Ozempic no sólo sirve para adelgazar o combatir la diabetes: desde el cáncer hasta la adicción estas son todas las enfermedades que podría tratar en el futuro

Desde 2017, los diabéticos de tipo 2 de Estados Unidos utilizan el medicamento inyectable Ozempic para controlar su glucemia. El cual llegó a España para ese uso en 2019. Pero desde el principio, se hizo evidente que el medicamento  — normalmente llamado semaglutida — estaba haciendo más que controlar la diabetes.

Y es que este fármaco imita una hormona reguladora del hambre llamada GLP-1 que el cuerpo produce de forma natural. La cual no sólo regula el azúcar en sangre. También le dice al cerebro que se sacie con menos comida, ralentice la digestión e incluso puede cambiar los alimentos específicos que le gustan a una persona. 

Gracias a estos atributos, la gente empezó rápidamente a tomar Ozempic fuera de lo indicado para perder peso, y la FDA aprobó una versión de semaglutida a dosis más altas, Wegovy, para la pérdida de peso en pacientes obesos y con sobrepeso. 

Pero los científicos han empezado a darse cuenta recientemente de que la semaglutida podría hacer algo más que regular el hambre y el azúcar en sangre.

Desde la adición al azlhéimer, estas son algunas de las enfermedades que la semaglutida podría tratar en el futuro

La semaglutida podría ser una poderosa herramienta contra las adicciones

Los científicos sospechan que las mismas características que permiten a la semaglutida actuar sobre el sistema de recompensa del cerebro para reducir el interés por la comida podrían aprovecharse también para ayudar a las personas a abandonar la adicción al tabaco, el alcohol y otros vicios.

Algunos pacientes que toman Ozempic o Wegovy ya han informado de haber reducido su consumo de cerveza, refrescos y cigarrillos.

En estudios ya se ha estudiado cómo los ratones de laboratorio que toman otros fármacos GLP-1 son más capaces de decir no a la cocaína. Los investigadores están seguros de que esto se debe a que los medicamentos GLP-1 rompen los ciclos clave de adicción en el cerebro de los animales.

"Basándonos en lo que sabemos sobre la GLP-1, tiene cierto sentido", declaró a Business Insider Martin Lange, Vicepresidente Ejecutivo de Desarrollo de Novo Nordisk. 

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Según Lange, la semaglutida, al igual que otros fármacos centrados en esta hormona, actúa en zonas del cerebro que controlan la ansiedad por la comida, lo que lleva a las personas a comer menos. 

"Creo que es justo especular que podría tener efectos similares sobre el ansia por el tabaco o el ansia por el alcohol", afirmó.

También se está estudiando si la semaglutida podría tratar enfermedades hepáticas

Se está estudiando si la semaglutida, que puede modificar el modo en que el hígado produce azúcar, también podría mejorar el daño hepático en un tipo específico de inflamación hepática no alcohólica denominada EHNA. 

Un ensayo mundial de Novo Nordisk, fabricante de Ozempic, está reclutando pacientes en más de 20 países, incluidos EEUU y el Reino Unido, para un gran ensayo de fase 2. En este, la semaglutida se combina con un nuevo medicamento hepático para comprobar si la administración conjunta de ambos fármacos da mejores resultados que la de uno solo. 

En un ensayo de menor envergadura ya finalizado realizado por Novo Nordisk, se observó que los pacientes con EHNA que probaban semaglutida tenían más probabilidades de curar el hígado, sobre todo si recibían un tratamiento precoz. 

Podría estar reduciendo el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares en los pacientes que lo toman

Dado que la semaglutida aumenta ligeramente la frecuencia cardíaca en reposo, cuando se empezó a utilizar suscitó cierta preocupación por su seguridad y salud cardíaca.

Pero, con el tiempo, los estudios han sugerido lo contrario: la semaglutida puede reducir el riesgo de infarto de miocardio e ictus en personas diabéticas y con sobrepeso. Un estudio a gran escala de más de 3.000 pacientes con diabetes de tipo 2 publicado en el New England Journal of Medicine sugirió que tomar el fármaco reducía el riesgo de problemas cardíacos en un 26% aproximadamente.

La pérdida de peso, las mejoras en la presión arterial y un mejor control de la glucemia podrían ser algunas de las razones por las que la salud cardíaca parece mejorar en los pacientes que toman semaglutida. 

Aún no está claro qué efecto puede tener el aumento de la frecuencia cardiaca asociado a la semaglutida en las personas no diabéticas y sin sobrepeso que toman el fármaco; no se han realizado estudios a gran escala sobre esta cuestión. 

Existe la teoría de que podría utilizarse para tratar la depresión

Existe la esperanza de que tal vez la semaglutida pueda utilizarse para tratar el trastorno depresivo mayor, debido a las formas únicas en que puede influir en el pensamiento y la cognición. En Toronto se está llevando a cabo un pequeño estudio de fase 2 con 60 pacientes para probar esta teoría. 

Y aunque no se sospecha que la semaglutida sea un tratamiento para la esquizofrenia por sí sola, se está probando en algunos pacientes que ya están siendo tratados con fármacos antipsicóticos, que suelen provocar un aumento de peso. 

La idea es que combinar los antipsicóticos con semaglutida podría ayudar a muchos pacientes esquizofrénicos a mantener un peso más saludable. También podría hacer menos probables los problemas cardiacos mortales, que pueden ser más frecuentes en personas con esquizofrenia debido a la obesidad. 

O prevenir el cáncer, reactivando las células cancerígenas

Los científicos saben desde hace tiempo que las personas obesas y con sobrepeso corren un mayor riesgo de desarrollar muchos tipos de cáncer. Uno de los motivos es que sus reservas de células "asesinas naturales" que aniquilan el cáncer no funcionan tan bien como en otras personas. 

La semaglutida parece ayudar a resolver este problema.

La investigación aún es preliminar, pero un estudio reciente realizado en 20 personas obesas de Irlanda descubrió que la semaglutida mejoraba el metabolismo y la función de las células asesinas naturales, independientemente del peso que perdieran con el fármaco. 

Estos datos iniciales sugieren que hay algo en el propio fármaco semaglutida que ayuda a reactivar las células anticancerosas en las personas obesas que lo prueban.

El fármaco se está estudiando en pacientes con alzhéimer de inicio precoz

Novo Nordisk, fabricante de Ozempic, también está llevando a cabo un gran estudio mundial de fase 3 con más de 1.000 pacientes para investigar si la semaglutida puede utilizarse para tratar la enfermedad de Alzheimer de inicio precoz.

Se sospecha que muchos fármacos para la diabetes —antiguos y nuevos—podrían ayudar en esta enfermedad cerebral incurable, debido a las complicadas formas en que los compuestos antidiabéticos pueden mejorar la inflamación y regular el metabolismo. En ratones, los investigadores han descubierto que la semaglutida puede reducir la inflamación cerebral relacionada con  la afección.

Los científicos también confían en que el fármaco pueda mejorar el funcionamiento de vías críticas en el cerebro de los enfermos de alzhéimer, vías relacionadas con la memoria y el aprendizaje. 

"Sabemos que el GLP-1 mejora lo que llamamos plasticidad sináptica en el cerebro", afirma Lange. "Dentro de 2 años tendremos la respuesta a la pregunta de si el GLP-1 puede tener un papel en el tratamiento del deterioro cognitivo leve y la demencia precoz".

Y posiblemente podría retrasar el propio envejecimiento

También se sospecha que los fármacos GLP-1 como el Ozempic pueden mejorar los problemas relacionados con la edad de forma más general, frenando la inflamación crónica, estimulando el crecimiento de nuevas neuronas en el cerebro y mejorando algunos de los principales factores de riesgo de las enfermedades y el deterioro asociados a la edad.

Pero aún es pronto para esta idea, y todavía no hay ensayos en humanos que respondan a la pregunta.