Ultimátum de Hacienda a las plataformas como Wallapop y Airbnb: así tendrán que informar sobre los vendedores que hacen 30 operaciones al año

usuaria vende ropa en Vinted o Wallapop

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  • Hacienda dio de plazo hasta hoy lunes 8 de abril para que las plataformas de compraventa como Wallapop informaran sobre los vendedores.
  • Es de obligado cumplimiento dar cuenta a la Agencia Tributaria de toda la información sobre los vendedores que realizan 30 operaciones al año con un importe superior a 2.000 euros. 

La digitalización ha transformado la manera en que compras y vendes, facilitando el florecimiento de plataformas de compraventa como Wallapop, Vinted, o el mercado de alquileres como Airbnb, pero cuidado porque ya hay que cumplir con Hacienda en determinados casos. De hecho, la Agencia Tributaria daba de plazo hasta hoy 8 de abril para que las plataformas de este sector dieran la información de vendedores, pero solo en determinados casos. 

Ante la proliferación y el volumen de estas prácticas y negocios, la Agencia Tributaria estableció nuevas medidas de cumplimiento fiscal en estas transacciones digitales, dentro del plan general de lucha contra la economía sumergida y el fraude fiscal.

Las nuevas obligaciones fiscales para plataformas digitales de compraventa y alquiler

En enero, el Consejo de Ministros aprobó un real decreto que establece las normas y procedimientos para que los operadores de plataformas digitales, como Wallapop, Vinted y Airbnb (las más conocidas y usadas), informen sobre los vendedores que superen ciertos umbrales de actividad. 

Específicamente, la normativa afecta a aquellos vendedores que realicen más de 30 operaciones anuales con un importe total superior a 2.000 euros. Esta medida busca una mayor transparencia fiscal y es parte de los esfuerzos para adaptar la legislación a la economía digital actual. Cada vez es más frecuente entre los consumidores este tipo de transacciones, más aún en épocas como esta de inflación y mayor coste de vida. 

El impacto en la comunidad de vendedores

La medida tiene como objetivo identificar aquellas transacciones que, por su volumen, puedan considerarse actividad económica sujeta a tributación. Sin embargo, según estimaciones de Wallapop, menos del 1% de sus usuarios alcanzarían estos límites establecidos por la directiva europea DAC7. Esto sugiere que la mayoría de las transacciones realizadas a través de estas plataformas se mantendrán fuera del alcance de la nueva obligación fiscal, alineándose con la naturaleza principalmente ocasional y no lucrativa de las ventas de segunda mano entre particulares.

Por tanto, si de vez en cuando vendes o compras algo en Wallapop, Vinted o similares, o esporádicamente has alquilado en Airbnb, no tienes ninguna obligación fiscal, aunque siempre asegúrate en caso de duda con un asesor y estate al día de la fiscalidad, ya que va cambiando con mucha frecuencia, especialmente meses antes de que comience la campaña de la Renta

Transacciones de segunda mano y tributación

Una de las dudas más comunes entre los usuarios de plataformas de compraventa se centra en cómo afectará esta normativa a las transacciones de artículos de segunda mano. La clave está en la ganancia patrimonial: las ventas de artículos personales realizadas a un precio inferior al de compra no generan ganancia y, por tanto, no están sujetas a tributación en el IRPF

Esto significa que la mayoría de los usuarios de estas plataformas no deberán modificar su manera de operar ni preocuparse por obligaciones fiscales adicionales, siempre y cuando sus transacciones se mantengan dentro de este marco.

Colaboración, transparencia fiscal y una preocupación

La implementación de esta normativa no solo busca reforzar las obligaciones fiscales de los vendedores, sino también fomentar una colaboración más estrecha entre las plataformas digitales y las administraciones tributarias, evitando la economía sumergida, que tanto preocupa a Hacienda, ya que según los últimos datos de 2022, supone casi el 16% del PIB nacional.

Aunque la medida afectará solo a un pequeño porcentaje de usuarios, su implementación es un recordatorio del cada vez mayor control de la Agencia Tributaria en el cumplimiento fiscal en todas las formas de actividad económica, incluidas aquellas facilitadas por las innovaciones tecnológicas. 

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