2023 no marca el fin del idilio del 'streaming' con los Oscar: sólo se está tomando un pequeño descanso

Fotograma de Top Gun: Maverick.
Fotograma de Top Gun: Maverick.

Paramount Pictures

  • El streaming ha vivido un convulso 2022 y llega a los Óscar de este año con menos fuerza que en anteriores ediciones y con un número de nominaciones más bajo. 
  • La situación del sector, marcado por unos inversores que exigen rentabilidad, ha hecho que los premios del cine este año no hayan sido una prioridad para las grandes plataformas.

Hace un año Apple hacía historia llevándose el Óscar a la mejor película. CODA (Sian Heder) lograba desbancar a El poder del perro (Jane Campion), que partía como favorita con 12 nominaciones. La fotografía en 2023 es bien distinta. 

Las plataformas han perdido protagonismo en favor de películas como Los Fabelman (Steven Spielberg), Todo a la vez en todas partes (Daniel Kwan y Daniel Scheinert), Tar (Todd Field), Almas en pena en Inisherin (Martin McDonagh), Avatar (James Cameron) o Top Gun: Maverick (John Kosinski). Cintas de géneros y estilos diversos que, sin embargo, comparten una característica común: son películas que, en mayor o menor medida, han apostado por un estreno clásico en las salas de cine. 

Las plataformas de streaming llevan años ejecutando estudiadas campañas para colar alguna de sus producciones entre las principales candidaturas. Este año también lo han hecho y con buenos resultados, aunque su peso ha sido bastante menor que en ediciones pasadas. 

En total, Netflix, Amazon y Apple acumulan 19 nominaciones a los Oscars 2023, menos de las que solo Netflix consiguió en 2022, algo en lo que ha influido tanto la presión de la industria tradicional, que pelea por volver a lo que era antes de la pandemia, como la situaciónde las propias plataformas, inmersas en una situación que las ha obligado a centrar su atención en asuntos menos glamurosos y más mundanos. 

Hollywood da carpetazo a la pandemia 

La pandemia provocó el colapso de los estrenos en pantalla grande. La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, ante tal circunstancia, se vio obligada a eliminar de forma temporal el requisito del estreno en cines para que un título pudiese ser elegible a los Óscar. Esto provocó un aluvión de películas procedentes de plataformas que, sin la obligación de estrenar en salas, lograron hacerse hueco de forma muy natural.

 

2022 marcó un nuevo punto de inflexión. Fue el año de recuperación de la taquilla gracias a las buenas cifras de películas como Avatar y Top Gun: Maverick (ambas candidatas al Óscar en la categoría de Mejor Película). Este fenómeno, unido al colapso financiero que vivió el streaming en modelo de suscripción el año pasado, ha sido el principal argumento en favor de los estrenos en salas de cine como sostén de la industria cinematográfica. 

Las candidaturas de este año validan este postulado poniendo en valor el cine entendido en su sentido más clásico. Con esta gala, Hollywood ha abierto la puerta a un cine más diverso y comercial y, a la vez, ha cerrado filas en torno a un modelo de explotación específico, con las salas como punta de lanza.

Las nuevas prioridades del 'streaming' 

Otro factor que permite explicar el menor peso que el streaming va a tener en la gala de este año tiene que ver con la situación en la que se encuentra el sector, sometido a la presión de un mercado que les exige beneficios y rentabilidad. Eso, sin duda, ha provocado que los premios no sean, ahora mismo, lo primero en la lista de prioridades de estas compañías. 

Desde 2017, año en el que Manchester By the Sea y The White Helmets le dieron a Amazon y a Netflix sus primeras estatuillas, las plataformas han hecho campaña anualmente con el objetivo de posicionar sus producciones originales en las principales categorías a los Oscar. 

Conseguir un premio de la Academia lleva asociadas una serie de ventajas que explican el esfuerzo y los recursos invertidos. El reconocimiento de la industria transfiere prestigio y solvencia a la marca, algo que permite reforzar el servicio frente a la competencia. Los premios también contribuyen a retener clientes, al aumentar las horas de visionado, y son un factor que puede influir en las decisiones del talento a la hora de decidir colaborar en la producción de nuevos proyectos. 

Las plataformas de streaming con más suscriptores en cada país en 2023: Netflix, la gran dominadora

Esas ventajas siguen estando ahí, pero en 2023 las prioridades del streaming son otras.

La inestabilidad de las cifras de suscriptores y el impacto que está teniendo la crisis económica y la saturación de servicios han contribuido a que el foco de atención mediático no haya estado tanto en las campañas como en las finanzas de estas compañías, así como en las consecuencias de las medidas que las plataformas están adoptando para aplacar a Wall Street. 

Puede que los Óscar de 2023 sean más tibios para el streaming que las ediciones precedentes, pero no significa que la relación entre ambos se esté agotando. Los recursos que el streaming destina a la producción de proyectos tienen suficiente magnitud como para garantizar su presencia en las galas venideras. 

Cuestión distinta es que, para lograrlo, sus estrenos tengan que ser más convencionales y menos alineados con las lógicas del negocio directo al consumidor. Si el streaming quiere sus Óscar, no todo podrá estar a la vez en todas partes. Ese será el peaje. 

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