La caída de la demanda de coches eléctricos está perjudicando a las inversiones de Ford

Ford Mustang Mach-E.

REUTERS/David 'Dee' Delgado

  • El negocio eléctrico de Ford sigue en la cuerda floja. En este último trimestre, esta ala de la marca ha cosechado unas pérdidas de 1.300 millones de dólares.
  • Esto ha hecho que Ford haya retrasado unas inversiones previstas de 12.000 millones de dólares, como eran la fabricación de una nueva planta de baterías.

Aunque todo el mundo tenga claro, bajo imposición de Europa, que los coches eléctricos son el futuro, lo cierto es que los consumidores aún no se atreven a dar el paso. El alto precio de estos vehículos y la escasez de infraestructura hace que los usuarios no se decanten por hacerse con uno de ellos. 

Esta falta de demanda es un problema que está afectando gravemente a Ford. Según informa TechCrunch, la compañía está retrasando unas inversiones previstas de 12.000 millones de dólares en vehículos eléctricos, incluida la construcción de una segunda planta de baterías con su socio SK On, debido al descenso de la demanda de vehículos eléctricos de gama alta. 

Tanto el CEO de Ford, Jim Farley, y el director financiero, John Lawler, admitieron que, aunque las ventas de coches eléctricos están subiendo, la gente aún prefiere un vehículo de combustión o híbrido antes que estos modelos. Esta presión sobre los precios ha reducido los beneficios y, en el caso del negocio de vehículos eléctricos de Ford, ha provocado un aumento de las pérdidas.

Aunque su negocio tradicional sigue yendo viento en popa, la unidad eléctrica registró unas pérdidas de 1.300 millones de dólares solo en el tercer trimestre, mucho mayores que los 1.080 millones que perdió en el trimestre anterior. 

A pesar de todo, Ford espera alcanzar un margen del 8% en vehículos eléctricos con una estructura de costes que refleje la paridad de precios con los vehículos de combustión interna. Para conseguirlo, Ford tendrá que hacer cambios estructurales.

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Para lograr ser competitivos en este mercado, Farley señala que lo prioritario es rebajar costes, para lo que realizará recortes en los costes operativos y así escalar rápidamente hasta alcanzar la velocidad de crucero de Tesla.

"En realidad, Tesla nos ha hecho un gran regalo al centrarse en los costes y en el escalado del Model Y", afirma Farley. "Ellos establecieron el estándar y ahora estamos haciendo un progreso real en nuestros coches eléctricos de segundo y tercer ciclo que están en pleno desarrollo en la actualidad".

Aunque Farley no quiso dar más explicaciones, lo cierto es que Ford ya está aplicando algunos de estos recortes. En concreto, ha comenzado con las rebajas en sus precios. En octubre, Ford presentó el F-150 Lightning Flash, una versión más barata y con más tecnología del F-150 Lightning. 

"En el sector de los vehículos eléctricos ya no basta con un gran producto. Tenemos que ser totalmente competitivos en costes", añade Farley. 

Sin embargo, no pierden la esperanza y consideran que la próxima generación de coches eléctricos impulsará el "éxito final de nuestra transición a los vehículos eléctricos", ya que serán de coste optimizado y "guiados por los aprendizajes de nuestros vehículos de primera generación que están actualmente en el mercado".

Mientras tanto, Ford está cambiando la producción y ajustando la capacidad futura para "satisfacer mejor la demanda del mercado." El fabricante de automóviles ha eliminado parte de la producción del Mustang Mach-e y ha ralentizado varias inversiones, entre ellas la colaboración con el fabricante coreano de baterías SK On para retrasar una segunda planta de baterías de la empresa conjunta Blue Oval SK en Kentucky. Ford también ha señalado que evaluará su planta global de Battery Park Michigan para posibles ajustes. 

"En total, hemos previsto invertir unos 12.000 millones de dólares en coches eléctricos, lo que incluye capex, inversión directa y gastos", afirma Lawler, señalando que Ford "no acelerará el proceso si no es necesario".

 

La parte buena es que Ford ha alcanzado un acuerdo con UAW y el sindicato ha paralizado la huelga. El costo de este parón de los trabajadores ha sido elevado para el fabricante, ya que ha tenido un impacto en el Ebit de cerca de 100 millones de dólares en el tercer trimestre y ha recortado alrededor de 80.000 unidades del plan de la marca. 

"Esto reduciría el EBIT de 2023 en aproximadamente 1.300 millones de dólares", explica Lawler, señalando que Ford actualizará sus previsiones para todo el año una vez que se ratifique el acuerdo. 

La anterior previsión de Ford para 2023 era de entre 11.000 y 12.000 millones de dólares en beneficios ajustados. El fabricante de automóviles también esperaba un flujo de caja libre de entre 6.500 y 7.000 millones de dólares. Hasta el tercer trimestre, Ford ganó 9.400 millones de dólares en EBIT ajustado. 

En este último trimestre, Ford ha cosechado un beneficio neto de 1.200 millones de dólares, frente a una pérdida de 827 millones en el año anterior. Los ingresos colectivos de la automoción fueron de 41.190 millones de dólares, frente a los 41.220 millones esperados por Wall Street. 

El fabricante de automóviles cerró el trimestre con un flujo de caja de las operaciones de 4.600 millones de dólares y un flujo de caja libre ajustado de 1.200 millones de dólares. 

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