La cola de caballo puede considerarse un fósil viviente, ya que se trata de una planta primitiva cuyo origen se remonta a los grandes árboles del paleozoico. 

Repartida a lo largo de Europa, Asia, Medio Oriente y América del Norte, su uso medicinal se remonta en el Viejo Continente a la Grecia y Roma antigua donde se usaba como remedio para detener hemorragias, curar úlceras y tratar problemas renales entre otros usos.

La cola de caballo contiene silicio, que ayuda a fortalecer los huesos. Por esa razón, a veces se usa como tratamiento para la osteoporosis. También se utiliza como diurético y como ingrediente en algunos cosméticos para el cuidado de la piel y el cabello.

Sin embargo, pocos estudios han investigado estos efectos en personas. Además merece prestar atención a algunos riesgos antes de consumirla.

¿Qué es la cola de caballo?

También conocida como equiseto, es una especie de arbusto perteneciente a la familia de las equisetáceas. Pariente cercano del helecho, la cola de caballo es una maleza sin flores con tallos huecos y brotes.

La planta contiene numerosos compuestos beneficiosos que le confieren los múltiples efectos promotores de la salud que se le atribuyen. 

De estos, destacan los antioxidantes, como flavonoides y la sílice, un compuesto formado por silicio y oxígeno que se cree responsable de los beneficios potenciales de la cola de caballo para la piel, las uñas, el cabello y los huesos indican desde el Mount Sinai.

Propiedades y posibles riesgos

La Agencia Europa del Medicamento (EMA) aprueba el uso tradicional de la cola de caballo como diurético en caso de afecciones urinarias leves y en su uso tópico para el tratamiento de heridas superficiales. 

Esto quiere decir que, "aunque no existan pruebas suficientes procedentes de ensayos clínicos, la eficacia de estos medicamentos a base de plantas es plausible y hay datos que demuestran que llevan utilizándose así de manera segura al menos 30 años".

Una de sus propiedades más conocidas es su contribución a la salud ósea. Estudios en probeta y animales, recogidos por Healthline, han encontrado que esta planta mejora significativamente la densidad ósea, pero no hay evidencia relevante en personas.

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El contenido en silicio también se ha relacionado con una mejora del cabello, algo que algunas investigaciones parecen probar. Sin embargo, la mayoría de los estudios se enfocan en una mezcla de múltiples compuestos, lo que hace que la evidencia de los efectos de la cola de caballo por sí sola aún sea limitada.

Esta hierba podría disminuir los niveles de azúcar en sangre en pacientes diabéticos, advierten desde Sanitas. También puede reducir los niveles de potasio y de litio al aumentar su eliminación.

Desde la Biblioteca Estadounidense de Salud previenen que la cola de caballo puede causar deficiencia de vitamina B1 cuando se usa a largo plazo.

"Es posible que no sea seguro tomar productos de cola de caballo que contengan tiaminasa. La tiaminasa descompone la vitamina tiamina. Esto podría provocar una deficiencia de tiamina. Algunos productos de cola de caballo están etiquetados como 'sin tiaminasa', pero no hay suficiente información confiable para saber si estos productos son seguros o cuáles podrían ser los efectos secundarios", explican.

La agencia europea también recuerda que los diuréticos no deben tomarse sin consejo médico cuando se ha recomendado una ingesta reducida de líquidos para afecciones existentes, como enfermedad cardíaca o renal grave.

Cómo se toma la cola de caballo 

La EMA establece diferentes dosis en función de cómo se tome la cola de caballo, no siendo recomendada para menores de 12 años.

Esta puede aparecer como componente de medicamentos, ya sea en infusión, extracto líquido, extracto seco o en polvo. También como parte de cosméticos.

Por lo que es conveniente consultar con el médico o el farmacéutico antes de empezar a tomarla, para un consumo seguro.