Cada vez son más los estudios que avalan el ayuno intermitente. Ya no es una locura de algunos obsesionados con la salud y el peso. Es una realidad que cada vez practica más gente, en vista de los beneficios mostrados. 

Esos estudios también se centran en posibles beneficios para ciertos colectivos con problemas de salud, como los diabéticos. Pues puede ver mucha luz gracias a estos ayunos. 

Una dieta ideal para los diabéticos

Concretamente, para los de tipo 2, que afecta al 90% de todos los casos en el mundo y de cualquier tipo. Además, apuntan los autores del estudio realizado por un equipo de la Universidad Agrícola de Hunan y publicado en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, que no tiene por qué ser una enfermedad crónica. 

Diseñaron para ellos una dieta que incluía una ingesta de arroz, frijoles negros, verduras y frutas (con un máximo de 840 calorías diarias) y un ayuno intermitente de cinco días seguidos y los resultados fueron sorprendentes: consiguieron hacer remitir la diabetes en tres meses.

Otro factor importante

Hay 537 millones de personas que padecen diabetes en todo el mundo, con lo que este estudio y su aplicación puede suponer un gran alivia y descenso de casos.

Lo habitual es que sean pacientes con predisposición genética a la obesidad y sedentarismo, y en mayores de 45 años. Es por ello que, independientemente de la diabetes, el ayuno intermitente es un arma poderosa para la pérdida de peso y la salud.

Un dato revelador

Con el ayuno intermitente se logra remitir la diabetes de tipo 2 al menos durante un año y al menos tres meses después de dejar de tomar cualquier medicina antidiabética. Pero, por qué es tan eficaz y conveniente esta forma de comer y de no comer.

No es una muestra significativa, pero de 36 personas que siguieron la dieta indicada antes, más el ayuno intermitente, casi un 48% logró la remisión de la enfermedad después de tres meses. Los resultados positivos se mantuvieron al menos un año después, tras una revisión pertinente. Una proporción aún mayor en el grupo de control que no siguió la dieta y continuó con su medicación.

Una explicación ancestral al ayuno intermitente

Ayunar es no comer. La cuestión es durante cuánto tiempo. Muchos piensan que es contra natura y contraproducente, cuando lo que es contra natura es lo que hacemos en la vida moderna, es decir, comer cada dos o tres horas, picotear con o sin hambre.

Estás programado para comer lo que puedas un tiempo y pasar más horas sin poder llevarte nada a la boca. Ahora ya no es necesario, pero volver a la programación original tiene sus ventajas, es más, se vuelve a equilibrar tu organismo. Incluso se puede convertir en una necesidad vital y hábito más que una obligación.

Qué más ofrece este modo de alimentación

El ayuno intermitente se ha relacionado ya en estudios con varias mejoras: menores tasas de enfermedad arterial coronaria, lo que se relaciona también con la diabetes; mejora en la sensibilidad hacia la insulina; y reducción de grasa. 

También se ha descubierto que contribuye a una mejora sustancial de la microbiota intestinal y a combatir el estrés oxidativo. Parecen todo ventajas, pero si tu médico no te pone impedimentos y quieres ponerte a ello, cómo empezar y cuántas horas ayunar. 

El ayuno intermitente que más te conviene

Al principio el más conveniente es el más flojo, es decir, ir aumentando las horas sin comer, por ejemplo 12/12. Te preguntarás si es mejor ayunar por la tarde o la mañana, y cuántas horas son más beneficiosas. 

No hay una regla fija. Puedes optar por 16/8, la más común, y si vas añadiendo una hora habrá más autofagia, es decir, limpieza celular, con una eficiencia máxima en 20/4, si bien es un ayuno duro y seguramente poco apto para hacerlo días seguidos o incluso alternos.