Yolanda Díaz quiere acordar topes al precio del pan, la fruta, los huevos y otros productos básicos con las distribuidoras

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, busca un acuerdo con las distribuidoras españolas para limitar el precio de la cesta de la compra.

En una entrevista publicada hoy por eldiario.es, Díaz anuncia estar trabajando en una nueva propuesta para neutralizar los efectos de la inflación en el bolsillo de los hogares españoles, que en agosto alcanzó una subida del 10,4%. 

Se trataría de un acuerdo con distribuidoras españolas para limitar el precio de la cesta de la compra, en torno a 20 o 30 productos, como la leche, el pan, los huevos o la fruta.

Los alimentos son, de hecho, la partida de la cesta de consumo que más se está encareciendo, junto con la energía. En lo que va de año, el aceite de girasol sube casi un 80% respecto a 2021, la mantequilla es un 23,6% más cara, los huevos un 19,3%, el pan un 11,4% y la fruta un 10,5%, según datos del INE.

"No hay nada que tensione más la vida de la gente que no poder hacer la cesta de la compra, y esto está pasando en nuestro país", ha declarado la ministra en la entrevista, y acusa a las empresas de utilizar la guerra para enriquecerse: "Los oligopolios de nuestro país no solo están en el sector bancario o en el energético, tenemos cinco grandes distribuidoras de alimentación que concentran el 50%".

En ese sentido, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ya anunció en junio que vigila las subidas en productos básicos y energía para evitar malas prácticas de empresas que se aprovechen de la inflación. 

"En el contexto actual, es lógico que reforcemos la vigilancia sobre sectores que están sufriendo una alta presión inflacionista, como es el caso de los bienes de primera necesidad o de los productos energéticos", explican fuentes del organismo a Business Insider España.

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Danone, Pastas Gallo, Pescanova, Colacao, Tulipán y Campofrío son algunas de las marcas denunciadas en los últimos meses. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) las acusó ante Competencia de subidas de precio encubiertas.

La ministra denuncia que, mientras la inflación se dispara un 10,4%, y los beneficios empresariales aumentan un 62% y su facturación un 45%, según el Banco de España; los salarios apenas han aumentado un 2,5%. Es decir, que la inflación sube 4 veces más que los sueldos de las familias.

Por eso, aclara que las víctimas de la inflación son los dos eslabones a los extremos de la cadena: productores, a quienes las distribuidoras compran las naranjas a 15 céntimos; y hogares, a quienes las distribuidoras venden esas naranjas por 1,5 euros.

De la misma forma que el Gobierno ha creado impuestos específicos para los beneficios de grandes energéticas y entidades bancarias, a las que acusa de enriquecerse al albur de la crisis energética y la subida de tipos de interés, respectivamente; ahora toca actuar con los márgenes de otros sectores. 

Por el momento, sin embargo, no ha habido reunión, pero Díaz aspira a cerrar la cita entre Gobierno y distribuidoras en las próximas semanas.