El truco final para desatascar el váter: sólo necesitas film de plástico

Esa sensación de ver cómo el agua del váter (que no suele estar muy limpia) sube, sube y sube tras tirar de la cadena, asusta a cualquiera. Un inodoro atascado es un percance realmente molesto. Cuando la obstrucción es muy grande lo mejor es contar con un profesional, pero antes de hacerlo, puedes intentar poner en práctica algunos trucos para desatascar el váter. 

El primero, obviamente, es el típico desatascador o, en su defecto, la fregona envuelta en una bolsa de plástico. Hay también muelles, perchas y la posibilidad de desatascarlo con un plástico. 

Sí, se puede arreglar un desatasco del inodoro con un plástico, por ejemplo, una bolsa de basura. Aunque, si tienes papel film, hazlo con ello, ya que es el producto más efectivo. 

Pasos para desatascar el baño con un plástico

Si finalmente has optado por el papel de plástico transparente, que normalmente se usa para envolver alimentos, lo que debes hacer es sellar lo máximo posible la taza del váter. 

Pon las capas que sean necesarias y aprieta bien por el exterior para que no pueda salir el aire. 

Cómo limpiar el váter sin usar químicos, según los expertos

Una vez que has cerrado todo lo que hayas podido la taza, tira de la cadena. Verás como a medida que va subiendo el agua, debido a la presión, el plástico se hinchará. 

Cuando esto suceda, tienes que apretar hacia dentro. Hazlo varias veces. Tan paciencia que lo más probable es que, como en el ejemplo de este vídeo, lo acabes logrando. 

Consejos para evitar atascos en las tuberías

Aunque seas capaz de desatascar el váter con un plástico, lo mejor que puede suceder es que este nunca llegue a atascarse. Ni el inodoro ni ninguna de las tuberías que tienes en casa. Para tratar de evitarlo, tienes la opción de seguir estos consejos que dan en la web oficial de Mapfre Seguros. 

1. Los restos de comida y aceite, apuntan, son los principales causantes de los atascos, así que asegúrate de quitar cualquier resto que quede en el plato antes de meterlo en el lavavajillas. En el caso del aceite, lo mejor sería reciclarlo en un punto limpio.
2. Además de lo anterior, para asegurarse de que no entra ningún resto, conviene utilizar rejillas en el fregadero y en el lavabo.
3. Recoge los pelos que se te hayan caído en la ducha. 
4. No arrojes pintura por las cañerías. Así evitarás atascos y no dañarás el medioambiente.  
5. Es habitual ver en los baños de los bares y restaurantes que no se eche el papel higiénico al retrete. Hay ocasiones en las que es inevitable, pero trata de no hacerlo siempre. Y ni que decir tiene que las toallitas húmedas son un enemigo tremendo de las tuberías. 
6. Productos que nunca han de tirarse al váter son pañales, tampones, compresas, gasas o bastoncillos de los oídos, entre otros. 

Uno de los puntos más destacados dentro de estas recomendaciones es el que desaconseja utilizar detergente en polvo para la lavadora. Mucho mejor, aseguran, los jabones líquidos.  

Y, por supuesto, si la situación se complica no te quepa la menor duda de que la opción más oportuna es recurrir a un profesional. Deja a los que saben si tú no eres capaz.