Viajar a Florencia de otra forma: qué visitar, rincones turísticos sin masificación y disfrutar la ciudad sin apenas gastar

Si hay una ciudad turística por antonomasia, el denominado mayor museo al aire libre, es Florencia. La conozco muy bien, como su región, Toscana, de mis múltiples estancias y viajes allí, así que la mejor contribución que puedo hacer es darte a conocer, siendo una ciudad tan cara para el turista, opciones para gastar poco y disfrutar tanto o más de una ciudad alucinante y que rezuma belleza por cada poro. 

Hay dos Florencia, la de los turistas y la de los florentinos, que conviven en relación amor-odio con los visitantes. Les necesitan, pero, por otro lado, sueñan con una ciudad solo para los florentinos. Pero ellos saben qué rincones y zonas pueden ofrecer ese sueño y te muestro algunos para alejarte de los típicos circuitos turísticos, áreas y negocios masificados y, de paso, muy caros. 

Más allá de lo turístico

Así que me limitaré a unas recomendaciones fuera de los monumentos y edificios por todos conocidos de obligada visita. Por cierto, en cualquier época que vayas, cualquier museo o edificio histórico que visites, mejor compra la entrada online desde España y ya tener todas las entradas. Evitarás colas inmensas o que no haya entradas para ese día o los que estés en Florencia. 

Pero una vez visto lo obligado: Duomo, el David de Miguel Ángel el La Academia, Piaza della Signoria, Palazzo Pitti o la Galería Uficci, puedes ahorrar mucho dinero si te mezclas con los florentinos por donde ellos compran y comen, alejados de los lugares y negocios que parecen solo hechos para turistas. 

Antes, el viaje y el alojamiento

Si quieres comenzar ahorrando con el vuelo, hay rutas directas a Florencia desde Madrid con Meridiana, pero es caro y no vale la pena porque además el aeropuerto está lejos de la ciudad y te tocará pagar otros 50 euros en taxi, aunque ya hay tranvía. Lo más barato es vuelo Ryanair (apenas son 2 horas y algo) a Pisa y luego un tren económico que en una hora de te deja en Florencia. De  paso, visitas Pisa y su famosa torre inclinada. 

En cuanto al alojamiento, Florencia es una de las ciudades más caras del mundo en cuanto a hoteles y hostales. Cualquier hotel, por cutre que pueda ser, te costará lo que en España uno de 4 estrellas. No digamos ya un hotel de más. La mejor opción es un Airbnb. 

Una vez más, el truco está en alejarse de la zona turística, del centro. Vale la pena el ahorro, aunque tengas que coger un bus o caminar durante no más de 20-25 minutos. Además, incluso puedes encontrar oportunidades como la de la foto, con vistas espectaculares a la ciudad. Parece que estás muy lejos del centro, pero no lo es tanto y te ahorrarás decenas o incluso cientos de euros si tu estancia es más larga. 

Comer como un florentino por muy pocos euros

Y comer como un florentino es comer muy bien. Son muy exigentes, como buenos toscanos. Si en Italia la comida es una religión (se habla la mitad de comida y la otra mitad de política, se dice), en Toscana y por supuesto en Florencia es aún más intenso. Te recomiendo en gastronomía local el bistec a la fiorentina y la trippa, una especie de callos pero más suaves. 

Suena a que estos platos en Florencia serán caros. Pues en un restaurante turístico te "sablearán", pero no en uno típico donde solo van los oriundos. Para ello (Florencia no es muy grande y puedes recorrerla andando), te basta con cruzar el puente, ir al otro lado del Arno, lo que allí se llama Oltrarno, sin apenas turistas. 

Eso sí, ve pronto porque los horarios italianos distan mucho de los españoles (se come sobre las 12:30-13:00 horas y se cena sobre las 20 horas a más tardar). Al no ser sitios turísticos, si vas a comer a las 15 horas igual ya no te atienden. 

Dónde comer y cenar por poco dinero

Hay muchas opciones aparte de las osterías, trattorias y restaurantes con precios bastante altos. Por ejemplo, los pubs con bufé libre. No tiene nada que ver con el que conocemos aquí y son habituales en toda Italia. Son locales de ambiente moderno y nocturno donde con tu copa o cocktail puedes picar las veces que quieras de una gran variedad de arroces, pasta, pizza, verduras o tapas. 

Solo pagas la copa que oscila entre los 6 y los 10 euros. Una gran opción para cenar (siempre a partir de las 19 horas) y al mismo tiempo empezar la salida nocturna con una copa y buena música en un ambiente íntimo. En Florencia hay varios, aunque no en las zonas turísticas, como podéis imaginar. No obstante, te recomiendo El Moyo, muy cerca del río Arno y no lejos del Ponte Vecchio.

El mejor y más barato restaurante de Florencia

Tan barato, que allá me iba casi a diario a comer, porque casi te sale más barato que hacer la cara compra en los pocos supermercados florentinos. Casi desconocido para los turistas, es punto de reunión para los florentinos que tienen su hora de comer antes de volver a la oficina. 

Por tanto, se ofrece menú del día de lunes a viernes a precios irrisorios (2 euros por plato hace pocos años, ahora habrá que haber sumado la inflación) y degustando cocina toscana casera. Para llegar tienes que cruzar el río una vez más al barrio de Oltrarno (zona Piazza Santo Spirito), enfilar la Vía Serragli y en una bocacalle pequeña y sin salida llamada Ardiglione encontraréis esta joya llamada I Raddi. Por 8 euros, comía entrante, primero, segundo y postre. 

Otra Florencia monumental: el barrio de San Lorenzo

Está también al otro lado del Arno, es decir, al lado menos turístico, donde no están los grandes circuitos. Llegas caminando un poco desde la parte lateral del Duomo, por el lado contrario a la cúpula de Bruneleschi. Es un barrio lleno de interesantes monumentos como la Piazza San Marco con su iglesia de la Piazza della Annunziata y uno de los numerosos refectorios del Quattrocento.

Pero te quiero llevar allí para seguir con el tema del bajo coste. Y es que en este barrio que aquí podría ser "castizo" está su famoso mercado, al estilo San Miguel en Madrid. Restaurado, es el punto de encuentro de florentinos haciendo la compra y algún turista informado buscando delicatessen de la zona. Adentrándose entre sus carnicerías, pescaderías, cafés, floristerías y tiendas de productos típicos, pulsas el verdadero ambiente de la ciudad olvidándote de los factores turísticos. 

Allí tienes un montón de tiendas y puestos para comer a buen precio, e incluso en un lateral verás una escuela muy famosa de pasta, donde puedes ver cómo aprenden y la elaboran a través de las cristaleras. 

Paradas agradables y culturales

Y no hablo de visitar la enésima recomendación de tu guía turística, otro museo o monumento. Date un respiro sin gastar apenas y encima leyendo un libro gratis. En este caso está en pleno centro, en la Piazza la Reppublica y se llama Libreria Edison. Otro punto de encuentro para los florentinos (esta plaza es como la Puerta del Sol en Madrid). Allí puedes comprar un libro o leerlo mientras te tomas un capuchino a precio normal en su cafetería interior. 

Una nueva forma y barata de moverse

Ya te comenté que Florencia, al menos el centro, se recorre fácil a pie, sin mucho cansancio. No obstante, si tienes que ir a otros barrios y no quieres llevar una sorpresa con el taxi, desde hace pocos años la ciudad cuenta con una línea de tranvía (ahora están construyendo otra). Es cierto que como única línea no cubre mucho, pero igual sus paradas coinciden cercanamente a donde vas, y te ahorrarás mucho dinero. 

Sin embargo, te recomiendo lo que yo hacía, pasear más por las calles de Florencia sin rumbo, como si fuera un paisano, pulsando la verdadera vida diaria del lugar, aunque en Florencia es difícil porque por cada florentino que ves, hay diez visitantes, casi en cualquier mes del año, salvo enero y febrero, menos masificado y sabedores del mal tiempo (mucha lluvia y frío). 

Aunque Florencia hay muchas cosas mejorables desde el punto de vista estético y de cuidado de las calles, ha mejorado mucho en los últimos años: se han peatonalizado varias calles, entre otras la que pasaba al lado del Duomo y que frecuentaban las líneas de autobuses urbanos, con la consiguiente capa negra que provocaba en el mármol de la catedral. Se ha restaurado y el mármol vuelve a brillar a la luz del sol o de los focos nocturnos. Es una imagen espectacular. El corazón de Florencia. 

Aquí te dejo el diario y guía más pormenorizada.