Sabadell ha rechazado la propuesta de fusión de BBVA y, ante la duda del mercado, ha dejado claro que el ofertante no tenía intención de cumplir con sus expectativas. 

Un día antes de que el banco catalán publicase su respuesta oficial, el presidente de BBVA firmó un email en el que dejaba claro que su banco había agotado todo el margen que tenía en la propuesta inicial: 

"Entiendo que la estáis evaluando exhaustivamente para darnos respuesta, y en ese sentido considero que es muy importante que tu Consejo de Administración conozca que BBVA no tiene ningún espacio para mejorar sus términos económicos", advertía Carlos Torres Vila al presidente del consejo del Banco Sabadell, Josep Oliu.

"Como sabes, la ecuación de canje propuesta supone una importante prima del 30% frente a los precios del día 29 de abril. Pero la prima es del 48% frente a los precios prevalentes cuando la consideró nuestro Consejo, a mediados de abril, cifra que supera con creces la prima que entonces nos planteábamos ofrecer para iniciar las negociaciones", reconocía Torres.

El presidente de BBVA también hizo alusión al desempeño de sus acciones, como señal de los intereses que tenían sus propios accionistas. Una baza que no dudo Sabadell en aprovecharla en su respuesta oficial, cuando señalaba que la evolución de los valores de BBVA eran "una incertidumbre adicional sobre el valor de la propuesta".

Qué puede pasar ahora entre Sabadell y BBVA: de una nueva oferta a la opa hostil

BBVA había incrementado significativamente el valor de la oferta a Sabadell de hace 4 años: 11.500 millones de euros frente a los menos de 2.700 millones de euros que ofrecía en 2020. 

La operación se realizaría con un canje de una acción de BBVA por 4,83 acciones de Sabadell —lo que supone una prima del 30% frente a la cotización de ambas entidades antes del comunicado oficial—.

Además, en esta nueva propuesta, Sabadell también contaría con tres consejeros no ejecutivos, entre ellos, un vicepresidente. En el último escenario, este fue uno de los motivos de la ruptura, porque el banco catalán quería dos puestos que no fueron cedidos en las negociaciones.