¿El agua caduca? Esto es lo que pasa si bebes de esa vieja botella

Botella de agua

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  • El agua mineral no caduca, pero sí lo hace el envase que la contiene.
  • Estos son los riesgos que implica beber de una botella de agua de hace mucho tiempo. 

Es recomendable beber unos 2 litros u 8 vasos de agua al día, aunque la cantidad de líquido puede variar según el clima, la edad, la actividad física o el estado de salud. 

Desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) explican que en el mercado es posible encontrar 3 tipos de aguas envasadas: las aguas minerales naturales (AMN), las aguas de manantial (AM) y las aguas potables preparadas. 

Las primeras comparten origen subterráneo y contenido en minerales y oligoelementos, así como una pureza original, y se diferencian únicamente por la constancia química de las minerales naturales con respecto a las de manantial. Las potables preparadas pueden tener cualquier tipo de procedencia y se someten a los tratamientos fisicoquímicos autorizados para tener la potabilidad deseada.

¿El agua embotellada caduca?

La respuesta corta es no: el agua embotellada no caduca, y la fecha que puedes ver en el envase se trata de un indicativo de consumo preferente, que señala el período hasta el que podrás disfrutar del agua en condiciones óptimas, sin alteraciones de olor o sabor.

De hecho, un informe emitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta a que el consumo de agua envasada posterior a la fecha de consumo preferente no implica ningún riesgo para la salud humana. Cuando se almacena y se manipula en forma adecuada, el agua puede almacenarse casi indefinidamente.

¿Qué riesgos implica beber entonces de una botella vieja? Los productos químicos que pueden desprenderse del plástico, especialmente si está expuesto al calor, y una experiencia desagradable, ya que en ocasiones puedes percibir un mal sabor. 

Esto sucede porque el plástico de las botellas es un poco permeable, lo que puede permitir que se filtren gases del aire y cambien el sabor y el olor del agua, según la Asociación Internacional de Agua Embotellada.

Desde LiveStrong apuntan a la degradación del envase de plástico y los principales tóxicos que puede liberar al agua.  

 

Los elementos que más se han hallado son trazas de tereftalato de polietileno (PET). Las investigaciones sugieren que el PET podría actuar como un disruptor endocrino vinculado a alteraciones hormonales, problemas de fertilidad y mayor riesgo de cáncer, aunque se precisan  más estudios en humanos para confirmar estos hallazgos.

Aunque los ftalatos y otras sustancias químicas pueden filtrarse en el agua de las botellas de PET -especialmente cuando se exponen a altas temperaturas o se almacenan durante un largo periodo de tiempo-, un estudio publicado en noviembre de 2021 en Natural Science in Archaeology concluyó que su concentración no era lo suficientemente alta como para suponer una amenaza para las personas.

Otro punto a considerar es la ingesta de microplásticos y sustancias químicas como el bisfenol A (BPA) en la fabricación de plásticos de policarbonato.

Un estudio llevado a cabo en agosto examinó los niveles de BPA en sangre entre 1.093 personas y observó que las personas con niveles más altos de BPA en su torrente sanguíneo también tenían cambios en los marcadores de lípidos, incluyendo aumentos en los triglicéridos y el colesterol LDL (malo), un factor de riesgo para enfermedades del corazón.

Muchos fabricantes han eliminado el BPA de sus productos por este motivo.

En definitiva, si dejas que pase mucho tiempo, aunque el agua en sí misma no caduque, podrás percibir alteraciones en su composición: en líneas generales, es preferible consumir el agua mineral embotellada en los 3 años posteriores a la fecha de envasado cuando este es de vidrio, y en 1 o 2 años en el caso de las botellas de plástico. 

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