Por qué el azúcar podría estar enfermándote sin darte cuenta

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  • El azúcar es tu enemigo silencioso, uno de los alimentos que más se recomienda restringir o incluso abandonar. 
  • Los expertos demuestran que es una base y origen de tantas dolencias concretas o crónicas, un inflamador de tu organismo. 

Seguro que has leído u oído que la mejor medicina es la buena alimentación, y que hay alimentos y productos, sobre todo los procesados, que son veneno para tu organismo. Uno de los más perjudiciales es el azúcar: provoca presión arterial, nivel de azúcar en sangre alto, colesterol y sobrepeso. Es el enemigo silencioso que va enfermando tu cuerpo, inflamándolo, con las consecuencias sobre tu salud. 

En muchas ocasiones, el azúcar será la causa de una dolencia que la pondrás como la verdadera causante de tu malestar, cuando es solo la manifestación de una alimentación deficiente, ya sea por el azúcar, los ultraprocesados y las gasas trans. 

El problema de la adicción

Uno de los principales problemas de alimentos procesados, ultraprocesados, y de alimentos refinados como el azúcar y la harina, es que son muy adictivos. No puedes dejar de tomarlos aun saciado. Necesitas tu dosis, lo que complica un cambio de vida alimentaria. Muchos aguantan unos días o semanas para una dieta específica y bajar peso, para luego volver a las andadas, con el temido efecto rebote en el horizonte.

El azúcar es especialmente adictivo por estar en la mayoría de los procesados que compramos y además, añadirlo como edulcorante en bebidas y postres. Con frecuencia habrás visto en forma de número de terrones diarios, lo que ingieres en azúcar al día, sin haber tomado realmente un terrón de forma física o una cucharadita. Abandonar esa práctica o al menos reducirla al máximo, sustituyéndola por otras fuentes dulces naturales, es duro y requiere disciplina continua, como quien deja de fumar y todo su vida tendrá que lidiar con la tentación. 

Los experimentos lo avalan

Se han realizado varios estudios con individuos restringiendo casi al completo la ingesta de azúcar y de alimentos de alto índice glucémico como el arroz, el pan, la pasta o las galletas. Hay que pasar unas tres semanas para superar ese umbral adictivo y que tu cuerpo se haya acostumbrado a una dieta sin estos productos ni niveles de azúcar. 

Cualquier tipo de almidón aumenta el nivel de azúcar en sangre que produce la insulina, un tipo especial de hormona producida por el páncreas que está diseñada para transportar y depositar el azúcar en la sangre en tus células. Cuando tienes altas niveles de azúcar tienes que hacer más. 

La insulina no solo impulsa la grasa en las células grasas para almacenarla, sino que también cierra la válvula de liberación que te impide quemar la grasa, entrando tu organismo en un círculo que te lleva a la inflamación y la enfermedad. Lo ralentiza, sin que queme grasa y aumenta tu sensación de hambre, haciéndola presente casi de continuo. 

Por qué esa inflamación

Tu metabolismo produce un tipo especial de células grasas en el abdomen llamadas adipocitos, que son inflamatorios, aparte de reducir hormonas como la testosterona. La desregulación afecta también a tu cerebro, con un aumento del cortisol y una contracción del hipocampo, el centro de la memoria. 

Las consecuencias siguen a lo largo del tiempo, con la aparición de dolencias y enfermedades que siempre nos parecen algo aislado e individual, sin relación alguna: enfermedades del corazón, neurodegenerativas, y por supuesto diabetes tipo 2 y 3. De ahí que muchos expertos como Pilar García, nutricionista y especialista en dietética, lo califique como "el veneno del siglo XXI".  

De hecho, también se relaciona ese paso de la alimentación basada en carne, frutas, frutos secos, es decir, lo que daba la naturaleza, a la agricultura y más aún, hace pocas décadas, a los alimentos procesados, con las apariciones de todo tipo de cánceres. De la misma forma, hasta la arqueología ha presentado pruebas al respecto de las secuelas de una alimentación basada en lo primero frente a lo segundo, con momias, conservando una perfecta dentadura en Sudamérica y otras en un estado deplorable en Egipto (dieta a base de caza y fruta frente a la basada en cereales procesados). 

Los cinco venenos blancos

El azúcar es uno de los llamados 'cinco venenos blancos' que hay que evitar o restringir al máximo. Los otros cuatro son la sal, la leche, las harinas refinadas y el arroz blanco. Opta por moderar al máximo sal y azúcar, prescindir si puedes de las harinas refinadas y optar por arroz integral y leche sin lactosa. Y cuidado con los supuestos sustitutivos. En el caso del azúcar, ten en cuenta que el azúcar moreno tiene casi un 90% de sacarosa y con apenas un poco más de minerales. No es más sano que el blanco. Opta por opciones naturales como la miel o la estevia. 

No hay que tomar esto como una verdad de fe, ya que la denominación es exagerada. Lo único que hay que hacer es moderar su consumo y optar por las versiones más sanas. Sin embargo, siempre la base alimentaria deben de ser verduras y frutas, carnes, pescados, frutos secos y frutos rojos. 

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