7 cosas que dejar claras al comienzo de una relación

Cuando se comienza en una relación, dejar claras estas siete cosas es muy importante para que sea saludable. Tanto en el plano personal como en el entorno laboral, los roles quedan fuertemente fijados en los primeros meses y, más adelante, puede resultar harto difícil modificarlos.  

En todo caso, aquí vamos a ocuparnos exclusivamente de las relaciones de pareja en su comienzo y de esas conversaciones que hay que tener para no acabar escuchando, cuando ya es demasiado tarde, ese terrible "tenemos que hablar". 

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Al principio de salir con alguien, la ilusión que nos inunda puede no ayudar a crearnos una idea realista de la otra persona. Y más, como indica la psicóloga Esther Miralpeix García, cuando muchas veces "los dos intentan dar una imagen de sí mismos que no se corresponde con la realidad". 

Como sucede en otros ámbitos, al comenzar una relación sentimental con alguien, el ajuste permanente de imago -la imagen percibida por el otro-, como indica Matti Hemi en "Hacia un nuevo paradigma" es un ejercicio esencial para los dos. Es bueno que a uno le vean como es, pero resulta igual de útil conocer cómo le ven a uno.

Y para ello, tener estas siete conversaciones en los primeros meses de una relación puede resultar clave. 

1. El concepto de compromiso

Esta proporción varía según la edad, pero un estudio publicado en psychologytoday, muestra que hasta el 40% de los hombres y el 25% de las mujeres estarían dispuestos a mantener relaciones abiertas, si estas fueran ampliamente admitidas por la sociedad. 

Si no se está dispuesto o dispuesta desde el principio a una relación cerrada, no debería de haber ningún problema, pero lo cierto es que este es el primer aspecto que conviene dejar claro cuando se empieza con alguien.
 
Como de lo que se trata aquí es de cómo establecer una relación saludable, que no una duradera, lo que sí es recomendable es poner el foco en la comunicación sincera, como recomienda Jonathan Robinson enMilagros de la Comunicación para Parejas. 

Hay quien no entiende una relación de pareja sin comprometerse por completo -o todo lo contrario-, pero es mejor decirlo al principio. Así, todo el mundo se ahorra disgustos. 

2. Expectativas personales

Tomar decisiones siempre resulta difícil, pero como recomiendan desde el Colegio de Psicólogos de Granada, una clave de toda relación está en mantener la autoestima y la autonomía intactas.  

La comunicación sincera también debe llevar a explicar -y conservar- proyectos, objetivos y todas las actividades que se hacían antes de comenzar una nueva relación. Lo mismo sucede con el contacto con las amistades, siempre y cuando no sean ese o esa ex con el se lleva uno tan bien. "Es mejor dejar a los ex en su sitio", recuerda la psicóloga Mila Cahue, en "Amor del Bueno".

Con la nueva pareja, también conviene clarificar cuál es la necesidad de apoyo de cada uno. Hay personas mucho más independientes y autosuficientes que otras. Ninguno de los dos tipos de personalidad es bueno o malo de por sí, pero es fundamental conversar para conocerse porque la otra persona puede sentirse dolida si no se le presta el apoyo que necesita o está esperando en determinado momento. 

3. Objetivos compartidos (idea de pareja)

Dejarse llevar por los primeros meses de una relación sentimental es tentador, pero poner en claro qué es importante para cada uno y cuál es la idea de pareja ayuda a marcar los objetivos comunes.

Esto, desde luego, no es para las primeras semanas de relación, pero como indica Margarita Tartakovsky en psychcentral realizar una especie de declaración de misión conjunta, a largo plazo, funciona mucho mejor que la pasión de los primeros tiempos. 

Por cierto, cuando uno es de los que anteponen su carrera profesional a todo lo demás, es más que conveniente compartirlo al principio de una nueva relación.

4. Cómo disfrutar del sexo

"Más allá del entendimiento sexual, el arte de conversar es esencial para que un tándem afectivo funcione. Las uniones mas armónicas son las que se basan en un dialogo constante y fértil", afirma el psiquiatra Enrique Rojas. 
 
Sin embargo, sin sexo de calidad -la frecuencia es menos importante, sobre todo con el tiempo-, puede decirse que una pareja está o acabará estando muerta. Como indicaba en una entrevista para El Pais la sexóloga Raquel Gargallo, cuando una pareja acude a su consulta, casi siempre el problema que quieren solucionar es la calidad, no la cantidad de sus relaciones. 

Qué te gusta y qué no; eres de los o las que toman siempre la iniciativa o al contrario; hay alguna cosa con la que no te sientas cómodo o cómoda. La conversación sobre sexo mientras la pareja se consolida debe expresar por lo menos las tres cuestiones de arriba. Sino, malo.

5. Tu familia (y la suya)

La familia, sobre todo al principio, es mejor que no participe de una relación de pareja. Igual de importante es que, cuando se vaya a presentar, se haga en pequeñas dosis. Lo mejor es de uno en uno y en ratos cortos.

Como recuerdan en infosalus, dentro de las familias, están la mayoría de las relaciones tóxicas. En todo caso, padre, madre o hermanos pueden ser seres humanos geniales y la sociedad que uno tenga con ellos será maravillosa, pero aunque sea así, hacerles entrar demasiado pronto en una relación, puede llevarla a su destrucción total.

Antes de eso, los lazos con la nueva pareja deben de ser lo suficientemente fuertes como para soportar las tensiones que, probablemente, se generarán cuando se conozcan ella y su nueva familia política. 

6. Proyecto de familia

Por suerte, hace tiempo que el concepto de familia es lo suficientemente extenso como para no dejar fuera a ningún tipo de unión, haya hijos o no. Sin embargo, la pareja es cosas de dos (y no la suma de uno más uno, como decía Cortázar) y hay que tener en cuenta desde el inicio las expectativas del otro.

Un error habitual al empezar una relación es eso de pensar: "mi novio o mi novia está muy seguro de no querer tener hijos, pero ya cambiará". A lo mejor, no lo hace y cuando uno está seguro de que, más adelante, quiere formar una familia amplia, es muy posible que esa no sea la persona ideal para comenzar algo. Y cuando antes se sepa algo así, mucho mejor para los dos. 

Volvemos a la comunicación sincera, pero como indica la psicóloga Anet Diner Gutverg, "hablar con tu pareja sobre tu filosofía de vida y tu proyecto de familia", si es que uno lo tiene claro, e incluso de cómo se quiere criar a los hijos en un futuro puede resultar muy revelador sobre la persona a la que, todavía, se está conociendo. 
 

7. Gestión económica

Es uno de los principales motivos de desavenencias entre las parejas, por no hablar de las causas de divorcio de las que contraen matrimonio. 

Pero al igual que sucede con los dos puntos anteriores, también puede haber quienes que no lleguen jamás a plantearse una economía de manera común y les vaya fenomenal. Por eso esta cuestión está al final. 

Es más, sea cual sea la situación financiera, no te recomiendo compartirla con una persona con la que te llevas viendo relativamente poco. Eso sí, cuando exista un proyecto en común, lo más aconsejable es presentar una especie de balance. 

Tanto cuando uno gana mucho dinero como si lo debe, la otra persona puede sentirse engañada si se presentan excesivas cauciones respecto de esta información. Y con razón. 

Lo de compartir gastos o tener una cuenta común puede llegar, o no, al cabo del tiempo, pero eso dependerá de ambos y resulta menos importante que sentar las bases de una comunicación sincera en pareja. 

Y si después de todo esto, al cabo de un tiempo la relación acaba rompiéndose y uno se siente fatal, hay un magnífico libro de Luis Rojas MarcosLa Pareja Rota que puede ayudar mucho. En él se analiza desde el más profundo optimismo que el fin de una relación no es el final del amor, sino el comienzo de algo nuevo.