Boeing quiere construir aviones en el metaverso para aumentar la calidad y la rapidez de respuesta cuando se produzcan problemas

Una imagen de archivo de un avión Boeing 777 en el Aeropuerto Internacional O'Hare de Chicago, Illinois, en EEUU.
Una imagen de archivo de un avión Boeing 777 en el Aeropuerto Internacional O'Hare de Chicago, Illinois, en EEUU.

REUTERS/Kamil Krzaczynski

  • Boeing pretende conectar réplicas virtuales tridimensionales, o “gemelas digitales”, con sus nuevas aeronaves.
  • El fabricante aeronáutico cree que así se conseguirá más rapidez, se mejorará la calidad, la comunicación y una mayor capacidad de respuesta cuando se produzcan problemas.
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¿Es el metaverso tan solo una moda, o verdaderamente cambiará la forma en que comprendemos internet, la conectividad y la informática?

Según apuntan algunos analistas, el metaverso será algo mucho más grande de lo que podemos imaginar en la actualidad, pero tardará unos años en llegar.

Adelantándose a lo que acabe ocurriendo, en la fábrica del futuro de Boeing ya se prepara una nueva y ambiciosa estrategia con la que se busca unificar el diseño, la producción y los servicios de las aerolíneas bajo un único ecosistema digital, en tan solo 2 años.

Los diseños de ingeniería en 3D inmersivos se hermanarán con robots que hablarán entre sí, mientras que los mecánicos de todo el mundo estarán conectados por auriculares HoloLens de 3.500 dólares (3.100 euros al cambio actual) fabricados por Microsoft, publica Reuters.

La idea de Boeing no convence a los críticos, que recuerdan que el fabricante de aviones ha hecho repetidamente promesas audaces similares sobre una revolución digital sin ser alcanzar siempre el éxito. 

Como apunta el mismo medio, los expertos afirman por otro lado que los objetivos generales de mejorar la calidad y la seguridad han adquirido mayor urgencia e importancia a medida que la empresa se enfrenta a múltiples amenazas.

Boeing comienza 2022 luchando por reafirmar su dominio de la ingeniería tras la crisis del 737 MAX, al tiempo que sienta las bases de un futuro programa de aviones para la próxima década, una apuesta de 15.000 millones de dólares (13.250 millones de euros). 

También pretende evitar futuros problemas de fabricación como los fallos estructurales que han hecho fracasar a su 787 Dreamliner en el último año.  

Las novedades que ha traído 2021 a la aviación: aeronaves supersónicas, combustible de hidrógeno y vuelos más cómodos

Pero lo que Boeing trata de hacer ahora es reforzar la ingeniería cambiando la forma de trabajar en toda la compañía estadounidense, según afirmó a Reuters el ingeniero jefe de Boeing, Greg Hyslop.

Boeing ha abierto otro frente en la guerra con Airbus. El director general de la europea, Guillaume Faury, ha prometido "inventar nuevos sistemas de producción y aprovechar el poder de los datos" para optimizar su sistema industrial. 

El enfoque de Boeing por su parte se ha caracterizado hasta ahora por avances graduales en programas específicos, en lugar de la revisión de todo el sistema.

El impulso digital simultáneo de los 2 gigantes de la aviación es un indicio de la revolución que se está produciendo en todo el mundo, en un momento en el que desde el fabricantes de automóviles como Ford Motor y a empresas de medios sociales como Facebook quieren trasladar el trabajo y el ocio a un mundo virtual inmersivo.

¿Cómo funciona el metaverso en la industria de la aviación? Al igual que Airbus, el objetivo de Boeing para su próximo avión es construir y conectar réplicas virtuales tridimensionales (“gemelas digitales”) del avión y el sistema de producción, capaces de realizar simulaciones.

Las maquetas digitales están respaldadas por un “hilo digital” que une cada pieza de información sobre el avión desde su inicio —desde los requisitos de las aerolíneas, a los millones de piezas y las miles de páginas de documentos de certificación— y lo extiente hasta lo más profundo de la cadena de suministro.

Boeing considera que estas nuevas herramientas digitales, si se usan desde los primeros diseños, serán fundamentales para llevar un nuevo avión desde su concepción hasta el mercado en tan solo 4 o 5 años. 

Se conseguirá más rapidez, se mejorará la calidad, la comunicación y una mayor capacidad de respuesta cuando se produzcan problemas”, ha señalado Hyslop. 

“Cuando la calidad de la base de suministro es mayor, cuando la construcción del avión es más fluida, cuando se minimizan las duplicidades del trabajo, el rendimiento financiero aumentará”, ha añadido.

Sin embargo, el plan se enfrenta a enormes desafíos. Los escépticos señalan los problemas técnicos del minijumbo 777X y el avión de entrenamiento militar T-7A RedHawk, que ya se desarrollaron con herramientas digitales. 

Además, los analistas señalan también que Boeing puso demasiado el foco en la rentabilidad en detrimento de la ingeniería, y sigue recortando el gasto en I+D.

Gigantes como el fabricante de piezas de aviones Spirit AeroSystems ya han invertido en tecnología digital. Los principales fabricantes de aviones se han asociado con el fabricante de software francés Dassault Systèmes. Pero cientos de pequeños proveedores repartidos por todo el mundo carecen de capital o recursos humanos para aplicar grandes cambios. 

La propia Boeing se ha dado cuenta de que la tecnología digital por sí sola no es la panacea. Debe ir acompañada de cambios organizativos y culturales en toda la empresa, aseguran fuentes del sector.

"Este es un juego largo", ha comentado Hyslop. "Cada uno de los esfuerzos anteriores abordaba una parte del problema. Pero ahora lo que queremos es hacerlo de punta a punta".

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