Todo el mundo está usando la IA para buscar empleo y contratar personal… y es un auténtico caos

  • Las personas que buscan empleo y los reclutadores están usando con cada vez más frecuencia la inteligencia artificial en el proceso. 
  • Es una batalla entre bots en la que casi siempre salen perdiendo los humanos.
Robots selección de personal

iStock; Alyssa Powell/BI

Shubham Agarwal
| Traducido por: 
Business Insider España

Cuando Josh Holbrook, ingeniero de software en Alaska, fue despedido en enero, no esperaba pasar demasiado tiempo buscando un nuevo empleo. Desde luego, no pensaba que tendría que volver a estudiar a fondo el proceso de búsqueda de empleo.

Sin embargo, a las pocas semanas de empezar su búsqueda, Holbrook se encontró desorientado. En lugar de hablar con un reclutador humano de una organización de atención sanitaria local, fue seleccionado por un chatbot de inteligencia artificial. Su currículum, creado hace casi una década en un formato técnico muy popular entre los académicos, era incompatible con las nuevas plataformas automatizadas de contratación. Contrató un servicio profesional para actualizarlo a un formato compatible con la IA.

"La experiencia fue completamente novedosa", explica Holbrook. "Nunca lo había visto antes".

En los últimos dos años, los solicitantes de empleo se han visto obligados a lidiar con despidos constantes, un mercado de contratación brutal en Estados Unidos y jornadas de trabajo sin remuneración. Ahora pueden añadir a esa montaña los sistemas de contratación con IA. En 2022, la Sociedad de Gestión de Recursos Humanos de Estados Unidos descubrió que alrededor del 40% de las grandes empresas encuestadas afirmaron que ya estaban utilizando la IA en actividades relacionadas con los recursos humanos, como la contratación. 

Rik Mistry, consultor de selección de personal a gran escala, explica a Business Insider que la IA se utiliza actualmente para redactar descripciones de puestos de trabajo, juzgar las aptitudes de los candidatos, alimentar chatbots de selección de personal y calificar las respuestas de los candidatos. Ian Siegel, consejero delegado de ZipRecruiter, estimó en 2022 que casi tres cuartas partes de los currículos nunca son vistos por humanos.

Algunos buscadores de empleo han decidido combatir el fuego con fuego, recurriendo a programas que utilizan IA para optimizar sus currículums y postularse a cientos de empleos a la vez. Pero la incipiente batalla de la IA contra la IA es una mala noticia para todos. Convierte la contratación en un proceso despersonalizado, inunda a los responsables de contratación y refuerza los puntos débiles del sistema que pretende mejorar. Y todo parece ir a peor.

Ilustración búsqueda de empleo

La automatización de la contratación no es nueva: después de que portales de empleo como Monster y LinkedIn facilitaran la presentación de candidaturas a principios de la década de 2010, las empresas adoptaron sistemas de seguimiento de candidatos para gestionar la avalancha de solicitudes online. Ahora, la mayoría de los currículos son vistos en primer lugar por programas informáticos diseñados para evaluar la experiencia y la formación de una persona y clasificarla en consecuencia.

La automatización ha ayudado a aliviar la carga de los sobrecargados reclutadores, pero no demasiado. A medida que las montañas de currículos digitales han ido creciendo en medio de los frecuentes cambios en las políticas de trabajo a distancia, la rueda del hámster de la contratación ha ido girando cada vez más rápido.

Sabemos que la IA no es perfecta, pero tenemos que utilizarla porque los altos cargos nos presionan.

Se supone que la IA arreglará este desastre, ahorrando tiempo y dinero a las empresas al externalizar aún más el proceso de contratación a algoritmos de aprendizaje automático. A finales de 2019, Unilever dijo que había ahorrado 100.000 horas y alrededor de un millón de dólares en costes de contratación con la ayuda de entrevistas de vídeo automatizadas. Plataformas como LinkedIn y ZipRecruiter han comenzado a utilizar IA generativa para ofrecer a los candidatos recomendaciones de trabajo personalizadas y permitir que los reclutadores generen anuncios en segundos

Moonhub, una empresa tecnológica de selección de personal respaldada por Google, cuenta con un robot de inteligencia artificial que recorre internet, recopilando datos de sitios como LinkedIn y Github, para encontrar candidatos adecuados. En HireVue, los empresarios pueden dejar que un bot con un cuestionario realice evaluaciones en vídeo para analizar la personalidad de los candidatos. Las startups más recientes combinan estas capacidades en un servicio centralizado, lo que permite a las empresas poner "la contratación en piloto automático".

Pero los expertos en contratación con los que ha hablado Business Insider no están convencidos de que todo sea para bien. Muchos temen que, con el tiempo, la IA empeore un sistema ya de por sí frustrante y genere nuevos problemas, como las contrataciones fantasma, en las que las empresas son engañadas para contratar a un robot que se hace pasar por una persona.

Varios reclutadores experimentados me han comentado que no han incorporado la IA a su flujo de trabajo más allá de la autogeneración de descripciones de puestos y el resumen de las llamadas de los candidatos. Según Tatiana Becker, especializada en selección de personal tecnológico, los programas que pretenden emparejar currículums con puestos de trabajo carecen de los matices necesarios para hacer algo más que emparejar palabras clave: no pueden, por ejemplo, identificar a los candidatos idóneos que proceden de las mejores universidades o tienen un historial de buenos ascensos. Los chatbots con los que experimentó la agencia de Becker a menudo no encontraban la combinación adecuada entre candidatos y puestos, lo que acababa alejando a los candidatos.

Este emparejamiento de currículos "podría funcionar para los solicitantes de puestos más básicos", explica Becker a BI, "pero me preocuparía de usarlo para cualquier otra cosa en este momento".

A pesar de los problemas, muchas empresas están siguiendo adelante. "Sabemos que la IA no es perfecta, pero tenemos que utilizarla porque los altos cargos nos presionan", dice un reclutador de una empresa de la lista Fortune 500 [las empresas que más ingresos generan] que ha hablado bajo condición de anonimato para hablar con franqueza del proceso de contratación de su empresa.

Pallavi Sinha, vicepresidenta de crecimiento de Humanly, una startup que ofrece una plataforma de contratación con inteligencia artificial conversacional a empresas como Microsoft, asegura que "la IA en la contratación, al igual que en otros sectores, se encuentra en una fase muy incipiente". Pero ella pronostica que seguirá integrándose en los procesos de contratación.

"La IA no está aquí para sustituir las interacciones humanas, sino para facilitarnos el trabajo y la vida, algo que veremos cada vez más con el paso del tiempo". Sinha no ha querido compartir cuántas solicitudes ha procesado Humanly, pero dice que su servicio de chatbot tuvo más de un "millón de conversaciones solo el año pasado."

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Para los candidatos, sin embargo, la IA ha sido una pesadilla. Kerry McInerney, investigadora de IA en la Universidad de Cambridge, afirma que la IA aumenta la cantidad de trabajo para los solicitantes, obligándoles a completar rompecabezas y asistir a entrevistas automatizadas simplemente para llegar a la fase de selección. Según ella, hace que un "proceso despersonalizado sea aún más alienante".

Holbrook, el ingeniero de software, publicó en LinkedIn su frustración. "La IA es demasiado estúpida para reconocer las habilidades extrapolables entre los solicitantes de empleo en el sector tecnológico", afirma, y añade: "Me han rechazado un currículum porque no tengo c# en la lista de lenguajes fluidos, a pesar de que he tratado con c# en mis trabajos y he trabajado con un montón de lenguajes que son iguales en un 90% a c#."

Danielle Caldwell, especialista en estrategia de experiencia de usuario en Portland (Oregón, Estados Unidos), se sintió confundida cuando un chatbot de inteligencia artificial le envió un mensaje de texto para iniciar la conversación sobre un puesto al que se había presentado. Al principio, pensó que era spam. Después del intercambio, se quedó con más preguntas.

"No había forma de hacer preguntas al bot: era una experiencia unidireccional", explica Caldwell.

La Universidad de Sussex ha descubierto que las videoentrevistas con IA pueden desorientar a los solicitantes de empleo, que se comportan de forma mucho menos natural en ausencia de una presencia humana que les dé seguridad. Además, según Mclnerney, evaluar la personalidad de un candidato basándose en su lenguaje corporal y su aspecto no sólo "recuerda a la pseudociencia racial de los siglos XIX y XX, sino que sencillamente no funciona". Su investigación ha demostrado que incluso cosas como llevar un pañuelo en la cabeza o tener una estantería de fondo pueden cambiar la puntuación de una personalidad.

Con la IA lo único que se consigue es acelerar el desmoronamiento de la selección de personal.

Se ha creado una industria artesanal de herramientas para ayudar a los candidatos a engañar a los sistemas de IA. Una llamada LazyApply, por ejemplo, puede aplicar a miles de puestos de trabajo online en tu nombre por 250 dólares. "Cualquiera que haya tenido que revisar más de 50 currículos de una sentada quiere meterse un palillo en los ojos", dice Peter Laughter, que lleva tres décadas en el mundo de la selección de personal. Con la IA, dice, "sólo se está acelerando el desmoronamiento de la contratación".

Bonnie Dilber, gerente de reclutamiento en Zapier, afirma que estos servicios contribuyen a comportamientos problemáticos en ambos lados del proceso de contratación. El hecho de que los candidatos envíen cientos de solicitudes deja a los equipos de reclutamiento en apuros para mantenerse al día y responder, lo que a su vez empuja a los solicitantes a sentir que necesitan enviar aún más solicitudes para tener una oportunidad.

Un problema más acuciante, añade Dilber, es que a menudo estos robots envían solicitudes deficientes. Dilber y otros reclutadores comentan a BI que algunas cartas de presentación sólo dicen: "Esto ha sido enviado por [herramienta de IA], por favor, contacte con [email de la persona] si tienes preguntas". Cuando Aki Ito, corresponsal de BI, intentó utilizar la IA para solicitar trabajo, el sistema se equivocó de raza, se inventó que hablaba español y envió una carta de presentación obsoleta.

"Tuvimos algunas personas que accidentalmente incluyeron la respuesta completa de ChatGPT", explica a BI Hailley Griffis, responsable de comunicaciones y contenidos de Buffer. Griffis, que dice que revisa un promedio de 500 solicitudes por cada puesto vacante, añade: "Hay un tono muy diferente con una gran cantidad de contenido de IA que no ha sido editado, y hemos visto mucho de eso".

Robots filling out stacks of resumes.

Reclutadores e investigadores también temen que la IA refuerce muchos de los sesgos existentes en el sector de la contratación. Los investigadores del Centro Haas de Berkeley para la Igualdad, el Género y el Liderazgo dijeron en 2021 que de unos 133 sistemas de IA sesgados que analizaron, alrededor del 44% mostraban sesgos de género. Otros estudios recientes han descubierto que los sistemas de IA son propensos a descartar a los solicitantes con discapacidades y a desclasificar currículums con nombres asociados a estadounidenses negros.

A diferencia de un ser humano, un algoritmo nunca revisará decisiones de contratación anteriores y rectificará sus errores, afirma Sandra Wachter, profesora de tecnología y regulación de la Universidad de Oxford. Siempre hará lo que se le ha enseñado".

Wachter, cuyo equipo desarrolló una prueba de parcialidad que ha sido adoptada por empresas como IBM y Amazon, cree que es posible utilizar la IA para tomar decisiones más justas, pero para que eso suceda, los empleadores deben abordar los problemas sistémicos con datos más inclusivos y controles periódicos. Moonhub, por ejemplo, tiene un reclutador humano que examina las recomendaciones de la IA y habla con los candidatos que prefieren un humano a un chatbot.

Pero hasta que la IA mejore lo suficiente, los humanos seguirán siendo los sistemas de contratación más eficaces. Becker, el reclutador tecnológico, dice que los humanos siguen siendo fundamentales para "llegar al corazón del proceso de toma de decisiones del candidato y ayudarles a superar las aprensiones si se han acobardado", así como para "lidiar con las contraofertas".

David Francis, vicepresidente de Talent Tech Labs, una empresa de investigación y asesoramiento sobre selección de personal, afirma que, aunque "la selección de personal sigue siendo y siempre será un proceso muy centrado en el ser humano", la IA "es una herramienta y puede utilizarse de forma eficaz o deficiente".

Pero cuando se utiliza mal, tanto los candidatos como los reclutadores salen perjudicados. Tras cuatro meses de búsqueda de empleo, Josh Holbrook aún no ha encontrado trabajo.



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