Ámsterdam prohíbe la apertura de nuevos hoteles para luchar contra el turismo masivo

Amsterdam
  • Ámsterdam no permitirá la construcción de nuevos edificios hoteleros como parte de su lucha contra el turismo de masas.
  • La capital holandesa no aplicará esta regla a los hoteles nuevos que ya habían obtenido un permiso.

Ámsterdam ya no permitirá la construcción de nuevos hoteles como parte de su lucha contra el turismo de masas.

La ciudad toma esta medida para intentar limitar el número de turistas que en los últimos años ha alcanzado cifras incontrolables.

El gobierno local de la capital de los Países Bajos ha indicado que, a partir de ahora, solo se puede construir un nuevo hotel en la ciudad si otro hotel cierra, si el número de lugares para dormir no aumenta y si el nuevo hotel será mejor, según publica Reuters.

Esta regla no se aplica a los hoteles nuevos que ya habían obtenido un permiso de construcción.

"Queremos hacer que la ciudad sea habitable para residentes y visitantes. Esto significa: no hay exceso de turismo, no hay hoteles nuevos y no más de 20 millones de pernoctaciones en hoteles por parte de turistas al año", señalan en un comunicado que recoge la agencia de noticias.

Las ciudades no pueden más

Barcelona, otro de los grandes destinos turísticos en Europa, ha tomado también este mes una medida en su intento de gestionar el turismo de masas. 

Según publicó elDiario.es, el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha una medida inaudita que, por el momento, ha dado una tregua a los vecinos hartos de que la llegada masiva de viajeros les afectase en su día a día.

La ciudad ha eliminado de Google Maps la ruta de uno de sus pequeños buses de barrio que los turistas colapsaban porque llega al popular Park Güell.

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Tras años de quejas por parte de los vecinos, el Ayuntamiento ha borrado el itinerario del bus 116 de las recomendaciones de Google Maps y, como por arte de magia, los buses que hacen ese recorrido se han vaciado.

Al desaparecer de Google Maps como uno de los medios de transporte para acceder al Park Güell, los turistas han dejado de llenar este bus de barrio desde el inicio de su ruta y, con ello, también ha desaparecido el recurrente enfado de los vecinos que soportaban estas hordas de visitantes durante todo el año y no solo durante los picos vacacionales.

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