La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha expresado que "España ya está notando una moderación de la inflación por debajo de la media europea" gracias a las medidas adoptadas y espera que la tendencia se mantenga en los próximos meses.

Las declaraciones de Calviño, que se han producido durante su discurso en un encuentro de economía en Castell-Platja d'Aro, en Girona, apuntan también a la previsión de crecimiento de la economía española, según ha recogido la agencia de noticias Europa Press.

No obstante, la buena marcha del mercado doméstico, ha apuntado, se producirá en "un contexto de ralentización económica en 2023, debido a los efectos de la inflación". 

"España se mantiene en una senda de crecimiento fuerte y sostenido", según la vicepresidenta, quien también ha vaticinado que la previsión del crecimiento para este año del 4,4% del PIB español probablemente se quede corta.

De hecho, ayer mismo, la Comisión Europea constaba esta mejora del PIB de España–medio punto por encima de lo previsto en verano, aunque lejos del 6,3% que estimaba en primavera–,al tiempo que la "salvaba" de una recesión que sí golpeará al resto de Europa.

El frenazo de Fedea: la inflación no se ha trasladado a los salarios

Calviño ha añadido que este crecimiento del mercado doméstico vendrá apoyado "por una excelente evolución del mercado de trabajo con niveles récord de ocupación y de contratación indefinida".

Unas afirmaciones que, sin embargo, chocan frente a lo que expresa la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) en un reciente informe sobre la situación económica y respuesta a la crisis de Ucrania.

La visión del organismo es clara: no hay "indicaciones claras" de que la subida de los precios se esté trasladando también a los salarios, pese a que admite que esto esto sería "un riesgo importante" en la coyuntura actual. 

Sobre esto último, Ángel de la Fuente, director de Estudios de Fedea, mantiene que de producirse podría iniciarse "una espiral inflacionista que tendería a autoalimentarse y a convertir un "escalón" de precios en un proceso inflacionario persistente".

Pese a que esta situación no estaría dándose, De la Fuente sí aclara que los datos disponibles "son de limitada utilidad" para anticipar este comportamiento. 

Desde Fedea se apoya, por un lado, en el índice de costes salariales por hora trabajada de Eurostat, que refleja que el crecimiento de los costes salariales en euros "mantiene su moderación en la primera mitad del año". 

No obstante, sí señala que estos podrían estar "distorsionados" por la pandemia y el uso de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que afectan a la duración de la jornada laboral y a la remuneración de los asalariados, en el caso de España.

De la Fuente tampoco pasa por alto la estadística de convenios. Hasta septiembre, los salarios pactados en convenio subieron de media un 2,61%, ligeramente superior al dato de agosto –2,6%–.

Pese esta variable es, sin embargo, más de 6 puntos inferior al último IPC adelantado, cuya tasa interanual se moderó en septiembre hasta el 9%, abandonando los dos dígitos que venían dándose los meses anteriores. 

Aún con todo ello, Calviño se ha reiterado en que la premisa del Gobierno sigue siendo la misma: "Asegurar un reparto justo de los costes de la guerra, proteger a los más vulnerables y seguir impulsando la creación de empleo".