Un chico de 13 años recrea el mítico y cuestionado 'rayo de la muerte' de Arquímedes de hace 20 siglos

Jenny McGrath
| Traducido por: 
Brenden Sener ha ganado varios premios por su proyecto de feria de ciencias que recrea el rayo de la muerte de Arquímedes.
Brenden Sener ha ganado varios premios por su proyecto de feria de ciencias que recrea el rayo de la muerte de Arquímedes.

Familia Sener

  • El inventor griego Arquímedes supuestamente utilizó espejos para prender fuego a los barcos invasores.
  • Para probar esta posibilidad, un estudiante de secundaria ha diseñado un experimento para su feria de ciencias.
  • Mediante bombillas y espejos, ha creado una versión a escala reducida y ha descubierto que es posible.

Las leyendas sobre el ingenio del inventor y matemático griego Arquímedes eran tan poderosas que, durante siglos, muchos estudiosos han creído que fue capaz de utilizar espejos para incendiar barcos romanos hace más de 2.000 años.

Un estudiante canadiense de secundaria, Brenden Sener, ha diseñado un proyecto para una feria de ciencias con el fin de comprobar si era posible tal hazaña con una versión en miniatura del rayo de la muerte.

Aunque no pretendía prender fuego a nada, ha descubierto que su montaje —que incluía lámparas de calor y espejos— aumenta considerablemente la temperatura del objetivo.

Basándose en los resultados de su proyecto, el chico de 13 años ha llegado a la conclusión de que Arquímedes podía haber dado en el clavo. "Si se ampliara y se utilizara una fuente de calor lo bastante potente, sería posible", declara a Business Insider.

Reproducción del asedio de Siracusa

Sener empezó a interesarse por el famoso matemático tras ver el tornillo de Arquímedes en un documental. Ya había realizado un proyecto para una feria de ciencias basado en ese dispositivo, que se utiliza a menudo en el riego.

"Como Arquímedes es un inventor tan asombroso, decidí investigar más sobre sus inventos", explica. Fue entonces cuando encontró el llamado rayo de la muerte.

Durante el sitio de Siracusa, entre 214 y 212 a.C., un general romano, Marco Claudio Marcelo, intentó invadir la isla de Sicilia.

Un historiador del siglo XII escribió que, "inclinando una especie de espejo hacia el sol", Arquímedes "quemó toda la flota romana". El escritor, Joannes Zonaras, basó la descripción en los escritos de un historiador anterior de un par de cientos de años después del asedio.

En su modelo a escala reducida, Sener ha utilizado lámparas de calefacción para representar al sol. Pequeños espejos cóncavos reflejan la luz en un trozo de cartón con una "X", que marcaba el objetivo.

Montaje de Brenden Sener para su proyecto de feria de ciencias.
Montaje de Brenden Sener para su proyecto de feria de ciencias.

Brenden Sener

"Es solo una versión reducida de lo más parecido que podía conseguir en la vida real", cuenta.

Un termómetro de infrarrojos medía el aumento de temperatura cada vez que Sener añadía un espejo. Con una bombilla de 100 vatios, el primer espejo calentó el objetivo unos 46 grados Fahrenheit (casi 8 °C).

Al añadir un segundo y un tercer espejo, la temperatura aumentaba entre 38 y 40 grados (entre 3 y 4 °C), mientras que el cuarto espejo la elevaba 50 grados (10 °C), hasta los 128 grados Fahrenheit (unos 53 °C).

Sener conjetura que el rayo de la muerte de Arquímedes no era imposible si se hubieran utilizado muchos más espejos y una fuente de calor más caliente.

Una larga historia de intentos de rayos de la muerte

Muchas otras personas han intentado recrear el rayo de la muerte con mayor o menor éxito.

El intento más reciente ha sido el programa de televisión Mythbusters (Cazadores de mitos), que se ha enfrentado tres veces al rayo de la muerte de Arquímedes y nunca ha conseguido hacerlo funcionar. En 2005, un profesor del MIT encendió un barco de madera con la técnica, pero un segundo intento fracasó.

Sin embargo, el rayo de la muerte ha cautivado la imaginación durante siglos.

El filósofo René Descartes lo consideró inverosímil en 1637. Más de 100 años después, el erudito Athanasius Kircher viajó a Siracusa para calcular la distancia a la que habrían llegado las embarcaciones romanas. En 1747, Georges-Louis Leclerc, conde de Buffon, naturalista francés, intentó su propio experimento con espejos.

En 1973, un ingeniero, Ioannis Sakkas, decidió que la historia era verosímil, porque utilizó espejos recubiertos de bronce para prender fuego a madera cubierta de alquitrán en solo un par de minutos.

No obstante, como señala Sener, los barcos en movimiento son objetivos mucho más difíciles. La nubosidad, la distancia a la costa y la humedad de la madera pueden afectar a la eficacia de la técnica.

Athanasius Kircher realizó un grabado que muestra cómo podrían haberse utilizado los espejos ardientes de Arquímedes.
Athanasius Kircher realizó un grabado que muestra cómo podrían haberse utilizado los espejos ardientes de Arquímedes.

Bettmann via Getty Images

Científicos e historiadores han señalado que Arquímedes disponía de otras armas menos delicadas y más rentables. Algunos han sugerido cañones de vapor o mezclas incendiarias como formas de quemar los barcos de los romanos.

También es posible que los griegos utilizaran espejos para deslumbrar a los marineros. Las superficies reflectantes y los barcos ardientes podrían haberse confundido en los siglos posteriores, creando posiblemente el mito del rayo de la muerte.

Independientemente de lo que ocurriera con Arquímedes, Sener está muy orgulloso del premio que le concedió la Biblioteca Pública de Londres por inspirar el interés de los estudiantes por la ciencia y la tecnología.

"Lo aprecié mucho", afirma.

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