla la realidad y la ficción. Feithi Chebil, director general y fundador de VPorts, diseña terminales para taxis voladores. Dubai es el centro de pruebas, "el futuro" según Chebil haciendo un guiño al Museo del Futuro de Dubai, que dentro de poco será un reflejo del avance tecnológico del país.

Los coches voladores han llegado para cambiar el transporte contemporáneo, aunque el escepticismo está ahí. No son muchos los que se montarían en los primeros trayectos de los taxis voladores, además, va a ser complicado sortear los límites de emisiones contaminantes o cambiar el modelo de viajar de los pasajeros.

Estos taxis aéreos podrán ponerse en funcionamiento en 2028, siempre y cuando la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos no retrase el proyecto. Algunos fabricantes como Archer Aviation y Joby Aviation son más optimistas y hablan de 2025.

A día de hoy existen más de 700 prototipos de aviones con despegue y aterrizaje vertical (eVTOL) de unas 350 empresas que podrían ser usados como taxis voladores eléctricos.

Los taxis aéreos prometen transportar personas y mercancías en zonas urbanas congestionadas y conectar ciudades cercanas. La realidad es que solo media docena de empresas han desarrollado vehículos aéreos eléctricos con una autonomía de batería que alcance los 250 kilómetros y es complicado que consigan una homologación.

El negocio de los vehículos aéreos, en caso de aplicarse, se reducirá a un juguete de unos pocos ultrarricos o como vehículo de carga eficaz para cortas distancias.

Aumentan los pedidos y las inversiones en el sector

En el primer semestre del año pasado, más de 80 empresas han solicitado casi 8.000 aeronaves que se destinarán principalmente a taxis aéreos, según la empresa de aviación Cirium.

Algunas grandes aerolíneas del mundo de la aviación como United Airlines y American Airlines son ya los clientes potenciales. Stellantis y Toyota también están interesados en colaborar con fabricantes de taxis aéreos eléctricos. El sector de la aviación aérea eléctrica de corta distancia aún es incipiente, pero ya ha llamado la atención de los clusters aeronáuticos estadounidenses y canadienses. 

La implantación de los taxis aéreos será progresiva y se prevé que empiece como un servicio de lanzadera entre los principales aeropuertos cercanos o como una forma de conectarlos con el centro de la ciudad. Esto implica una ventaja logística enorme, aunque contratar este servicio será elevado. 

Los avances en la normativa aún son lentos

A día de hoy, ninguna empresa de aviación ha sido certificada para recoger pasajeros en un vehículo aéreo como los taxis o un eVTOL. Esto se debe en parte a la preocupación por la autonomía de las baterías y el famoso "anillo de vórtice" que se produce cuando las aeronaves de rotor generan un movimiento de aire que atrapa a las que vuelan a otras capas o a cierta distancia. Este fenómeno genera unas turbulencias muy peligrosas que provocan una drástica pérdida de sustentación.

Otra cuestión que se abre es cómo certificar algo que aún no existe. A su vez, ninguna empresa aérea o automovilística va a comprar un avión sin certificado, por lo que el trabajo de desarrollo y certificación es simultáneo. 

El coste es otro de los obstáculos

El precio de salida de cada taxi aéreo sería de unos 2,4 millones de dólares y se estima que el de los eVTOL oscilaría entre 2 y 5 millones de dólares. Este precio es ligeramente más elevado incluso que la mayoría de los helicópteros con prestaciones promedio, que realizan una función similar.

El desarrollo de la infraestructura necesaria para utilizar taxis voladores o eVTOL con estaciones de carga, cintas transportadoras y hangares supone otro reto. Además, según el CEO de Lacuna Technologies, habrá que crear leyes específicas y regulaciones de este nuevo tráfico aéreo. 

La empresa alemana Volocopter ha iniciado una carrera contrarreloj para diseñar cinco rutas de eVTOL para los Juegos Olímpicos de París de 2024. La idea es unir el centro de la ciudad con un par de aeropuertos y un helipuerto.

El proyecto de Volocopter plantea también la acogida que puede tener este nuevo modelo de movilidad en la población parisina: ruido, contaminación, impacto en la visión del cielo, posibilidad de afectar a los vuelos de larga distancia, etc. 

Volocopter ha realizado un vuelo de demostración de su prototipo de taxi volador en París y la reacción de los espectadores fue inesperada, vitorearon y muchos pensaron: "el futuro ya está aquí".