La reforma laboral no logra contener la tradicional sangría de final de verano: el paro sube en 40.428 personas y el número de ocupados cae a 20,1 millones en agosto

Agosto es tradicionalmente un mes malo para el empleo en España. Da igual que el verano haya sido récord. Lo bueno se acaba y llega la cuesta de septiembre, la segunda peor del año para el mercado laboral, después de la de enero: más paro y menos ocupados.

El paro aumentó en 40.428 personas, y deja un total de 2,9 millones de desempleados en agosto, según los datos publicados hoy por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. El paro sube, y lo hace a pesar de la reforma laboral, nacida precisamente para frenar la elevada temporalidad del mercado laboral.

También hay menos ocupados. Aunque la afiliación aumentó en términos desestacionalizados (suma 62.135 personas), en la serie original el número de afiliados cayó en 189.963 personas. 

"La reforma laboral no puede corregir la estacionalidad, pero sí puede atenuarla", ha defendido el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey.

"Todavía existe una bolsa de contratos temporales en sectores como comercio, construcción o educación, que no están afectados por la reforma laboral y que acusan la estacionalidad de agosto", argumenta Pérez Rey, que ha destacado cómo, a pesar del repunte del paro, los datos son menos negativos que en años anteriores.

Si antes del verano, en mayo, había 20,2 millones de afiliados a la Seguridad Social, agosto cierra con 20,1 millones de ocupados, según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

El freno en el empleo no tiene que ver con las consecuencias económicas de la guerra, a las que la economía española parece estar resistiendo bastante bien, sino a la elevada estacionalidad, un problema estructural del mercado laboral en España.

"Agosto es un mes marcado tradicionalmente por el fin de los contratos de verano", explican desde el Gobierno.

"Agosto siempre suele ser un mes malo. Después de enero, es el peor mes del año en afiliación. Entre 2014 y 2019, la afiliación se redujo de media en meses de agosto en 162.000 personas",  señala María Jesús Fernández, economista senior de Funcas.

En términos originales, la afiliación media a la Seguridad Social contabiliza 189.963 afiliados menos, un retroceso menor que el promedio de los meses de agosto de 2017, 2018 y 2019, antes de la pandemia. El número total de afiliados se sitúa así en 20,1 millones de personas. 677.277 afiliados más que hace un año.

 Aun así, el Ministerio de Seguridad Social matiza que "el comportamiento de este año es mejor al de años anteriores, tanto en la serie desestacionalizada como en la serie original de afiliados medios". 

El total de parados que deja agosto es, de hecho, el más bajo en un mes de agosto desde el año 2008. Respecto a agosto de 2021, el paro ha descendido en 409.675 personas.

"Pese al contexto de incertidumbre económica, el incremento en el número de desempleados es mucho más suave que en los últimos años previos a la pandemia", apuntan desde el Ministerio de Trabajo.

El paro aumenta especialmente en el sector Servicios, con 37.546 desempleados más (1,85%), por el final de los contratos de verano en hostelería y comercio, sectores con una elevada estacionalidad. 

También aumentó en la Construcción en 5.095 personas (2,23%) y en Industria en 4.974 personas (2,13%). En cambio, sólo cayó en Agricultura en 6.693 personas (-4,53%).

Entre los jóvenes menores de 25 años, el paro subió en 8.881 personas (4,71%) respecto al mes anterior, dejando 197.486 desempleados. A pesar del dato, es el segundo mejor registro en un mes de agosto, después del dato de 2007.

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El desempleo bajó en 4 comunidades: Canarias (-1.148 personas), Comunidad Foral de Navarra (-479 desempleados) y Aragón (-432 desempleados).

El comportamiento más favorable de lo habitual de la afiliación en este mes de agosto se produce después de un mes de julio menos dinámico, cuando la afiliación cayó en 60.000 personas respecto a junio.

Los peores datos del mes de julio, explica el Gobierno, pudieron deberse a 3 factores transitorios: en primer lugar, por un adelanto de contrataciones a junio, que fue también un mes que registró un aumento de la afiliación mayor al habitual. 

En segundo lugar, por la ola de calor de mediados de julio, que pudo afectar negativamente a la ocupación de sectores como Comercio, Agricultura y Construcción en la segunda mitad de ese mes. Por último, por una pérdida de empleo mayor a la habitual en Educación, por la finalización de los contratos de refuerzo por el covid-19 realizados a principios de curso.

Más contratos temporales que indefinidos

La estacionalidad es la tónica general del mercado laboral español en verano, una temporada en la que prima la contratación temporal. 2022 no ha sido una excepción para este fenómeno, a pesar de los intentos de la reforma laboral por contener la temporalidad.

De los 1,28 millones de contratos firmados en agosto, sólo un 39,47% fueron indefinidos, mientras que el 60,5% fueron temporales. En total, 777.060 contratos.

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En el acumulado del año, se han firmado 12,5 millones de contratos, un 5,45% más que en los 8 primeros meses de 2021. De ese total 4,47 millones son contratos indefinidos y 8 millones son temporales.

Más de 1,6 millones de afiliados con contrato indefinido

Aunque la reforma laboral no ha parado en seco la sangría de contratos tradicional del final del verano, sí está teniendo efectos en la contratación indefinida. 

El Gobierno destaca cómo en agosto sigue acelerándose el aumento de los afiliados con contrato indefinido, con 1,6 millones más de afiliados con contrato indefinido que en los años anteriores a la pandemia y 2,1 millones más que en agosto de 2021.