'Millennials', ventanas y otras tendencias que marcarán el futuro de las salas de cine en 2022

Una sala de cine de la cadena AMC en Estados Unidos

REUTERS/Mario Anzuoni

Un 49% de los individuos que iban al cine con regularidad antes de la pandemia han dejado de asistir a las salas en 2021. Además, un 8% de esos espectadores se ha perdido para siempre. Estas son las demoledoras conclusiones de un estudio publicado por la consultora QUORUM

El descontento ante el aumento del precio de las entradas, el descenso en la percepción del valor experiencial de los cines o el trasvase generacional hacia el entretenimiento digital eran tendencias que ya planeaban sobre el sector, pero la pandemia las ha consolidado con gran rapidez. 

La preocupación por el contagio y el temor a la seguridad personal en espacios colectivos eran todo lo que hacía falta para impulsar un cambio profundo en los hábitos de asistencia al cine. 

2021 no ha sido un año de pausa sino de transición, en el que ha quedado demostrada la imposibilidad de volver a la situación prepandemia

La distribución cinematográfica, en concreto, está en un lugar completamente diferente al que ocupaba en 2019, marcado por la incertidumbre en cuanto a su público, la presión del negocio digital y un modelo de explotación que recorta cada vez más los períodos de exclusividad comercial. 

¿Qué pueden esperar los cines del 2022? 

Los millennials seguirán siendo el bote salvavidas de las salas 

Una pareja come palomitas dentro de una sala de cine

REUTERS/Agustin Marcarian

Como se desprende del estudio de QUORUM, aunque el regreso del público a las salas ha sido irregular, una cosa parece clara: no han vuelto los que la industria esperaba. Muchos daban por garantizado al público más adulto y cinéfilo y confiaban menos en los más jóvenes. 

La realidad, sin embargo, ha constatado que la tendencia ha sido justamente la inversa. Basta con echarle un vistazo a las cifras de recaudación para darse cuenta de que lo más parecido a las cifras de 2019 las han conseguido los blockbusters. Y no parece que esto vaya a cambiar. 

Al contrario: con la amenaza de nuevas variantes del virus y la necesidad de completar la pauta de vacunación con nuevas dosis no parece que el público más adulto tenga incentivos para volver. 

Los 'blockbusters' serán la principal línea de flotación de la taquilla

'Doctor Strange in the Multiverse of Madness' se estrenará en mayo de 2022.
'Doctor Strange in the Multiverse of Madness' se estrenará en mayo de 2022.

Walt Disney Studios Motion Pictures

Este ha sido el resultado más visible de la nueva estrategia de las majors, cuyas respectivas plataformas han devorado muchos de los proyectos medios, que antes habrían ido a salas. Tanto Disney como Warner han decidido derivar varios proyectos para su estreno directo en plataforma.  

Esto deja a los salas unos estrenos muy polarizados: o muy grandes o muy pequeños. Al margen del circuito de distribución más independiente, de impacto económico menos relevante, quedará por ver el efecto de los premios en el éxito comercial de otro tipo de títulos. 

Vender sus palomitas en supermercados, criptomoneda y NFT: los cines buscan ingresos más allá de la recaudación en taquilla

La ventana de exclusividad de los cines, aunque reducida de manera considerable, se mantendrá, aunque no se descartan excepciones

La saga de Parque Jurásico tendrá nueva entrega en 2022.
La saga de Parque Jurásico tendrá nueva entrega en 2022.

Universal Pictures

Al final el mayor temor de los cines (la generalización de los estrenos simultáneos en salas y en digital) no se ha hecho realidad. 

La ventana de exclusividad se mantiene, aunque será mucho más corta, reduciendo considerablemente su potencial de ingresos. El plazo de 45 días toma cada vez más fuerza en el territorio clave (EEUU), en donde Warner, Peacock y Paramount lo han fijado como norma. 

No es descabellado pensar que esa práctica será un rodillo para el resto de territorios. También cabe esperar experimentos más experimentos day&date. 

Peacock ha sido el último en anunciar un estreno de estas características. En EEUU la comedia Marry mese estrenará simultáneamente en salas y en Peacock.

Aumentará la presión del entretenimiento digital como alternativa sólida a la asistencia a las salas

Alerta roja

Netflix

Durante la pandemia los cines criticaron la presión de los estrenos convencionales directos a plataforma. Curiosamente, no parecieron darle importancia a otro tipo de entretenimiento (el de plataforma) que en la práctica también desincentiva la asistencia al cine. 

Un estreno como el de Alerta Roja, una producción multimillonaria protagonizada por talento top de Hollywood, ha logrado el impacto de un taquillazo que sin pasar por taquilla

Que el espectador tenga la percepción de que puede obtener un entretenimiento parecido al del cine en su casa y sin pagar una entrada comienza a ser una severa amenaza para los cines. 

Se normalizará el estreno en servicio de suscripción como pay one (primera ventana digital de pago)

Streaming Wars.
Streaming Wars.

El SVOD comienza a ocupar el lugar antes reservado a la compra y alquiler digital. Que majors como Warner o Universal den prioridad al estreno en sus propias plataformas manda un mensaje muy potente al mercado: quieren darle prioridad a su negocio digital, convirtiendo sus plataformas en las beneficiarias directas de las campañas de marketing para su estreno en cines. 

En la práctica, supone sacrificar el margen por producto (el coste de la compra o alquiler) a favor de asegurar un ingreso mensual constante (el coste de la suscripción). Pero es una inversión a medio plazo. 

La mutación pandémica del 'streaming': de “el contenido es el rey” a “el cliente es el rey”

Todos los expertos coinciden que en un mercado saturado de plataformas la retención será el principal caballo de batalla entre compañías. El hecho de llevar a sus plataformas títulos de riguroso estreno ofrece un incentivo muy poderoso para quedarse. Pero, al mismo tiempo, recortará su vida comercial y mirará el valor económico de las ventanas subsiguientes (televisión de pago y televisión en abierto), a las que llegará el producto con una percepción de valor menor. 

Desde sus orígenes el cine se ha visto obligado a adaptarse a los cambios que ha experimentado el conjunto de la sociedad, satisfaciendo necesidades y creando otras nuevas. El COVID-19 ha impulsado a la industria a un terreno desconocido del que no parece que podamos aprovechar gran cosa del modelo precedente. 

¿Matará internet a los cines? No lo parece. Como decía Edward Vega en Voxdotcom, si los cines han sobrevivido a una pandemia tal vez son más fuertes de lo que pensábamos.

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