"El sufrimiento acaba de empezar": después de 38.000 despidos, Wall Street empieza a despertarse ante la teoría del 'peak car'

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Business Insider España
Las ventas de coches se desploman en todo el mundo, incluso en Estados Unidos, la meca de los amantes de la carrocería.
Las ventas de coches se desploman en todo el mundo, incluso en Estados Unidos, la meca de los amantes de la carrocería.MLive / screengrab from YouTube
Análisis Faldón
  • Los analistas del sector predicen una caída del 3% en la demanda de vehículos privados en 2019.
  • En los últimos 6 meses, se han producido cerca de 38.000 despidos en la industria automovilística.
  • Las exportaciones de vehículos de Reino Unido se han desplomado en un 89% desde el pasado mes de Abril.
  • El declive del coche privado ha supuesto ya una reducción del 0,2% del producto interior bruto (PIB) a nivel global, según Fitch Ratings.
  • Todo parece indicar que hemos atravesado el "pico del automóvil", un concepto que en inglés se resume bajo "peak car".

"Esto no ha hecho más que empezar", comenta el analista de Nomura Masataka Kunugimoto. "Se espera una reducción del 3% en la demanda global de vehículos" reconocía Kunugimoto ante algunos de sus clientes respecto a las expectativas para 2019.

No es el único que se muestra pesimista al respecto. Uno tras otro, los analistas más relevantes del sector van sumándose a la idea de que ya hemos atravesado el "pico del automóvil" (que en inglés se conoce como "peak car", y hace referencia a que la distancia recorrida en automóvil per cápita ha llegado a su punto álgido) y que en el futuro prescindiremos de los vehículos particulares.   

Según los expertos, los vehículos diésel son los que saldrían peor parados, ya que el nicho de mercado se ha ido reduciendo cada vez más debido a las regulaciones en la circulación de coches de gasóleo en las ciudades. Los vehículos de gasolina serían los siguientes en la lista, ya que los gobiernos de Estados Unidos y Europa ya han puesto fecha para que los fabricantes se pasen a los coches eléctricos.

Pero ahí no acaba todo. Los servicios de intermediación como Uber y Lyft continúan aumentando su flota de usuarios, con lo que tener coche propio cada vez se ve menos como una necesidad. Y no es de extrañar, ya que resulta mucho más barato compartir trayecto de forma puntual que afrontar el coste del vehículo y su mantenimiento.  

Estas son algunas de las conclusiones a las que han llegado los analistas del sector:

  • "La industria está al borde de un periodo de recesión", comentaba John Murphy de Bank of America en una conferencia la semana pasada."La caída de las ventas en China nos ha pillado por sorpresa, eso sí", añadía.
  • "Se espera que las ventas de vehículos de pasajeros en Europa (a excepción de Rusia) caigan en un 4% cada año y se sitúen en torno a los 15 millones de unidades en 2019" comentaba el analista de Nomura Masataka Kunugimoto. En Estados Unidos, el analista estima una caída del 3% y cifras cercanas a los 16,8 millones de unidades.
  • "El fin de la era del automóvil es más que evidente", comentaban recientemente Michelle Meyer y Anna Zhou, de Bank of America. "Una apreciación que comparte John Murphy, nuestro analista en inversión automovilística, quien asegura que el ciclo del vehículo ha entrado en un declive que se acentuará aún más con el tiempo". Murphy ve en la caída de las ventas de vehículos un efecto "tsunami" originado en el aumento de oferta de vehículos usados, que provoca la bajada del precio de este tipo de vehículos y los hace más atractivos que los coches de nueva fabricación.
  • Su coetáneo Ethan S. Harris es de la misma opinión. "El sector automovilístico se encuentra dominado por una narrativa negativa, al haberse detectado un notable descenso de la demanda de existencias. Preocupa también que la demanda de camionetas y vehículos utilitarios deportivos (SUVs, por sus siglas en inglés) se haya incrementado ligeramente".

Otro signo de debilidad de la industria automovilística vino de manos de Reino Unido la pasada semana. Mientras Reino Unido se presenta a sí misma como la Detroit de Europa, la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes del Motor (SMMT, por sus siglas en inglés) informaba de que la producción total de automóviles en Reino Unido se ha ido reduciendo en un 45% cada año. Las exportaciones de vehículos comerciales se han desplomado en un 89% desde el pasado mes de abril.

El declive del automóvil lleva tiempo haciéndose notar

Si bien la producción de vehículos se ha visto afectada por el anuncio de una fecha efectiva para el Brexit, el fin de la era del automóvil no nos pilla de improviso. En la siguiente gráfica, se puede apreciar la caída de las ventas de automóviles en Reino Unido desde 2017.

'The pain is just beginning': After 38,000 layoffs, Wall Street wakes up to 'peak car'
SMMT

Esta tendencia guarda relación con un descenso en el número de coches de nueva adquisición matriculados en Reino Unido:

'The pain is just beginning': After 38,000 layoffs, Wall Street wakes up to 'peak car'
Pantheon Macroeconomics

La tendencia a la baja se aprecia también a nivel europeo, con un descenso en la matriculación de coches nuevos en los 19 países de la Eurozona:

'The pain is just beginning': After 38,000 layoffs, Wall Street wakes up to 'peak car'
Pantheon Macroeconomics

Si bien es cierto que en Europa se tienen más facilidades a la hora de prescindir del automóvil privado (ciudades densamente pobladas y múltiples opciones de transporte público), en Estados Unidos se aprecia también un descenso de las ventas de coches desde 2016, como se observa en esta gráfica de Bank of America:

ventas de coches

El declive del automóvil frenará el crecimiento económico 

El declive está teniendo ya un fuerte impacto en las tasas de empleo. Honda comunicaba que cerraría su fábrica en Swindon, Inglaterra, lo que se saldaría con 3.500 despidos. En los últimos 6 meses, se han registrado cerca de 38.000 despidos en todo el mundo a manos de fabricantes de automóviles,según una información de Bloomberg. Ford anunciaba también 7.000 despidos, lo que equivale al 10% de su plantilla.

No es de extrañar que estas cifras tengan una influencia nefasta en el crecimiento económico. El declive del coche privado propio ha supuesto una reducción del 0,2% del producto interior bruto (PIB) a nivel global, según Fitch Ratings. Tampoco ayuda la tarifa del 5% sobre los bienes importados de México impulsada por el presidente Donald Trump, puesto que los vehículos son el principal bien de comercio entre Estados Unidos y México.

Bank of America publicó recientemente un comunicado con el titular "Pasamos de segunda a marcha atrás", en el que explicaba que el declive en la industria traería consigo una reducción del producto interior bruto (PIB), puesto que los automóviles son una pieza vital entre el consumo y la producción, con los inventarios a modo de puente entre lo que se produce y lo que se vende realmente. "Cuando las ventas se debilitan, también lo hace el consumo" comentaban los analistas Meyer y Zhou.

No obstante, el declive no será total y en ningún caso supondrá la desaparición de los coches. Los automóviles no serán los próximos caballos o carruajes. En su lugar, la industria automovilística tras el pico del automóvil se perfila como la próxima industria de la televisión: con una decadencia larga y lenta que tardará años en ser comprendida del todo .

"No hay buenas previsiones pero podremos con ello", sentenciaba un miembro del equipo de Bank of America.

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