Así combatían el calor los romanos hace más de 2.000 años

No es nuevo que el ser humano tenga que combatir el calor, los romanos ya se refrescaban a su manera con sistemas de refrigeración, papiros mojados o controlando la corriente de aire de las casas hace más de 2.000 años.

Los nobles y patricios romanos que podían, se marchaban de las ciudades más calurosas como Palermo, Nápoles o Roma hacia zonas de montaña o la costa italiana. Según Muy Interesante, no era nada raro que los más adinerados tuvieran una villa para pasar el invierno y otra para el verano.

Aquellos que no tenían la posibilidad de viajar, tenían que hacer uso de abanicos, refrescos, helados y piscinas públicas, muy similar hoy en día...

Hielo, abanicos, refrescos, helados y piscinas

Muchas domus romanas tenían un pozo en el que guardaban hielo, un bien casi de lujo para la época, refrescos y zumos de fruta. Los romanos ya tomaban helados, que se fabricaban a base de nieve o hielo picado mezclándolos con zumo de frutas o miel.

Además, los inventos como el abanico y el botijo ya existían hace más de 2.000 años y eran bastante populares entre todas las clases sociales romanas.

Los habitantes que tenían la suerte de vivir en una ciudad con acueducto podían disfrutar de agua fresca. Algunos incluso mojaban las paredes de sus casas con agua fría para refrescar el interior, ha asegurado Muy Interesante.

Algunas ciudades sicilianas venden casas por sólo 1 euro: así ha sido la experiencia.

Toda ciudad romana debía tener al menos unas termas de acceso libre para sus ciudadanos. Esta era otra forma habitual de combatir el calor en los peores días del año. Las termas romanas cuentan con un circuito de baños con piscinas de diferente temperatura, una de ellas es el frigidarium, la piscina de agua fría.

Los romanos se refrescaban también al aire libre con sus piscinas conocidas como natatio, similares a las piscinas actuales salvando las distancias. Estas piscinas públicas se llenaban los días de calor con personas que acudían a nadar y refrescarse.