Logra una concentración mental excepcional poniendo en práctica estos 6 hábitos

concentración
  • Todos los días te propones centrarte en tu trabajo, dejar las distracciones y acabar a tu hora y sin tareas pendientes. Pero después el móvil, los compañeros o tu mente te impiden lograrlo.
  • Descubre aquí 6 hábitos que poner en práctica para lograr una concentración mental excepcional.

Las interrupciones que te impiden centrarte en tu trabajo cada día están por todas partes: los mensajes del móvil, la bandeja de entrada, o ese compañero que no para de hablar. A veces vienen de ti mismo. Tu mente no para de buscar cualquier excusa para no afrontar la tarea que debes realizar.

Lo cual se traduce en estrés por acabar lo que debes y una lista creciente de cosas por hacer que no deja de crecer.

De acuerdo a la psicóloga y catedrática de Informática de la Universidad de California Gloria Mark pasas una media de sólo 47 segundos en cualquier pantalla antes de desviar la atención a otra parte. Y más de 20 minutos en volver a centrarte en la tarea original.

Basándose en los consejos de Mark, desde Inc. proponen 6 hábitos que  puedes aprender para mantener la concentración en tu trabajo y evitar las distracciones.

Entiende el porqué de tu actitud

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Cuando sientas la necesidad de hacer scroll sin rumbo por Instagram o de levantarte por cualquier excusa pregúntate por qué. "¿Te aburres? ¿Buscas conexión social? ¿Quizá estás evitando una tarea difícil?" 

En palabras de la experta, ser más consciente de hacia donde motivas tu atención puede ser el primer paso para recuperar el control sobre ella.

Utiliza las redes sociales de forma estratégica

TikTok redes sociales

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Una vez que conoces la causa de tus despistes también puedes intentar ponerle solución para que no te molesten más. 

Mandarle un mensaje a una persona diciéndole que estás pensando en ella "puede darte la gratificación que podrías estar buscando cuando el impulso es desplazarte por tu feed". O si crees que se debe al cansancio tómate unos minutos de pausa y después vuelve con las fuerzas renovadas.

Toma descansos de forma proactiva antes de que se agoten tus ganas

descanso

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No hacer nada puede ser más productivo de lo que crees. Parar de vez en cuando es la manera de renovar las energías para seguir rindiendo. Siempre que lo hagas con cabeza.

La clave es programarlas proactivamente antes que esperar a que tu cerebro no pueda más. Un breve descanso a media mañana, otro un poco más largo para la comida, y luego otro breve a media tarde pueden mejorar la jornada laboral de manera efectiva sin desconcentrarte.

Un paseo al aire libre, una pequeña charla o un estiramiento rápido que te aleje de la pantalla y la silla son formas efectivas de recuperar fuerzas.

Considera si la distracción a corto plazo merece la pena

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Piensa en los beneficios que te traerá empezar una tarea, terminarla y después descansar. De lo contrario, esa pausa para mirar el móvil o revisar la prensa podría traducirse en perder la concentración y más tiempo del que piensas lo que supondrá alargar tu jornada y perder tiempo de ocio después. Algo que seguramente no quieres.

Líbrate de posibles distracciones

Procrastinar

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Llamadas telefónicas, mensajes de correo electrónico, interrupciones de compañeros, el trabajador de oficina promedio es interrumpido una vez cada 8 minutos, lo que supone una media de más de 50 diarias.

Si se tiene en cuenta que lleva 20 minutos volver al nivel de concentración que se tenía antes del parón, es fácil ver cómo esto mina tu productividad.

Por ello, el consejo básico para lograr una concentración excepcional pasa por liberar tu entorno de distracciones en la medida de lo posible. Lo que se traduce en un espacio tranquilo, una puerta cerrada y un móvil sin constantes alertas.

Asegúrate de dormir bien

Dormir con perro

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Mientras duermes tu cerebro aprovecha para generar nuevas conexiones y cuidar la memoria. Procesos que no hará en condiciones si descansas mal.

"Las tareas delicadas que requieren atención parecen ser particularmente sensibles a la falta de sueño", apunta un estudio de 2001. Cuando se siente falta de sueño, las personas son más torpes, comenten más errores y piensan con menos claridad. Lo que hará más fácil distraerse.

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