Cómo hacer la declaración de la renta si tienes una vivienda turística o Airbnb

Un punto importante cuando un propietario da el paso o se plantea alquilar su inmueble como vivienda de uso turístico o alquiler vacacional en plataformas como Airbnb o Booking es saber no solo cómo se tributan estos ingresos, sino también cómo se incluyen en la declaración de la renta.

Antes de nada, es fundamental comprender que este tipo de alquileres se regulan por la ley de arrendamientos urbanos (LAU), y se diferencian de otros por su duración y el uso que se le da al inmueble. 

Además, dentro de este concepto existen dos tipos de alquileres y según se practique uno u otro se aplican diferentes obligaciones y deducciones.

• Alquileres con servicios complementarios: son aquellos que, además de proporcionar alojamiento, tienen servicios similares a los de un hotel, como la limpieza diaria, comidas o actividades recreativas. En este caso, los ingresos se clasifican como rendimientos de actividades económicas.
• Alquileres sin servicios complementarios: son los que simplemente ofrecen alojamiento y solo dan servicios básicos como limpieza a la entrada y salida o servicio de lavandería. Los ingresos de estos alquileres funcionan como rendimientos de capital inmobiliario.

Otro punto a tener en cuenta es si el alquiler lo realiza una persona física o jurídica y, también, si se hace por autogestión o si hay actores externos como una empresa que gestione la vivienda.

Declarar los ingresos de tu vivienda de alquiler vacacional

Lo primero que debes hacer para incluir estos ingresos derivados de un Airbnb o vivienda turística es tener un informe de los ingresos totales que han generado las reservas que has tenido, ya que ese importe en bruto es el que se debe declarar. 

Estos ingresos se pueden descargar fácilmente desde el perfil de Airbnb o Booking. Es común que se presenten los ingresos con la comisión de dichas plataformas descontadas, puesto que es un gasto deducible. Pero lo mejor es reflejar, por un lado, los ingresos brutos y por otro los gastos.

Deducciones

Como con cualquier otra actividad económica, hay gastos que son deducibles en la declaración de la renta, por lo que es fundamental que guardes facturas de todo. Si tributas como persona física por  rendimientos inmobiliarios, hay diferentes tipos de gastos deducibles.

Unos son prorrateables entre los días que la vivienda ha estado alquilados y otros no. Es más, Hacienda ya graba con una renta por el tiempo que están sin alquilar. Gastos como el de las comisiones o de lavandería no son divisibles, puesto que solo se dan cuando hay reservas.

Gastos prorrateables

Estas son algunas de las deducciones que aplican durante el tiempo que has tenido huéspedes en la vivienda vacacional:

• Intereses de préstamos y créditos relacionados con el inmueble.
• Amortización de la vivienda y de los bienes de la misma. 
• Gastos de gestión y administración del alquiler.
• Gastos de servicios y suministros de la vivienda, como pueden ser el agua, la luz o el internet.

Si, por el contrario, los ingresos se consideran rendimientos económicos, son divisibles, pero obviamente es necesario justificarlos mediante factura.

Eso sí, los gastos que puedes deducir no deberían exceder los ingresos brutos. Si ocurre, se podrían distribuir en un periodo máximo de cuatro años.

Con todo, debes declarar el tiempo que la vivienda no ha estado alquilada, puesto que la Agencia Tributaria aplica una renta para este periodo que oscila entre el 1 y el 2,2% del valor catastral.

El modelo 179 ¿Quién lo presenta?

El documento que da validez a la declaración del alquiler de viviendas turísticas para la Agencia Tributaria es el modelo 179. Mediante el mismo, se establece un control de este tipo de inmuebles para controlar que no se realicen operaciones fraudulentas.

Eso sí, como propietario no tienes que presentar este modelo, tú solo debes declarar los ingresos. Son los intermediarios quienes deben presentarlo. Es decir, plataformas como Booking o Airbnb reportarán esta información a Hacienda para corroborar los ingresos.

Así, Hacienda controla la actividad de los propietarios y plataformas, comprobando que no existen irregularidades.