La venta de vivienda y las hipotecas se frenan en julio coincidiendo con la subida de tipos del BCE

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En España continúan vendiéndose pisos a un ritmo frenético, pero cada vez menos que antes. Si en mayo las operaciones de venta se dispararon un 27,5% respecto al mismo mes de 2021, en junio cayeron al 18,3% y en julio el aumento ha sido del 7%, menos de la mitad.

Julio cerró con 49.177 viviendas vendidas, un 7% más que en julio de 2021, según los datos publicados hoy por el Colegio de Registradores. Se trata de 3.000 operaciones más que en el mismo mes del año anterior, cuando se registraron 45.939 transacciones. 

En cuanto a la evolución de hipotecas, los registradores explican que éstas apenas crecieron en julio, pasando de las 32.585 del mismo mes del año pasado, a las 32.941 de este año, un aumento del 1,1%.

Este dato indica que el mercado continúa al alza, pero que las ventas podrían haber empezado a ralentizarse. "Esta ralentización se observa en las compraventas de vivienda, con incrementos suaves en los dos últimos meses frente al mismo periodo del año anterior", apuntan los registradores.

Precisamente en julio fue cuando el Banco Central Europeo (BCE) sorprendió aprobando una subida de tipos de interés que era el doble de lo inicialmente anunciado. Que el BCE suba tipos tiene un efecto directo sobre el mercado hipotecario, y es que los préstamos se encarecen. Y si la vivienda es más cara y también las hipotecas, la demanda puede caer.

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Sin embargo, el bajón no tiene por qué haber llegado (al menos todavía)y el frenazo de julio podría ser una cuestión meramente estacional. 

El verano no es precisamente la mejor época para vender vivienda, y es normal que las operaciones se ralenticen respecto a meses anteriores. Con la llegada de las vacaciones y el calor, y la menor actividad en registros y notarias, la cabeza de compradores y vendedores no está precisamente centrada en cerrar operaciones.

"En agosto, y en general en verano, se registran menos compraventas, porque el que tiene vivienda para vender, o la alquila y le saca rendimiento, o la disfruta y la vende después. En esta época, el mercado de costa se centra más bien en el alquiler", resume José María Basáñez, presidente de Tecnitasa.

Es más, el dato de venta de viviendas de julio continúa siendo un 7% más alto que el de julio de 2021, un año que ya fue histórico para el mercado inmobiliario; el mejor desde la burbuja inmobiliaria de 2008.

Por mucho que el Banco Central Europeo haya subido tipos, estos continúan estando muy bajos, a lo que se suma el volumen de ahorro de los hogares acumulado durante la pandemia, que es muy superior al que podían tener en 2018 o 2019.

Todavía no está claro en qué medida afectarán la inflación y la guerra en Ucrania al mercado inmobiliario, que en 2020 y 2021 no sólo resistió a la crisis del COVID-19, sino que registró cifras récord. Sin embargo, la subida de tipos de interés y la pérdida de poder adquisitivo derivadas de la inflación sí podrían golpear al mercado.

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