Disney convence con unos resultados trimestrales mejores de lo esperado que sitúan a la compañía "en el inicio de una nueva era" según su CEO
Alyssa Powell/Business Insider
- Tanto Disney como Bob Iger salen bastante reforzados de unos resultados trimestrales que, aunque imperfectos, confirman que la compañía ha logrado enmendar los errores de una carrera irracional para competir con Netflix.
- La compañía se mostró ayer muy confiada de que la cifra de suscriptores será mejor el próximo trimestre gracias a la restricción de las cuentas compartidas que implantarán a lo largo de los próximos meses.
Los resultados trimestrales de Walt Disney Company, hechos públicos ayer tras el cierre de los mercados bursátiles de Estados Unidos, se esperaban con impaciencia. Al igual que otras compañías del sector, Disney lleva más de un año inmersa en una profunda reestructuración en la que el grueso del negocio directo al consumidor se ha convertido en uno de sus principales problemas.
Ayer Bob Iger tenía buenas noticias. "Hemos doblado la esquina para entrar en una nueva era para nuestra compañía", aseguró el CEO en el mensaje que acompañaba a los resultados.
Las pérdidas se reducen y los ingresos aumentan
No ha sido el mejor trimestre de su historia, pero se vislumbra el fin del período de reajustes y estrecheces financieras. Los ingresos han alcanzado los 23.512 millones, un (un 8% por encima de la cifra de 2023 y de la previsión hecha por Wall Street). Por su parte, los beneficios totales han sido de 1.279 millones de dólares (un 11% más que en el mismo período del año anterior).
Bob Iger aprovechó estos registros para defender su plan estratégico, severamente cuestionado en los últimos meses. "Creemos que el trabajo que estamos haciendo para remodelar nuestra compañía en torno a la creatividad, a la vez que reducimos gastos, llevará a un crecimiento y rentabilidad sostenidos para nuestro negocio del streaming, nos posicionará mejor para enfrentar futuras interrupciones y desafíos económicos globales, y proporcionará valor para nuestros accionistas", aseguró.
La división directa al consumidor (en la que se incluye Disney+, ESPN+ y Hulu) sigue en pérdidas, pero el umbral de rentabilidad está cada vez más cerca. Disney+ registró en el último trimestre unas pérdidas de 138 millones, mucho menos de los 400 millones que estimaban los analistas. En términos de suscriptores, la caída fue de 1,3 millones, que la compañía achaca en gran medida a su reciente subida de precios. La cifra total de clientes de la plataforma está en los 149,6 millones (38.3 de los cuales son una aportación de Disney+Hotstar). Hulu, por su parte, incorporó 1.2 millones de nuevos clientes.
La compañía se mostró ayer muy confiada de que la cifra de suscriptores será mejor el próximo trimestre gracias a la restricción de las cuentas compartidas que implantarán a lo largo de los próximos meses.
Con estos resultados sobre la mesa, parece que el negocio de Disney en el sector del streaming ha respondido a la profunda reorganización al que lo han sometido los últimos meses. Las subidas de precios, los planes con anuncios y las restricciones a las cuentas compartidas sin duda ralentizarán el crecimiento, pero también permitirán un mayor retorno económico por cliente, más rentabilidad y, sobre todo, una expansión más sólida.
La de Iger ha sido una política muy criticada, pero el ejecutivo sabe que su posición es infinitamente más complicada que la de la competencia, que no está integrada dentro de una compañía de medios tradicionales. La evolución del sector y la presión del streaming ha erosionado gran parte de sus negocios tradicionales, de ahí que la prioridad sea la rentabilidad. Por eso la hoja de ruta con la que se lanzó el proyecto de Disney+ se ha tirado a la papelera.
El futuro inmediato de Disney
Estos resultados, aunque lejos de ser perfectos, le brindan a Iger un balón de oxígeno para enfocarse en lo que serán sus líneas de actuación inmediatas. En concreto, habló de "fortalecer ESPN, convertir el streaming en un negocio de crecimiento rentable, revitalizar nuestros estudios cinematográficos e impulsar el crecimiento en nuestros parques y experiencias".
El contenido sigue en el centro de la estrategia. También la austeridad y la recuperación de los estándares de calidad que históricamente ha abrazado la compañía. Esta, sin duda, es una de las grandes prioridades, tras un año en que ninguna de sus películas logró superar el umbral de los 1.000 millones.
"El volumen a veces puede ser perjudicial para la calidad. En nuestra ansia por aumentar significativamente el volumen, parcialmente vinculado a este deseo de obtener más suscriptores globales para nuestra plataforma de streaming, hizo que algunos de nuestros estudios perdieran un poco el foco. El primer paso que hemos dado es reducir ese volumen".
El CEO también apuntó que se inclinarán más hacia las caras e historias conocidas en los próximos años: "Diría que nos estamos inclinando un poco más hacia secuelas y franquicias. (…) Dadas las circunstancias y lo que se necesita para sacar a la gente de sus hogares para ver una película, apoyarse en franquicias familiares es en realidad algo inteligente".
Las alianzas estratégicas también formarán parte del futuro inmediato de Disney. Tan solo un día antes de la presentación de resultados trimestrales se hacía pública una alianza entre ESPN (propiedad de Disney), FOX y Warner Bros con el objetivo de lanzar una empresa conjunta para desarrollar un nuevo servicio de streaming deportivo en Estados Unidos en otoño.
El nuevo producto, que agregará contenido de los tres outlets y contará con las principales ligas deportivas, es un movimiento lleno de significado tras los últimos movimientos en el ámbito de los deportes por parte de Netflix, Amazon y Apple. También parece dejar claro que las majors de Hollywood son conscientes de que las alianzas estratégicas les permitirán hacer frente a los presupuestos astronómicos y la ligereza de las otras compañías.
El servicio, que tendrá una marca propia, se repartirá en tercios entre los tres accionistas. Cada entidad poseerá un tercio de la empresa conjunta y tendrá una representación igualitaria en la junta, además de licenciar su contenido deportivo de manera no exclusiva. Los suscriptores también tendrán la posibilidad de agrupar el producto con Disney+, Hulu y Max.
La presentación de resultados también estuvo cuajada de golpes de efecto. La compañía anunció que el documental de Taylor Swift The Eras Tour (Taylor's Version) estará disponible exclusivamente en el servicio a partir del 15 de marzo.
También se anunció la adquisición de una participación de capital en Epic Games Inc., desarrollador de Fortnite, una colaboración que incluirá propiedades como Star Wars, Marvel y Avatar, cuyos personajes podrán ser adquiridos dentro del popular videojuego por parte de los usuarios. El acuerdo también implica nuevos títulos y una colaboración con los parques temáticos de la compañía.
"Esto marca la entrada más grande de Disney en el mundo de los juegos y ofrece oportunidades significativas para el crecimiento y la expansión", dijo el CEO de Disney.
Tanto Disney como Bob Iger salen bastante reforzados de unos resultados trimestrales que, aunque imperfectos, confirman que la compañía ha logrado enmendar los errores de una carrera irracional para competir con Netflix.
El streaming aspira ahora a convertirse en una pieza más de un conglomerado de medios, la indiscutible prioridad. Tal vez por eso el Disney del futuro se parezca tanto al Disney del pasado.
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