He realizado más de 20 cruceros, pero este destino me ha descubierto un mundo nuevo en alta mar

Un pingüino en la Antártida
  • Después de hacer más de 20 cruceros por todo el mundo con familia, amigos e incluso sola, esta mujer creía que sabía todo de este tipo de viajes, pero se equivocaba.
  • Estas son algunas de las lecciones de vida que le enseñó su crucero por la Antártida que no olvidará nunca.

Por muchos viajes que hayas hecho en crucero, siempre hay algo que puede seguir sorprendiéndote. 

Eso fue lo que le ocurrió a la periodista de viajes Lois Alter Mark, que relata para Reader's Digest todo lo que aprendió tras un viaje a la Antártida.

Tras haber hecho 25 cruceros por el mundo de todo tipo –desde temáticos, a cruceros solo para adultos o incluso alguno en solitario–, creía que sabía todo acerca de este tipo de aventuras en las que lo importante era el viaje y no el destino. 

"Entonces navegué en el Viking Polaris a la Antártida el pasado diciembre, y el destino era imposible de considerar secundario", afirma Lois, que asegura que se sintió fascinada por la majestuosidad de este lugar que había tenido en su lista de deseos durante años.

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"No tenía ni idea de que sería tan conmovedor y me cambiaría la vida. El paisaje de otro mundo de la Antártida, su lejanía y su fauna y flora naturales contribuyeron a que se convirtiera en uno de mis cruceros favoritos", señala.

La escritora revela para RD algunas de las lecciones que le enseñó este crucero.

Las cosas nunca salen según lo previsto y hay que saber ser flexible

Las drásticas condiciones meteorológicas de la Antártida obligan al viajero a aprender que saber ser flexible es necesario en muchas ocasiones en la vida.

Las cosas nunca salen según lo previsto y, por ello, las compañías de cruceros siempre anteponen la seguridad ante todo, modificando las excursiones o puertos de llegada según las necesidades.

Por ello, una de las lecciones que la estadounidense aprendió es que hay que ser capaz de dejarse llevar por la corriente y aceptar que algunas actividades tengan que cancelarse, lo que puede llevar a planes incluso mejores.

Deja la vergüenza a un lado y aprende de los pingüinos

Seguro que has visto imágenes o vídeos que muestran la aparente torpeza de los pingüinos caminando

Pero si pruebas a andar por sus mismos caminos helados verás que no es tarea fácil y lo más probable es que caigas igual que ellos, lo que para muchos viajeros puede suponer un momento embarazoso si ocurre en presencia de otras personas.

Lois anima a los aventureros a no darse por vencidos y ser persistentes, al igual que los pingüinos.

Afronta tus miedos

Al igual que ocurre con la vergüenza, no debes dejar que el miedo te frene, aunque es inevitable sentirlo en algunas ocasiones en un viaje de estas características.

No es cuestión de hacer cosas peligrosas y no sentir miedo, sino evitar que se apoderen de ti esos miedos paralizantes a parecer tonto o a no hacer algo a la perfección, cuenta Lois. 

La periodista menciona cómo se ponía nerviosa al subirse a la zodiac de exploración porque estaba segura de que parecería tonta y torpe. "La verdad es que a nadie le importa. Todo el mundo está bastante ocupado preocupándose de sí mismo", apunta.

Sé consciente de la suerte de vivir algo así

"Tengo que admitir que este es el primer crucero en el que no oí a nadie quejarse. En cambio, lo que sí oí una y otra vez fue lo agradecida que estaba la gente por estar allí, algo que sentí profundamente cada día del viaje", expresa la mujer.

Lois recuerda que los pasajeros repetían en sus conversaciones la suerte que tenían por estar viviendo algo así y no se creían que estuvieran allí. Es más, incluso cuando el tiempo no acompañaba no se mostraban pesimistas, sino que valoraban el hecho de estar en la Antártida pese a todo.

Los efectos del cambio climático son graves

La Antártida ha estado durante mucho tiempo alejada de cualquier interacción humana, lo que hace posible apreciar la belleza de la naturaleza en todo su esplendor y ser conscientes, más que nunca, de la importancia de su conservación.

Así es el interior del Ocean Endeavor, un barco que navega a la Antártida con habitaciones que pueden alcanzar los 10.000 euros

Lois escogió viajar con Viking porque apuesta por ello en sus viajes, asegurándose de que los pasajeros aprecian la naturaleza sin contribuir a su destrucción con medidas como la descontaminación total de la ropa antes de tocar tierra. 

La naviera también se ha asociado con la Universidad de Cambridge, la Universidad de Cornell y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, cuyos científicos llevan a cabo importantes investigaciones en sus dos pequeños buques de expedición.

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