Daniel Oliver, el biólogo que cuenta con un equipo de 1.600 científicos encargados de encontrar el Facebook de la biotecnología para que todo el mundo pueda invertir

Daniel Oliver.
Daniel Oliver.
  • Daniel Oliver, biólogo, fundó Capital Cell en 2015 para crear una plataforma que permitiera que la inversión en biotecnología fuera para todos. 
  • Tras varias experiencias de Oliver en proyectos de economía colaborativa, Capital Cell se consolidó es una plataforma de equity crowdfunding para startups biotecnológicas en fase inicial. 
  • El fundador explica las claves del éxito del proyecto, que ha cerrado ya 35 rondas para 39 empresas moviendo unos 15 millones de euros. 
  • Oliver reivindica el valor de un sector que lleva más de una década siendo rentable y que cree que atraerá más inversión tras la pandemia. 
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Daniel Oliver se graduó como biólogo, pero no se le encontrará en un laboratorio. Oliver es el fundador y CEO de Capital Cell, que se define como "la primera plataforma de inversión online de Europa especializada en biotecnología y salud". 

El proyecto es una plataforma de equity crowdfunding, y no es de extrañar, ya que Oliver ya venía de probar las aguas con otros proyectos de economía colaborativa. De hecho, el CEO fue presidente de la Asociación Española de Crowdfunding entre 2014 y 2016. 

Con Capital Cell, el objetivo de Oliver es que todo el mundo pueda invertir en el Facebook de la biotecnología del futuro, asegura el CEO en una entrevista con Business Insider España. Cuando nació la plataforma en 2015, solo unos pocos inversores especializados invertían en salud, mientras que las propuestas digitales captaban mucho capital, explica. 

"Cualquiera con una buena presentación y una aplicación captaban capital. Mientras, personas con muchísima experiencia tenían un proyecto para sacar un fármaco contra el párkinson y no conseguían ni un euro", recuerda Oliver.

El CEO decidió que era un problema de comunicación y creó el proyecto como una idea para ayudar a esas empresas a levantar capital y para hacer más accesible la inversión en el sector a todo el mundo.

"Desde 2008, la biotecnología es uno de los sectores más rentables, por lo que si todo el mundo que invertía en inmobiliarias hubiese invertido en este sector, ahora habrían ganado más dinero", señala. "Sería maravilloso poder repartir grandes dividendos entre todos", asegura. 

Sin embargo, los problemas a la hora de presentar las startups hacían que la biotecnología pareciera un negocio peor para invertir. Así nació Capital Cell, una plataforma para poner en contacto a las empresas con un equipo de inversores no necesariamente especializados. De hecho, en el primer año de vida de la plataforma, el 98% de personas que participaron no había invertido nunca antes. 

Desde 2015, ha cerrado 35 rondas para 39 empresas y el sector no ha hecho más que aumentar su atractivo para los inversores, como reflejan las cifras de la compañía.

En 2019, la empresa cerró 2019 con una cantidad acumulada de 6,5 millones de euros, multiplicando por tres sus resultados desde 2015. En el primer trimestre de 2020, ya llevaba acumulado un 40% más que en el mismo periodo del año anterior, aunque reconoce que el coronavirus ha paralizado en algo las operaciones. 

En total, por Capital Cell han pasado casi 15 millones de inversión directa por crowdfunding. Aunque la compañía no pone dinero en las rondas, invierte en torno al 25% de la facturación en todas las empresas que publica en su plataforma. 

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Entre las claves del éxito de la plataforma se encuentra la comunidad de expertos científicos que analiza el potencial de una startup para validar su propuesta. Como biólogo, Oliver detectó que uno de los problemas en el sector de la salud es que los inversores no tienen know how de cómo funciona el sector. Así, ¿por qué no hacer que sean los propios científicos los que revisen los proyectos y seleccionen?. 

Así, ahora mismo Capital Cell cuenta con una comunidad de 1.600 científicos de todo el mundo que revisa los proyectos y selecciona los que considera que tienen más potencial. Una vez elegidos, la plataforma se encarga de la parte financiera. 

Con más de 7.000 inversores registrados, Oliver asegura que son la red de inversores privados en salud más grande de España. 

Más que una rivalidad con los grandes fondos, Oliver cree que funcionan muy bien como complemento. Su plataforma está especializada en las fases más tempranas a las que los grandes fondos no suelen entrar, mientras que los nombres más grande sirven para hacer crecer un proyecto. 

Sí cree que Capital Cell puede representar un atractivo mayor a la hora de reducir el riesgo. Por un lado, Oliver pone el valor el análisis a fondo que realizan a las empresas para garantizar su potencial. Además, señala que reparten el riesgo entre más inversores. 

"Nos permite meternos en proyectos que otros no pueden", asegura.

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El proyecto favorito de Oliver: "Puede ser un catalizador para todo el sector" 

Entre las últimas campañas de Capital Cell se encuentra la ronda recién cerrada de ZeCardio Therapeutics, compañía dedicada al descubrimiento de fármacos que puedan curar aquellas enfermedades cardiovasculares para las que no existen tratamientos. 

La startup levantó 800.000 euros para llevar el desarrollo de sus moléculas a fases más avanzadas a través de la plataforma de crowdfunding en una ronda en la que se sumaron 400 inversores. 

La biotecnológica Oxolife también ha cerrado su primera ronda de financiación, que asciende a 5 millones de euros en una operación ha sido liderada por Inveready junto al organismo público CDTI, con la participación de BStartup y otros inversores privados a través de Capital Cell.

De entre todos los proyectos en los que ha participado Capitall Cell, Oliver mira con especial esperanzas a uno: Ability Pharma.  "Creo que podría ser el primer gran exit gordo de la biotecnología que le toque a mucha gente", señala. El CEO destaca que hay más de 400 inversores detrás, por lo que una OPA podría ser "un catalizador para todo el sector". 

La startup es una biofarmacéutica española especializada en el desarrollo de compuestos anticancerosos orales que acaba de dar la bienvenida a su capital al Ministerio de Ciencia—que aporta 750.000 euros a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (Cdti)—y al Banco Europeo de Inversiones (2,5 millones de euros). También tiene el respaldo de Inveready y la Comisión Europea, entre otros. 

De cara al futuro, Oliver es optimista: "Vamos a crecer". El CEO cree que la pandemia servirá para acelerar la relevancia que ya venía cobrando la biotecnología y asegura que "hemos ocupado en un espacio que tendrá mucho valor".  

El CEO no descarta crecer a través de una fusión, porque asegura que hay demasiadas plataformas pequeñas. En su hoja de ruta también está hacer una incursión en el mundo de las criptomonedas, algo que ya intentó en su momento, pero no fue acompañado por la legislación. Oliver tiene confianza de que ese escollo se despeje a lo largo de este año o el que viene. 

En cuanto a la expansión geográfica, tampoco lo deja fuera del tablero, pero por ahora lo tiene claro: "España es nuestro mercado". 

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