Así maniobró Google para intentar esconder a sus propios empleados el polémico proyecto Dragonfly

| Traducido por: 
Business Insider España
Sundar Pichai
Sundar PichaiGetty
  • The Intercept ha publicado un reportaje que describe los esfuerzos de Google para alejar la seguridad interna y las preocupaciones sobre la privacidad de su proyecto más controvertido, Dragonfly.
  • Dragonfly es un motor de búsqueda censurado que está construyendo Google para China.
  • Según The Intercept, el conocimiento interno del proyecto era extremadamente limitado, y algunos miembros del equipo de Dragonfly fueron amenazados con ser despedidos si no cumplían con las estrictas reglas de confidencialidad.

Los responsables de Google encargados de supervisar el sistema de búsqueda censurado diseñado para China estaban tan preocupados por la posibilidad de encontrarse con la oposición de sus propios empleados que eludieron los procedimientos estándar de la empresa, excluyendo de las deliberaciones a personal importante en asuntos de legalidad y seguridad e incluso llegaron a aislar del resto a los distintos equipos que trabajan en el proyecto.

Así lo dice un nuevo reportaje de The Intercept sobre el polémico Proyecto Dragonfly Google.

El texto detalla los pasos extraordinarios que tomó Google para mantener el proyecto en secreto, yendo mucho más allá de las medidas típicas que las empresas de tecnología suelen usar para evitar fugas sobre nuevos productos.

"Ellos [la dirección] estaban decididos a evitar que las filtraciones sobre Dragonfly se propagaran a través de la compañía", ha declarado una de las fuentes anónimas con conocimiento del proyecto a The Intercept. "Su mayor temor era que la oposición interna ralentizara nuestras operaciones".

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Los ejecutivos se comunicaban verbalmente para evitarlo y no tomaron notas durante las reuniones de alto nivel para minimizar el rastro de documentos, de acuerdo con The Intercept. Scott Beaumont, el ejecutivo de Google que dirige el proyecto Dragonfly, buscó limitar las evaluaciones internas de privacidad y seguridad del proyecto, y excluyó a los empleados de reuniones importantes, según el informe.

"Merecemos tener voz"

Desde que las noticias de los planes de Google para volver a entrar en China se hicieron públicas durante el verano, grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional han condenado el proyecto. La lucha interna en Google se ha intensificado, llegando a un punto crítico el pasado martes 28 de noviembre con una petición pública firmada por varios de los empleados actuales solicitando a su compañía que cancele su polémico proyecto de motor de búsqueda chino. "Merecemos saber lo que estamos construyendo y merecemos tener voz en estas decisiones importantes", declara la petición.

Incluso el vicepresidente Mike Penceha exigido que Google detenga Dragonfly, diciendo que "fortalecerá la censura del Partido Comunista".

El jueves, 29 de noviembre, una empleada de Google llamada Liz Fong-Jones ha instado a sus colegas en Twitter a "pensar en lo que harían si se cruzara la línea roja y un ejecutivo invalidara un bit [de Seguridad y privacidad] de lanzamiento ". Fong-Jones ha dicho que igualaría 100.000 dólares en donaciones para un fondo de paro para apoyar en el caso de  que se de una "renuncia masiva". La marca de 100.000 dólares se alcanzó a las pocas horas del tweet inicial de Fong-Jones.

El calendario para el potencial lanzamiento de Dragonfly sigue sin estar clara.

Pero de acuerdo con el informe de The Intercept del jueves, a aquellos que trabajan en el proyecto se les ha dicho que deberían estar listos para su lanzamiento entre enero y abril de 2019 o antes. Sin embargo, en octubre pasado, el CEO de Google, Sundar Pichai, declaraba en una conferencia de Wired en San Francisco que su compañía se encontraba en etapas "muy tempranas" de desarrollo y lo describió como un proyecto experimental.

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"Lo que Pichai dijo [acerca de que Dragonfly es un experimento] fue en última instancia, mierda de caballos", ha afirmado un empleado anónimo de Google a The Intercept. "Este se llevó a cabo con una intención de lanzamiento del 100% desde el primer día. Él estaba tratando de hacer retroceder una delicada situación política".

Un portavoz de Google ha dicho a Business Insider en una declaración, refiriéndose a Dragonfly: "Este es un proyecto exploratorio y no se ha tomado ninguna decisión sobre si podríamos o no lanzarlo. A medida que exploramos el proyecto, muchos ingenieros de privacidad y seguridad han sido consultados, como siempre se ha hecho. Para cualquier producto, el lanzamiento final está supeditado a una revisión completa y definitiva de la privacidad, pero nunca hemos llegado a ese punto en el desarrollo. Las revisiones de privacidad en Google no son negociables y nunca arruinamos el proceso."

Lee el artículo completo de The Intercept aquí.

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