Los coches autónomos de Uber, prohibidos en Arizona

Vicente Cano
Coche autónomo de Uber por las calles de una ciudad
  • El gobernador de Arizona suspende las operaciones de Uber con vehículos autónomos en este Estado.
  • Hasta ahora, Arizona ha sido uno de los Estado de EE.UU. que más facilidades daban para circular vehículos autónomos en pruebas.
  • Según ha declarado Aptiv —proveedor de estos sensores— a Autonews, el Uber autónomo había desconectado el asistente anticolisión del Volvo XC90 antes del accidente. 

El gobernador de Arizona, Doug Ducey, ha prohibido desde este lunes que los coches autónomos de Uber circulen por este estado de EE.UU. motivado por las dudas que generan la seguridad de estos vehículos tras el atropello mortal a un peatón en Temple, Arizona la semana pasada. 

Es importante recordar que este este estado de EE.UU. es desde hace 10 años un lugar habitual de pruebas para todas las empresas que están investigando tecnologías de conducción autónoma. De hecho, en Arizona, al menos hasta ahora, los coches autónomos solo necesitaban para circular el seguro de responsabilidad mínimo y su fabricante no estaba obligado a compartir información sobre ellos con las autoridades. 

Sin embargo, la muerte de Elaine Herzberg arroja muchas dudas sobre cómo Uber está desarrollando su plataforma de coches sin conductor. En una carta al CEO de Uber, Dara Khosrowshahi, el Gobernador de Arizona, Doug Ducey, explica que el vídeo sobre el atropello del coche autónomo de Uber ha levantado muchas dudas sobre si la compañía de San Francisco es capaz de operar estos vehículos con suficiente seguridad. 

Según ha publicado Autonews esta mañana, una fuente de Aptiv, uno de los suministradores tecnológicos de Volvo, ha asegurado que el Uber autónomo había desconectado los asistentes de seguridad del Volvo XC90 antes del accidente. Uno de de ellos, la alerta de colisión frontal, debería haber avisado al conductor de que se produciría una colisión inminente y, si hubiera tenido tiempo de frenar, se habrían mitigado las consecuencias del atropello en Temple

"El incidente que tuvo lugar el día 18 es una muestra incuestionable de que no han cumplido con las expectativas", asegura Ducey en una carta a la que ha tenido acceso USNews. Hasta fechas recientes, el Gobernador de Arizona ha sido un firme defensor en la movilidad autónoma como solución para los atascos y para los accidentes de tráfico. 

Volviendo al vídeo del siniestro, incluso aunque el coche autónomo de Uber tuviera desconectado los asistentes que vienen de serie en cualquier Volvo XC90, lo cierto es que el escáner debería haber sido capaz de detectar Elaine Herzberg cuando se aproximaba desde el arcén. Y es que este sensor usa tecnología láser (LIDAR) y no se ve afectado por la falta de luz.

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La mala suerte quiso que, al mismo tiempo que el peatón se cruzaba con el vehículo mientras este viajaba a 64 km/h, el conductor estaba mirando hacia otro lado. A esa velocidad, la probabilidad de fallecer en un atropello es del 85%, mientras que si el vehículo hubiera podido solo aminorar hasta 40 km/h, esta habría bajado solo al 50%. 

El viernes pasado, The New York Times informó citando documentos internos internos de Uber que, al parecer, mostraban que su programa de pruebas de coches autónomos estaba plagado de problemas. Al parecer, se reseñaban que tenía dificultades especialmente cuando circulan por zonas en construcción y que requieren de una atención del conductor mucho mayor que otros coches autónomos. 

El California, por ejemplo, otro de los Estados de EE.UU. donde se desarrolla la tecnología, los coches autónomos cuentan con un seguro adicional. Por otro lado, los datos de cuántas veces el piloto humano ha tenido que tomar los mandos quedan registrados en un informe al que las autoridades tienen acceso una vez al año, así como a todo el historial del vehículo y las posibles incidencias que haya sufrido. 

Uber no es la única empresa que realiza test en las vías públicas con vehículos autónomos —aunque sí es la única a la que se ha prohibido hacerlo en Arizona— que también están desarrollando Tesla, Waymo (Google) y Apple, además de la mayoría de fabricantes tradicionales. Todos quieren hacerse con la delantera en este mercado, una carrera tecnológica que cada vez cuenta con más críticos que solicitan a las autoridades ciertas garantías de seguridad pública antes de autorizar los test en carreteras abiertas.

 

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