Bob Iger, el jefe de Disney, vuelve a la cima

El regreso de Bob Iger a Disney empieza a parecerse mucho a un retorno triunfal.

Tras un primer año difícil en el gigante del entretenimiento, las perspectivas son ahora más halagüeñas, ya que el consejero delegado ha presentado un sólido informe de resultados junto con una serie de anuncios, entre ellos asociaciones con Epic Games y Taylor Swift y una próxima plataforma de streaming de deportes.

Los buenos resultados deberían dar a Iger, notablemente confiado, munición en su actual batalla con los accionistas que tiene más en contra, entre ellos Nelson Peltz, que han criticado a Disney por el bajo rendimiento de sus acciones y por el corto y accidentado mandato del exlíder Bob Chapek antes de que Iger regresara a finales de 2022. 

Trian Fund Management, de Peltz, y Blackwells Capital han propuesto candidatos para el consejo, a lo que Disney ha contraatacado con su propia terna, apoyada por el influyente accionista ValueAct Capital.

"Hemos entrado en una nueva era", dijo Iger al iniciar su presentación en un guiño dirigido a la noticia de que Eras Tour, la película que recogerá la última gira de Taylor Swift, estará disponible exclusivamente en Disney +.

El mercado parece estar de acuerdo: las acciones de Disney subieron un 7% apenas unas horas después de la presentación de las cuentas.

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Los datos están del lado de Iger. El beneficio por acción de Disney en el primer trimestre fiscal superó las expectativas. El CEO vaticinó además que el beneficio por acción para todo el año aumentará al menos un 20% a partir de 2023.

También redujo sus pérdidas en streaming a 216 millones de dólares desde los 1.050 millones del trimestre anterior, y espera que la unidad sea rentable a finales de 2024.

"El tercer trimestre consecutivo fuerte de Disney reforzará a Iger mientras sigue luchando por conseguir que el negocio de streaming sea rentable. La reducción de las pérdidas de streaming ha sido un gran paso para impulsar las acciones", explica Paul Verna, analista de Insider Intelligence.

"Todavía hay grandes batallas por delante para Disney, pero los resultados de hoy sin duda aliviarán a los máximos accionistas", añade.

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En la presentación hubo una serie de anuncios que recuerdan incluso a los audaces movimientos de Iger durante su primer mandato como CEO.

Disney invertirá 1.500 millones de dólares en Epic Games, la compañía detrás de Fortnite. Los beneficios de la asociación, dijo, serán dobles: exponer a la generación Z y la generación alfa, grupos de edad a los que las empresas de entretenimiento han tenido dificultades para llegar a través de los canales tradicionales, a la marca Disney, e impulsar los ingresos a través de las compras del videojuego. 

Se trata de un movimiento destinado a demostrar a Wall Street que Disney presta atención tanto a la industria del entretenimiento como a los grupos demográficos más jóvenes.

Iger también desveló su estrategia y calendario para llevar la cadena deportiva ESPN, buque insignia de Disney, a la era del streaming.

La empresa lanzará un servicio de streaming independiente con ESPN y sus cadenas hermanas en otoño de 2025, algo que Iger calificó de "inevitable". La plataforma probablemente integrará apuestas y fantasía, merchandising, estadísticas deportivas y personalización, ha dicho este miércoles. Los clientes también podrán combinar la oferta con Disney+ y Hulu.

Este nuevo servicio es independiente del super streamer deportivo que la compañía anunció el martes y que combinará la programación deportiva de ESPN y ABC con la de Fox y Warner Bros. Discovery. Iger describió la empresa conjunta como una opción multicanal para atraer a nuevos clientes que podrían pensar que el paquete clásico de televisión de pago es demasiado caro. Las empresas aún no han anunciado el precio de este nuevo competidor.

Sin embargo, Wall Street tiene curiosidad por saber cómo de deprisa estas nuevas iniciativas podrían canibalizar y sustituir el negocio de televisión de Disney, que depende del paquete de televisión por cable, y cómo equilibrará Disney la inversión y las prioridades entre los dos servicios de retransmisión de deportes.

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Incluso si hay suficiente demanda por parte de los consumidores, esta unión se enfrenta a varios obstáculos, desde los desafíos presentados por los distribuidores existentes a la oposición antimonopolio, tal y como ha explicado la consultora LightShed Partners al analizar los resultados de Disney.

Sin embargo, hacer algo con ESPN era un viejo reclamo de los inversores, con algunos pidiendo incluso que Disney escindiera la marca. Dejando a un lado los retos, la nueva estrategia de streaming deportivo es un gran paso adelante para Iger y Disney.

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Iger también anunció que la película concierto Taylor Swift: The Eras Tour se podrá ver en streaming exclusivamente en Disney+. Hasta ahora, la película de la gira que ha batido récords ha recaudado más de 260 millones de dólares en la taquilla mundial.

Y en cuanto a otras películas y series, Iger adoptó un tono mucho más optimista que durante la presentación del pasado mes de noviembre, cuando reconoció la caída en la calidad de las películas de Disney.

"Ahora me siento muy bien con el estudio", dijo. "En nuestro afán por aumentar mucho el volumen, algo en parte ligado a querer perseguir más suscriptores globales para nuestra plataforma de streaming, algunos de nuestros estudios perdieron un poco el foco".

Iger ha descrito una estrategia que incluye cierta reducción de la producción, también la de Marvel; la supresión de películas y series que no alcanzan el estándar de calidad, y una redoblada apuesta por una cartera de películas que el estudio cree que tendrán éxito. En este sentido, ha subrayado la próxima secuela en cines de Moana, que debería dar un impulso a la taquilla tras los mediocres resultados del año pasado.

Sin duda, seguirá habiendo detractores, pero Iger no parece muy preocupado, sobre todo teniendo en cuenta que la empresa repartirá un dividendo de 0,45 dólares por acción en julio, un aumento del 50% respecto al pagado el mes pasado.

Con todo, Trian, de Peltz, no parece aún demasiado impresionado. "Es un déjà vu. Vimos esta película el año pasado y no nos gustó el final", ha descrito en un comunicado.

Iger no tardó en responderle en la CNBC: "Lo último que necesitamos ahora es perder tiempo y energía en inversores activistas que, francamente, tienen una agenda completamente diferente y no entienden nuestra empresa, sus activos, ni la esencia de la marca Disney".

Tampoco se puso nervioso al ser preguntado por otro crítico, Elon Musk: "No tengo nada que comentar", se limitó a decir sobre el jefe de Tesla. Iger parece que ha recuperado hasta su proverbial chulería.