Samsung Galaxy S20 FE es el móvil perfecto para quienes buscan la experiencia de gama alta de Samsung, recortando lo justo en prestaciones y con un precio mucho más atractivo

El mercado de dispositivos de gama alta cada vez lo tiene más complicado por dispositivos francamente competitivos que se pueden comprar por un precio mucho menor. 

Acceder a marcas como iPhone o Samsung, habitualmente ha estado ligado a una suma importante de dinero, sobre todo en sus móviles de última generación, pero es cierto que poco a poco esta tendencia está cambiando con el tiempo.

La compañía de Cupertino ha presentado productos como el iPhone 12 Mini o el iPhone SE para poder conquistar a usuarios que buscan tener dispositivos de la compañía, pero a un precio menor y lo mismo ha ocurrido con el otro gran gigante: Samsung.

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Está claro que la gama más alta de Samsung deja unos terminales simplemente magníficos como el Galaxy S20 Ultra, pero aquí entra en juego su alto precio no apto para todos los bolsillos. 

Por ese motivo, para tratar de llegar a usuarios que buscan un dispositivo de la firma, que tenga buenas prestaciones, pero que se ofrezca un precio más contenido se presenta el Samsung Galaxy S20 FE que tiene un precio de 649 euros como punto de partida.

Sí, que comparta el apellido S20 es totalmente intencionado, ya que este dispositivo guarda en su interior muchos de los elementos indispensables de esta familia.

¿Lo consigue? Tras tres semanas de experiencia de uso con el Samsung Galaxy S20 FE tengo una conclusión bastante clara.

Acabado en plástico pero con una construcción fantástica

Uno de los puntos en donde tiene que bajar enteros para adecuarse a un precio más apto para cualquier usuario es en los acabados y el primer sacrificado es la parte trasera, ya que tiene un acabado en plástico.

Sin embargo, gana bastante en cuanto a peso, ya que es bastante liviano comparado con sus hermanos mayores, se hace mucho más fácil de usar y además está tan bien construido que apenas notarás la diferencia. 

Además, gracias a su acabado mate también deja atrás otro problema muy habitual: las huellas.

El Samsung Galaxy S20 FE que me han cedido para la prueba tiene un acabado azul oscuro bastante elegante —hay muchas más opciones— y en la esquina superior izquierda descansa el módulo de la cámara que tiene ese pequeño defecto del que adolecen casi todos los terminales de los últimos años: ese ligero tambaleo cuando lo dejas descansar en la mesa. 

Como siempre, esto se soluciona con una funda, pero si eres como yo y te gusta jugar con fuego y no proteger el terminal te encontrarás con este pequeño inconveniente. 

Por lo demás, aloja la botonera en el lado derecho de la pantalla con uno de encendido y otro para subir y bajar el volumen que responden bastante bien y son muy cómodos de utilizar. 

En la parte inferior se encuentra la conexión USB-C y el altavoz —que te dejará escuchar de manera decente tu música o series favoritas aunque sin destacar demasiado—y en la superior la ranura para la tarjeta SIM. 

También me ha gustado mucho ese acabado del panel trasero que llega hasta los laterales del dispositivo, algo que consigue darle un aspecto mucho más premium.

Una pantalla muy fluida que casi no sacrifica ningún punto clave.

En la parte delantera aparece la pantalla de 6,5 pulgadas que luce francamente bien y un agujero donde aloja la cámara selfie centrado que una vez te acostumbras pasa totalmente desapercibido.

Lo más interesante es que cuenta con una tasa de refresco de 120hz que consigue llevar la experiencia a otro nivel gracias a que todo va realmente fluido y lo más interesante: el dispositivo no decide por ti que resolución es la mejor dependiendo del momento, sino que tienes la opción de elegir entre 60hz y 120hz y siempre se mantiene estable en una u otra, por lo que te quitas de un plumazo cualquier cambio brusco que arruine la experiencia. 

Donde sí baja enteros es en la resolución de pantalla: conserva esa Super AMOLED que la consagra como uno de los mejores paneles de la categoría, pero pierde el QHD+ y se queda con una FullHD+.

¿Esto que quiere decir? Que si eres un apasionado de la imagen y te gusta ver contenidos con un alto grado de detalle y definición, perderás algo de calidad frente a otras, pero eso sí: se ve estupéndamente. 

Una batería decente y con posibilidad de carga rápida... pero tienes que comprar el cargador aparte.

En cuanto a la batería, el terminal guarda en su interior 4.500mAh que te puede llegar a durar un día a pleno rendimiento. Esto es con el modo de pantalla de 120hz y con un uso intensivo.

Si necesitas más, siempre puedes bajar a los 60hz, lo que alarga considerablemente su vida útil, pero al final cumple con el objetivo promedio: no quedarte a medio camino si cargas el dispositivo por la mañana antes de salir de casa.

En cuanto a este punto, el Samsung Galaxy S20 FE tiene la posibilidad de carga rápida de 25W, así como carga inalámbrica, pero no he podido hacer pruebas ya que este cargador no viene en la caja y tienes que comprarlo aparte.

Cuenta con 5G, pero lo más importante: viene con WiFi 6.

A nivel de conectividad, tiene todo lo que le pido a un dispositivo de estas características: NFC para el pago móvil y uno de los dos modelos disponibles viene con 5G, así que si quieres un dispositivo a la última, puedes encontrarlo en este Galaxy S20 FE.

Pero donde realmente destaca es en la incorporación de WiFi 6 que mejora mucho la conectividad cuando estás conectado a la red doméstica y ahora que lo habitual es estar en casa por el coronavirus me ha parecido un punto diferenciador.

Tanto la velocidad de bajada y subida de información se nota y se puede aprovechar mucho mejor, incluso con Project xCloud, el servicio de videojuegos por streaming de Xbox que funciona mucho mejor que en otros terminales. 

Lector de huellas algo lento y reconocimiento facial un poco impreciso en malas condiciones de luz.

Esto me ha sorprendido... y para mal, ya que sinceramente esperaba una mejor optimización por parte de Samsung.

El lector de huellas viene integrado en la pantalla, un punto para la compañía coreana y el desbloqueo es muy rápido aunque en determinadas ocasiones se ha tomado algo más de tiempo en desbloquear el dispositivo.

En cuanto al reconocimiento facial, me ha funcionado muy bien cuando las condiciones de luz acompañaban, pero si tenía gafas de sol, mascarilla o una luz apagada —estoy hablando de una bombilla, no de en el exterior a plena noche— el reconocimiento o bien no me reconocía o tardaba bastante en reaccionar. 

Un rendimiento sobresaliente al que no se le puede poner una pega.

En las tripas de este Samsung Galaxy S20 FE no han recortado absolutamente nada, así que te vas a encontrar con una Exynos 900 o una Snapdragon 865 —dependiendo de si eliges el modelo con 5G o 4G—, por lo que vas a contar con un rendimiento similar al de sus hermanos mayores, es decir: excepcional. 

Eso sí, en vez de los 8/12GB de memoria RAM de la gama alta, aquí tendrás que contentarte con una opción de 6/8GB, pero lo cierto es que no se nota en las acciones que vas a realizar con el móvil durante el día a día. 

Todo lo que se muestra en pantalla se mueve francamente bien, las aplicaciones responden prácticamente al momento y no existe ralentización alguna, ya sea utilizando la multitarea, jugando a cualquier juego requiera o no potencia del terminal o tengas cientos de aplicaciones abiertas en segundo plano. 

El único punto en el que no he logrado conectar del todo es con la aplicación de la cámara, ya que el proceso entre cambiar de una lente a otra o dar el salto entre el objetivo selfie y la cámara principal se toma unos segundos en responder. 

Algo llamativo siendo parte del software del dispositivo, pero es cierto que no es nada grave ya que en cuanto a funcionamiento, es francamente sorprendente y deja unos resultados muy buenos. 

Un sistema operativo muy limpio y coherente que sigue las máximas habituales de los dispositivos de Samsung.

Si ya has tenido entre manos un dispositivo Samsung, ya sabes a lo que te vas a enfrentar: un sistema operativo francamente funcional y muy coherente al que se le puede poner solo una pega: viene con Android 10 con la capa One UI 2.5. Hubiese estado genial que viniese con Android 11, pero también es cierto que tiene un comportamiento fantástico. 

Eso sí, se espera que con el tiempo aterrice la nueva versión del sistema operativo, así como la capa 3.0 de One, así que si quieres lo último, simplemente será cuestión de tiempo. 

Lo mejor de esta capa es que no viene con casi ningún tipo de software preinstalado, por lo que te ahorra todo el proceso de eliminar lo que no quieres y ofrece muchas opciones de personalización para adaptar la experiencia a tu gusto. 

Aquí destaca, por ejemplo, la opción de graduar el color de la pantalla, su propio Discover que funciona con las noticias de Upday y te da información sobre las noticias del día, el tiempo o todo lo que tu configures y al que accedes deslizando el dedo hacia la derecha desde la pantalla principal y la fantástica función de Always On Display.

Una característica muy habitual en dispositivos de Samsung que te permite configurar un reloj o una plantilla que aparecerá con la pantalla bloqueada mostrándote la hora y las notificaciones que te aguardan al desbloquear el móvil. 

También es muy positivo el panel de notificaciones y ajustes rápidos desde el que es posible configruar muchos accesos directos u opciones. 

Al final, el Galaxy S20 FE tiene un sistema operativo francamente agradable con el que te sientes francamente cómodo.

Un apartado fotográfico que recorta lo justo de sus hermanos mayores para ofrecer una cámara muy versátil y francamente interesante.

Apostar por una cámara de la familia S20 ya es sinónimo de buenas prestaciones. 

Partiendo de esta base, lo que te espera en este Galaxy S20 FE son unos resultados fantásticos, pero eso sí: con algún recorte totalmente comprensible que hace que no estés ante una de las mejores cámaras del mercado, pero si ante una francamente buena. 

Desglosando la cámara el apartado fotográfico queda de la siguiente manera: 

• Una lente principal de 12 megapíxeles
• Ultra gran angular de 12 megapíxeles
• Teleobjetivo de 8 megapíxeles con zoom 3x.
• Cámara selfie de 32 megapíxeles. 

Para ser claros: prescinde del teleobjetivo de 64 megapíxeles, pero gana en resolución en la cámara delantera con 32 megapíxeles —el resto de la familia apuesta por una lente de 10 megapíxeles salvo el Galaxy S20 Ultra que sube hasta los 42 megapíxeles—. 

Al final, durante el día a día, tampoco vas a notar mucha diferencia a menos que seas un auténtico fan del zoom, ya que en cuanto al resto de características deja prácticamente el mismo resultado que sus hermanos mayores. 

Una cámara que deja sus mejores tomas en condiciones de buena luminosidad, se defiende bastante bien cuando la luz no está presente y presenta unos resultados muy interesantes con la cámara selfie, tanto con el modo retrato activo, como sin apostar por este efecto. 

Aquí tienes algunos resultados de la versatilidad de la cámara del Samsung Galaxy S20 FE. 

El Galaxy S20 FE es la excusa perfecta para los que buscan la experiencia de gama alta de Samsung, pero no están dispuestos a gastarse tanto en un móvil.

Si quieres tener en tus manos un dispositivo que recoge las mejores virtudes de los dispositivos de Samsung con algún que otro recorte, este Galaxy S20 FE es simplemente la opción perfecta.

Es cierto que recorta en algunos puntos, como esa ausencia del teleobjetivo o apostar por una cubierta de plástico en vez del cristal o la ausencia de la resolución QHD+, pero al final son algunos puntos totalmente prescindibles si te fijas en el precio de partida: desde los 659 euros. 

Además, guarda en su interior prácticamente todas las bondades de sus hermanos mayores como esa pantalla con una tasa de refresco de 120hz, así como un apartado fotográfico muy versátil y un rendimiento simplemente excepcional. 

Comparándolos con otros dispositivos del mismo precio y características, en algunos puntos sale ganando como en la cámara o en el rendimiento, mientras que en otros pierde la batalla como en el tema de la batería, que necesita pasar por el cargador al terminal el día o la construcción del panel trasero, pero está entre los mejores de su categoría. 

Al final, si estás buscando una experiencia Samsung de alto nivel, este Galaxy S20 FE se configura como la opción perfecta y si estás decidiéndote entre este u otro modelo de un precio similar, tampoco te vas a equivocar, ya que es un dispositivo francamente competente en todo lo que ofrece.