Comer o no carne roja: mitos frente a evidencias

carne roja
  • El debate entre comer carne roja o no sigue, con partidarios y detractores, ambos basando sus conclusiones en estudios científicos.
  • Los partidarios de la dieta basada en carnes rojas, la paleodieta, matizan la diferenciación importante entre carnes naturales y procesadas, además del cocinado para evitar compuestos perjudiciales. 

¿Carne roja sí o carne roja no?

Es probablemente la discusión alimenticia más habitual y con menos consenso, no respecto a cuestiones ideológicas y ecológicas, sino de pura ciencia. Unos defienden su ingesta moderada e incluso muy restringida, y otros todo lo contrario, abogando porque la carne roja forme parte incluso de nuestra basa alimentaria junto con la fruta (que no la verdura).

¿Quiénes tienen razón? Es cierto que el país más longevo del mundo, Japón, apenas consume carne roja, pero el segundo, España, sí, aunque cada vez menos, en parte por la pérdida de poder adquisitivo y los altos precios crecientes de este tipo de carne, optando por carnes blancas. 

En dicho caso podría parecer que la longevidad se debe a otros factores, o quizás el de la carne roja es menor. ¿Es así? Pues hay estudios que avalan una cosa y la otra. 

El último estudio, en contra

Comencemos por el último estudio que se ha hecho al respecto, aunque hay otros muchos que llegan a la conclusión de que las dietas ricas en carne roja y procesada (es un matiz importante) se asocian a mayores riesgos de ciertos cánceres, diabetes de tipo 2 y enfermedades cardiovasculares

El más reciente estudio se ha publicado en la revista científica BMC Medicine, que más bien analiza otras 37 publicaciones sobre el tema, con una conclusión: cambiar 50 gramos de carne procesada al día por entre 28 y 50 gramos de frutos secos al día reduce la incidencia de enfermedades cardiovasculares en un 27%.

Sin embargo, a pesar de tantos trabajos llevados a cabo en Estados Unidos, Europa y Asia, la aplicación práctica de esta sustitución de carne roja o de productos animales como aves, pescado y mariscos, no suponía una reducción del riesgo cardiovascular. Sí en una disminución del 22% de desarrollar diabetes tipo 2 y un 21% menos de fallecer prematuramente. 

¿La destrucción de un mito?

Por contra, hay también estudios científicos que demuestran lo contrario y que abogan así, incluso, por una dieta basada en carnes rojas, eso sí, con el importante matiz de que no estén procesadas y que provengan de pastos naturales, sin que contengan químicos. Obviamente, el mercado de este tipo de carne supone un desembolso grande. 

Estos consumidores asiduos de carnes rojas seguirían así el concepto de paleodieta, es decir, comer lo que comían nuestros ancestros antes de la agricultura, que es cuando, según también esta corriente, el ser humano empezó a comer contra natura, con la llegada de los cultivos de cereales, y que sería la base de todas las enfermedades y dolencias modernas, desde la diabetes al cáncer. Hasta entonces, la dieta se basaba en la caza y en la fruta y frutos secos que se encontraban, de ahí la combinación de carne más fruta como base. ¿Qué estudios avalan esto?

La carne roja y la salud

La carne roja natural de pasto que viene de animales rumiantes y libres (siempre hay que tener en cuenta esta diferenciación frente a la procesada, que lo consideran puro veneno), sería lo más saludable y menos inflamatorio para el organismo, no ya por encima de otras carnes, sino de verduras. 

¿Por qué la carne roja sería mejor que la blanca, que es la que se suele recomendar? Primero por su mayor contenido en hierro, omega-3, vitaminas de la familia B y minerales como en zinc. También desmontan otros mitos, como explica el divulgador Pau Ninja en este artículo basado en evidencias científicas, como la presencia de nitrosaminas y otros compuestos perjudiciaales y potencialmente cancerígenos, ya que estos aparecen no por la carne en sí, sino por el tipo de cocinado, al freír a alta temperatura. Otra clave sería, por tanto, cómo se cocina y no qué se cocina. 

El último estudio a favor de la carne roja

Un nuevo estudio respaldado por la Fundación Británica para la Nutrición ha arrojado luz sobre la importancia de la carne roja en la dieta y sus beneficios para la salud en todas las etapas de la vida. Realizado por un equipo de expertos que analizaron datos de 103 trabajos científicos anteriores, el estudio destaca la conexión entre el consumo de carne roja y la reducción de deficiencias de minerales esenciales, estimulando el sistema inmune y mejorando la función cognitiva.

El informe revela que la inclusión de carne roja en la dieta puede ayudar a cerrar la brecha entre las ingestas recomendadas de minerales esenciales y las tasas actuales, especialmente en el caso de vitaminas y minerales fundamentales como hierro, vitamina A, vitamina D, selenio, magnesio, potasio y zinc.

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