Científicos españoles identifican las células clave para prevenir la aterosclerosis en la progeria, un raro síndrome que vuelve ancianos a los niños

análisis progeria
  • Se estima que 400 niños en todo el mundo padecen el síndrome de progeria de Hutchinson-Gilford (HGPS), una rara enfermedad que induce envejecimiento acelerado y muerte prematura en la adolescencia.
  • Un estudio español ha identificado las células clave que podrían ayudar a prevenir la aterosclerosis en la progeria, la principal causa de muerte por esta enfermedad.

Se trata de una enfermedad genética incurable, mortal y extremadamente rara que ocurre en una de cada 20 millones de personas.

Los niños con síndrome de progeria de Hutchinson-Gilford (HGPS) tienen un desarollo fetal normal y su aspecto es sano al nacer. Pero alrededor del año de vida comienzan a mostrar rasgos propios de un envejecimiento prematuro como cambios en la piel, pérdida de peso, alopecia y problemas óseos.

A medida que crecen surgen más complicaciones. Durante su infancia son habituales problemas propios de mayores de 60 años lo que hace que su esperanza de vida no supere la adolescencia. —El biólogo moloecular, Sammy Basso, con 28 años es considerado hoy el paciente de progeria más longevo del mundo—. 

Prevenir la principal causa de muerte

En el año 2003 se descubrió que el origen de esta enfermedad se debe a a una mutación en el gen LMNA que provoca la presencia de una proteína anómala y tóxica a la que se llamó progerina. 

Se trata de una versión mutante de la proteína nuclear lamina A que induce numerosos efectos dañinos a nivel celular y del organismo. Lo que provoca la aparición de los síntomas de envejecimiento prematuro característicos de la enfermedad. Pero su uso aún no está permitido en Europa.

Actualmente no existe apenas tratamiento para la enfermedad. En 2020 la Administración de Medicamentos y Alimentos estadounidense (FDA por sus siglas en inglés) aprobó el uso de Lonafarnib, un fármaco capaz de mejorar algunos síntomas.

Dado que hoy en día sigue sin existir una cura para la progeria, desde la comunicad científica se considera urgente desarrollar terapias que prevengan alteraciones vasculares asociadas a la enfermedad para aumentar la esperanza de vida.

Esto se debe a que la principal causa de muerte de estos pacientes suelen ser complicaciones de la aterosclerosis, como el infarto de miocardio, un accidente cerebrovascular o insuficiencia cardíaca. 

Un beneficio terapéutico significativo

En los últimos años los estudios en animales han mostrado el potencial de la edición genética para corregir dicha mutación y recuperar la expresión de lamina A. Para asegurar la máxima optimización resulta crucial identificar los tipos celulares en los que la eliminación de progerina producirá más beneficios.

 En este contexto, el trabajo publicado en The Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) de Ignacio Benedicto, del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas-CSIC, y el grupo del Dr. Vicente Andrés, en colaboración con la Universidad de Oviedo y la Queen Mary University of London (Reino Unido), evalúa si la aterosclerosis asociada a esta afección puede evitarse mediante la supresión de progerina y la restauración de lamina A en células endoteliales o en células de músculo liso vascular, “2 tipos celulares de la pared arterial que juegan un papel clave en el desarrollo de aterosclerosis convencional”, explica el Dr. Benedicto en nota de prensa.

Utilizando ratones con la mutación genética causante de la progeria, los investigadores descubrieron que la eliminación de progerina en células endoteliales no reportaba ningún beneficio. Por el contrario, aquellos a los que se eliminó progerina en células de músculo liso vascular mostraron un nivel de aterosclerosis idéntico al desarrollado por ratones control sin expresión de progerina, y tampoco tuvieron exceso de fibrosis arterial e inflamación vascular.

“Estos resultados sugieren que la corrección de la mutación causante de HGPS en células de músculo liso vascular podría ser suficiente para producir un beneficio terapéutico significativo”, subraya el Dr. Benedicto

Entre los grandes problemas a los que se enfrentan los niños con esta rara enfermedad está la falta de diagnóstico y tratamiento adecuados, en gran medida debido a que no se investiga suficientemente sobre esta patología tan minoritaria. El descubrimiento de estas células clave podría mejorar esto.

“Una estrategia de este tipo probablemente requeriría dosis más bajas de reactivos de edición génica que las necesarias para la eliminación de progerina en todo el organismo, lo que podría aumentar la posibilidad de desarrollar futuras aplicaciones clínicas más eficaces y seguras”, sostiene en nota de prensa el doctor Andrés.

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