Así te 'engañan' los supermercados con técnicas de los casinos para que compres más

Montaje de un supermercado y un casino.

Business Insider España

  • Los supermercados y los casinos comparten el mismo objetivo: que los clientes pasen mucho tiempo en el interior de sus locales para que se dejen el dinero.
  • Los casinos han observado mucho a los supermercados y han aplicado las mismas técnicas de marketing para aumentar su rentabilidad.

¿Te has parado a pensar alguna vez en lo mucho que se parecen los supermercados a los casinos? Es cierto que al entrar a un Mercadona no te vas a encontrar con ninguna máquina tragaperras, pero tienen más cosas en común de las que imaginas.

Al fin y al cabo, tanto los casinos como las cadenas de supermercados comparten objetivo: sacar el máximo dinero posible del bolsillo de sus clientes. Para empezar, necesitan que la gente pase mucho tiempo dentro de sus locales para gastar su dinero. 

Como ha publicado anteriormente Business Insider España la rentabilidad de los supermercados  suele oscilar entre un 3% y un 10%. Aunque, según informa Economia3, la rentabilidad media de los principales supermercados españoles es de un 3,18%. 

A pesar de que este porcentaje parezca bajo, al cabo de un año las cadenas de supermercados acaban ingresando miles de millones de euros. Un ejemplo es Mercadona, que cerró 2022 con una facturación de 1.041 millones de euros y unos beneficios de 718 millones.

Los casinos no se quedan atrás: la banca siempre gana. Según los datos recabados durante los últimos años, España llegó a generar unos ingresos en juegos de azar que superaron los 700 millones de euros en 2020. Después de la pandemia, esa tendencia disminuyó, pero no bajan de los 600 millones trimestrales: el embolso anual que generan los juegos de azar no es inferior a los 2.400 millones de euros

La representación del tiempo congelado.

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El tiempo se congela

Supermercados y casinos buscan que los usuarios tengan la sensación de que el tiempo no pasa cuando están allí. Para ello, la iluminación de ambos lugares siempre es la misma vayas cuando vayas: así no sabrás cuándo es de noche y cuando de día. De hecho, toda la iluminación está ideada para que parezca que es de día.

Pero no solamente se valen de la iluminación. Para que no sepas en el momento del día en el que estás o cuanto ha pasado desde que has entrado al local, no disponen de ventanas que den al exterior. 

Mercadona, Lidl, Carrefour: el día de la semana que hacer tu compra puede salirte más barato

"Cuando controlas el ambiente, la temperatura o los colores de alguna forma puedes hacer que la gente se olvide del paso del tiempo. Si no sabes si es de día o noche o si hace frío o hace calor, puedes estar más pendiente de los productos o las jugadas", explica a Business Insider España Núria Beltran, presidenta de la comisión de retail del Colegio de Economistas de Cataluña.

Por el mismo motivo, ni los supermercados ni los casinos tienen relojes a la vista. De la misma manera que con las ventanas, al no disponer del instrumento predilecto para medir el tiempo, no sabes cuánto ha pasado desde que entraste hasta que decides salir salvo que te acuerdes de mirar el teléfono móvil. 

Un carrito de la compra atrasando un lineal.

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La colocación del espacio no se deja al azar

Los supermercados siempre han tenido muy claro cómo colocar los productos a lo largo del supermercado para hacer que los clientes estén más tiempo, circulen por más pasillos y, así, gasten más de lo que tenían planteando.

De esa manera, los productos de primera necesidad van al final. "Normalmente, los productos de necesidad diaria como son la leche o el pan siempre intentan ponerlos lo más alejado posible para obligar al usuario a pasar por todo el supermercado para llegar hasta ese punto", explica Jorge Anduix, responsable desarrollo de negocio de Inprofit a Business Insider España.

Esto tiene que ver con el 'efecto del carro lleno'. "Llega un momento en el que tienes la sensación de haber gastado mucho porque el carro está muy lleno. A partir de ese momento decides que solo vas a añadir los productos de primera necesidad", explica Cristina Pérez, directora de Commerce de Kantar Insights. 

Esto es algo que han aprendido los casinos. Según detalla la web de Pokerstarts, en los casinos "se aseguran de que los mostradores del cajero estén lejos de la salida para que los jugadores tengan la oportunidad de volver a jugar a la ruleta, al blackjack o a las slots".

Otro truco que utilizan ambos es poner los artículos o máquinas más caras a la derecha. Esto es así porque es más sencillo llamar la atención del usuario si se pone al lado diestro. "A menudo, los casinos en línea sitúan las slots más populares en su página de inicio, así que son lo primero que ven los jugadores, mientras que los casinos físicos tratan de que sus clientes recorran el casino en el sentido contrario a las agujas del reloj y sitúan los espacios de slots a su derecha", explican desde Pokerstarts.

Un pasillo de un casino.

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Recorrer sus pasillos es un verdadero laberinto

Otro de los puntos en común entre los casinos y los supermercados es la facilidad para perderte por su espacio. Ni en unos lugares ni en otros suele haber pasillos rectos o caminos directos a la salida. En el caso de los casinos, se diseñan en forma de laberinto para que los clientes tengan que pasar por diferentes zonas de juego, antes de llegar a su destino, mientras que en los supermercados se hace para que recorras cada uno de los lineales.

Se colocan máquinas y juegos atractivos en las bifurcaciones o cerca de las salidas, para atraer a los que intentan marcharse.

En el caso de los supermercados, muchas veces recurren a los descuentos para atraer al público. "Esto llama la atención de nuestro cerebro porque lo vemos como algo importante, sobre todo si tienen fecha límite como los descuentos de la semana. Al final para nuestro cerebro es un reclamo porque piensa 'si no lo compro ahora me voy a quedar sin ellos'", afirma Salima Sánchez Muñoz, profesora del máster de marketing digital de Aula CM y especialista en neuromarketing.

Un baño público.

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¿Hay baños en estos locales?

Algo importante que debe tener cualquier espacio es un baño. Aunque los casinos y los supermercados los tienen, estos suelen estar bastante ocultos. 

Estos aseos jamás los vas a encontrar cerca de la salida, si no más bien en el lado opuesto. Los responsables saben que se usan a menudo y no quieren que al terminar, te venga a la cabeza la idea de irte. Además, de camino pueden ponerte ofertas o las máquinas y los juegos más apetecibles, para que piques.

Las máquinas tragaperras hacen un ruido peculiar.

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El olor y el sonido son clave

Hace tiempo que los supermercados descubrieron que los sentidos pueden jugar un papel clave a su favor. Esto son técnicas de neuromarketing, una disciplina que estudia y predice los comportamientos y reacciones generadas ante las prácticas de la mercadotecnia. 

Uno de los principales puntos para conseguir esto es con el hilo musical. La música no está puesta al azar, su ritmo y velocidad influye en el tiempo que los clientes pasan dentro del local. El tiempo medio que pasa un usuario en un supermercado o hipermercado es de cerca de una hora, explican los expertos. Mediante el uso de la música, este tiempo se puede alargar o acortar.

Algo parecido hacen en los casinos. La música se mantiene al mínimo para que los jugadores puedan escuchar el choque de las monedas y fichas desde cualquier parte de la sala del casino. Además, si juegas online, las slots cuentan con una música rápida y efectos de sonido para que los rodillos no dejen de girar.

 

Pero no solo el oído es algo que los supermercados nos tienen conquistados. También esperan que compremos por el olfato. De esta manera, inyectan olor a pan recién hecho, aunque lleve horas horneado, al pasar por el pasillo de la limpieza, huele a lejía para que piensen en desinfección o utilizan campanas extractoras en la pescadería para que no se note el olor del pescado.

Por su parte, los casinos buscan con los aromas que inyectan en las salas que tengas la sensación de lujo y sibaritismo. De esta manera, los clientes no querrán volver a sus casas o habitaciones de hotel y se quedarán más tiempo dentro.

Mirando todas estas similitudes, es cierto que los supermercados y los casinos comparten muchas técnicas para hacer que sus respectivos usuarios pasen mucho tiempo en sus estancias y cumplir así con el objetivo marcado, que no es otro que dejarte dentro todo tu dinero.

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