4 cosas que la mayoría de la gente no entiende sobre la riqueza desmedida, según un asesor financiero que trabaja con deportistas y famosos
Eszylfie Taylor
- Eszylfie Taylor empezó desde cero, pero ahora es asesor financiero de clientes ricos y famosos.
- Taylor dice que ganar mucho como deportista o como artista no garantiza que lo gestiones bien y sigas siendo rico.
Cuando terminó la universidad, Eszylfie Taylor tenía unos 100 euros en su cuenta bancaria.
Consiguió trabajo como corredor de seguros para New York Life Insurance Company y, en una década, se convirtió en uno de los mejores de Estados Unidos.
Hace nueve años se independizó y abrió Taylor Insurance and Financial Services, que cuenta entre sus clientes con deportistas y estrellas del espectáculo.
He hablado con Taylor sobre lo que supone ayudar a los famosos a gestionar su dinero y lo que el resto de nosotros podemos aprender de los ricos y las estrellas.
1. El hecho de que alguien sea rico no significa que sea bueno con el dinero
"Se lo digo a todo el mundo: no hay que confundir tener éxito con ser bueno en la planificación financiera", dice Taylor. "La realidad es que algunas de las personas más ricas del mundo tienen los peores planes".
"He trabajado con personas que han ganado millones en su carrera y se han jubilado arruinadas", añade.
Taylor dice que, si ganas un millón de dólares al año y gastas un millón al año, estás arruinado. Por esta misma razón, no deberías dar por sentado que las personas con menos dinero son malas con el dinero. Según el experto, algunos de sus clientes con un salario de cerca de 46.000 euros podrían jubilarse bastante bien, si planifican bien su retiro.
"La frase que suelo repetir mucho es que si no aspiras a nada, acertarás con una precisión asombrosa", insiste Taylor. "Tienes que tener un plan".
2. Los deportistas realmente necesitan buenos asesores financieros
En el ajetreo del día a día, a cualquiera le puede faltar tiempo para elaborar un plan financiero. Esto puede ser aún más complicado para los actores o los deportistas, cuyas carreras pueden ser intensas y de corta duración.
Los deportistas se enfrentan a un reto especial porque, a diferencia de la mayoría de los mortales, sus años de mayores ingresos suelen transcurrir entre los 20 y los 30 años de edad.
Según Taylor, el jugador medio de la NBA o la NFL gana 500.000 dólares (unos 460.000 euros) al año durante una carrera de tres años. La mitad se va en impuestos y su representante se lleva una parte del resto —vamos, que no es difícil arruinarse—.
"Mis clientes más ricos se dedican a los negocios, no al deporte", puntualiza.
El resto tenemos la ventaja de contar con la experiencia de la vida en el momento en el que alcanzamos el punto álgido de nuestra carrera, por lo que estamos en mejor posición para planificar. Por ejemplo, añade Taylor, un médico de 40 años que no ha ahorrado ni un céntimo. A ese médico aún le quedan 20 años de carrera para darle la vuelta a la situación y empezar a ahorrar para la jubilación.
3. Mucho dinero puede traer grandes problemas
Taylor cuenta que muchas personas se dividen en dos categorías en torno al dinero: los que intentan conseguirlo y los que lo tienen. Puede parecer que la gente que ha ganado mucho dinero lo tiene fácil, pero dice que, aun así, tienen que pensar en cómo conservarlo. La fama también puede agravar los problemas económicos.
"[Para] los atletas o los artistas, sus caídas son más mediáticas", dice Taylor. "Por ejemplo, si uno presta 500 euros a un amigo y éste no los devuelve, duele. Pero no tanto como si un famoso le prestara dos o tres millones".
Taylor lo que recomienda a sus clientes ricos que quieren ayudar económicamente a sus amigos y familiares es que les enseñen a ganar dinero ellos mismos, en lugar de dárselo. En vez de regalarlo, cree que lo que deberían hacer es dar a la gente la oportunidad de invertir con ellos a cambio de capital.
"El ascensor hacia el éxito no funciona", dice. "Hay que subir por las escaleras, hay que hacer el trabajo".
Para aquellos que se hacen ricos de repente, sugiere comprar una bonita casa o un coche para uno mismo, pero no para presumir ante el mundo. "A algunas de las personas más ricas que he conocido, nunca las conocerías si te las cruzaras por la calle", asegura.
4. Para los famosos, la salud financiera suele depender de la calidad de sus asesores
Los clientes famosos de Taylor suelen tener un montón de gestores y abogados que les ayudan a gestionar sus finanzas. De hecho, nunca ha conocido a la mitad de sus clientes famosos porque trabaja únicamente con sus gestores.
Taylor dice que la mayoría de los managers de famosos son éticos y es un placer trabajar con ellos, pero no siempre es así.
"Por desgracia, algunos de ellos no velan por los intereses de sus clientes", afirma.
Ha visto cómo se rechazaban propuestas que habrían sido lucrativas para un cliente porque un gestor no ganaría nada con la operación.
"Aquí es donde entran en juego los conocimientos financieros", afirma Taylor.
Los famosos no se arruinan porque hayan comprado unos cuantos relojes llamativos, sino porque invirtieron mal o hicieron un mal negocio. Las personas que cuentan con asesores de confianza que les preparan para el éxito y les ayudan a informarse sobre sus decisiones suelen tener mejores resultados.
Consejos de un asesor financiero: no dejes que el miedo al dinero te impida vivir
Taylor cree que es esencial analizar nuestra relación con el dinero.
"Yo lo llamo apego al dinero", dice, "[cuando] tienes tanto miedo a vivir".
Taylor cuenta la historia de una clienta que llegó a una consulta empapada por un aguacero. Él sabía que había aparcado en el garaje subterráneo, así que le preguntó por qué se había mojado tanto. Ella le dijo que su coche tenía un agujero en el techo y que no podía permitirse arreglarlo. Pero él sabía que la clienta había ganado 50.000 euros en intereses por sus inversiones sólo en el último mes.
En su lugar, el asesor defiende el "apego a la abundancia". Si lo perdiera todo hoy, Taylor confía en que podría recuperarlo en 12 meses, porque entiende los principios del dinero y no tiene miedo a esforzarse más en el trabajo si hiciera falta.
Tampoco le asusta diversificarse: tiene ocho empresas y la última no es de servicios financieros —de hecho, es helados Creamalicious—.
Sin embargo, los clientes famosos de Taylor deben ser más prudentes con la gestión de su dinero. "El deportista y el artista tiene que ser más disciplinado", advierte. "Si la única forma que conozco de ganar dinero es lanzando triples, y me rompo la rodilla, ¿entonces qué?".
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