Cuando Bob Iger regresó a Disney en noviembre de 2022, la empresa celebró el regreso de un consejero delegado exitoso y de un hombre considerado como un gran estadista a la mayor marca de entretenimiento del mundo. 

Dos años bajo el mandato del predecesor de Iger, Bob Chapek, dejaron la empresa reordenada —de un modo que no gustó a muchos de sus empleados— y a ejecutivos, equipos y socios creativos desmoralizados.

Pero Iger pronto tuvo que sacar mano dura, anunciando la supresión de 7.000 puestos de trabajo como parte de unos recortes de 5.500 millones de dólares. Durante la primavera, esos despidos se llevaron a cabo, pero eso no quiere decir que no le queden decisiones difíciles que tomar. De hecho, Iger ha dejado claro que está buscando compradores y socios para gestionar partes significativas del negocio de Disney.

También se está aventurando en el mundo de las apuestas deportivas, un área que anteriormente dijo que no encajaba en la Disney familiar que quería construir. También está tratando de cambiar el rendimiento de las películas de la compañía mientras hace lo propio para que el streaming sea rentable, y todo ello en medio de huelgas históricas en Hollywood.

Mientras tanto, después de ampliar su contrato otros dos años, Iger y el consejo de Disney también tienen un gran problema que resolver con la búsqueda del sucesor del propio Iger, al tiempo que luchan contra las demandas por las pérdidas de streaming, la cuestión de si hay un comprador para las propiedades televisivas y el rumor de que la compañía podría llegar a venderse a una entidad más grande como Apple. 

Iger también se encuentra inmerso en una batalla política con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, sobre lo que se concoe como la ley Don´t say gay ("No digas gay") y el control del parque temático de Disney en Orlando, un enfrentamiento que se ha calmado en los últimos meses, pero que no ha terminado.

Estos son los principales retos y cómo los está afrontando Iger.

Recortar costes, eliminar funciones y racionalizar una cartera en expansión

Después de realizar tres rondas de despidos, desde la división de parques hasta ESPN, Iger reorganizó Disney en tres unidades principales: Entretenimiento, ESPN y Parques. Ahora está buscando más formas de racionalizar la empresa mediante la posible supresión de sus negocios de televisión y cable para centrarse en el streaming.

Iger declaró a CNBC en julio que los negocios de televisión y cable de Disney, incluyendo ABC y cadenas de cable como FX, "pueden no ser fundamentales" para la compañía. También dijo a los inversores en agosto que la compañía estaba en conversaciones con socios potenciales para ayudar a llevar ESPN directo al consumidor. 

Aunque intente deshacerse o compartir algunos de sus negocios, se espera que Disney tome el control total de Hulu a principios de 2024. Será entonces cuando, según los términos de un acuerdo de compraventa de 2019 entre las dos empresas, Disney pueda comprar el 33% de la participación de Comcast en el streamer. 

Resolver la huelga

Desde mayo, la producción de Hollywood está en gran parte paralizada por una huelga del Sindicato de Guionistas de América (SAG) contra los estudios y las plataformas de streaming, representados por la Asociación de Productores de Cine y Televisión (SAG-AFTRA). SAG-AFTRA, el sindicato de actores de cine y televisión, convocó también su propia huelga y se unió a los piquetes de los guionistas en julio. 

Entre los problemas de ambos colectivos están la preocupación por la remuneración, en particular por unos salarios poco más que residuales por los contenidos en streaming, y la invasión de la IA.

En esa misma entrevista con la CNBC, Iger calificó las demandas de los actores y guionistas en huelga como "simplemente no realistas". Desde entonces, sin embargo, ha adoptado un tono más conciliador, afirmando que siente un "profundo respeto y admiración" por los creadores y que está "personalmente comprometido" con la búsqueda de una solución a un estancamiento que dura ya meses. 

También ha participado de forma intermitente en las negociaciones sindicales para poner fin a las huelgas, que han entrado en su quinto mes sin final a la vista.

Las huelgas de la WGA y la SAG-AFTRA son una amenaza para todo Hollywood, por no hablar de la economía de California, e Iger fue precisamente uno de los líderes de los estudios que ayudó a poner fin a la última huelga de guionistas en 2008. 

Un impulso a la rentabilidad del 'streaming'

A medida que se agota la paciencia de Wall Street con el deficitario negocio de streaming de las grandes plataformas, Iger ha prometido hacer rentable Disney para finales de su ejercicio fiscal de 2024. 

Está siguiendo el ejemplo de Netflix, que ha tomado medidas enérgicas contra el uso compartido de contraseñas y ha subido el precio de los niveles sin publicidad para empujar a la gente a sus ofertas más baratas con publicidad. 

Si Iger consigue adquirir todo Hulu, algunos analistas creen que esto ayudaría a Disney con los contenidos en streaming, el marketing y los ingresos publicitarios. 

Por otra parte, con ESPN tan en declive como el resto de la televisión por cable, Iger quiere llevar el canal deportivo directamente al consumidor, pero necesita socios para ampliarlo rápidamente dado el elevado coste de los derechos deportivos. 

Mientras tanto, espera que el acuerdo de Disney con Penn Entertainment alivie la presión financiera sobre ESPN. Tras años de especulaciones sobre si ESPN entraría en el mundo de las apuestas deportivas, cuándo y cómo, la empresa anunció en agosto un acuerdo de 2.000 millones de dólares con el operador regional de casinos para crear ESPN Bet. Penn va a renombrar sus apuestas deportivas en EEUU con ESPN este otoño.

Centrado en el éxito de la transición

Tal vez el mayor reto al que se enfrenta Iger sea la búsqueda de un sucesor que pueda dirigir los distintos negocios de Disney y atraer a Wall Street. Durante su primer mandato, una serie de ejecutivos fueron posicionados (y luego eliminados) como candidatos a sustituir a Iger, quien finalmente entregó las riendas a Bob Chapek.

La reciente prórroga de Iger le mantendrá en el cargo hasta 2026, dándole tiempo para transformar Disney y señalar a aquellos en quien confía el futuro de la empresa. No obstante, este tiempo extra también podría sugerir que no hay un claro aspirante a CEO. 

Muchos creen que los favoritos son los copresidentes de la unidad de Entretenimiento de Disney, Dana Walden y Alan Bergman. Iger también podría considerar a Josh D'Amaro, líder de la división de Parques, que está dando beneficios.

A finales de julio, Iger contrató a Kevin Mayer y Tom Staggs, ex altos ejecutivos de Disney (y en su día aspirantes a CEO), para asesorarle sobre el negocio de la televisión, según informó Puck, lo que algunos expertos vieron en realidad como una entrevista de trabajo para CEO.

En el comunicado que acompañaba al anuncio de Disney de su prórroga, Iger subrayó que la búsqueda del próximo consejero delegado de la empresa sigue siendo una prioridad: "No se puede exagerar la importancia del proceso de sucesión. Mientras el consejo sigue evaluando una lista altamente cualificada de candidatos internos y externos, sigo intensamente centrado en una transición exitosa".