El sector textil aumenta su facturación un 3%, pero sigue lejos de recuperar el terreno perdido tras la pandemia

El escaparate de una tienda de ropa en el centro de Madrid
  • Las tiendas de ropa han facturado 11.021 millones de euros en 2023, lo que supone una discreta recuperación del 3,4% frente a un 2022 que parecía dibujar un renacer de la industria.
  • El sector sigue lejos de recuperar el terreno perdido tras la pandemia y se encomienda al futuro inmediato para su supervivencia. 

El sector textil patrio sigue sin recuperar el terreno perdido. Su facturación en 2023 se situó en los 11.021 millones de euros, lo que supone una discreta mejora interanual de 3,4%, de acuerdo a los datos presentados este martes por la gran patronal del sector, Acotex (Asociación Nacional del Comercio Textil, Complementos y Piel).

"Ya un crecimiento es un dato positivo", incide Eduardo Zamácola, presidente de Acotex. No obstante, el dato evidencia cómo la industria textil fue perdiendo fuelle a lo largo del ejercicio, hasta finalizar diciembre, periodo clave, con un avance residual de las ventas —menos del 1%—. 

Los datos impactan en un sector que, además, venía de un intento de recuperación en 2022. El curso pasado las ventas alcanzaron los 10.658 millones de euros, lo que implicó una mejora de casi el 20% tras 2 años de sangría. 

Ahora, nuevo informe mediante, la recuperación sigue sin ser firme y el deseo de recuperar el terreno perdido a raíz de la pandemia parece casi un imposible, al menos, en el corto plazo. Cada vez más lejos quedan, por tanto, los 18.000 millones anotados en 2019, en concreto, un 39% por debajo.

Hace un año, el propio Zamácola lo veía inviable. No falló en su pronóstico: "Yo creo que obviamente este año 2023 no se va a dar y me temo que en 2024 tampoco, tendremos que ver cómo avanza todo poco a poco". 

No obstante, el futuro no parece ser tan negro para el presidente de la patronal: "Vamos a mejor", asegura. En cualquier caso, la autocrítica, insiste, debe existir: "Hay que pensar que estamos haciendo mal el sector". 

Marzo negro para la moda: las ventas pinchan en un 8% y obligan al sector a encomendarse al mes de abril para salvar el año

La moda desplazada del interés del ciudadano y abre un mal dominó 

No ayudan a pensar en un escenario más positivo las circunstancias actuales, con la moda representando un 3,9% de la cesta de compra, siendo la alimentación la que mayor peso tiene (19,2%). 

Las familias españolas han gastado 922 euros, es decir, 43 euros más que en 2022, en el sector textil. El discreto avance hace cada vez más imposible soñar con volver a esos más 1.800 euros que se gastaron en el 2006. Desde entonces el gasto ha ido cayendo sin remedio.

Un discreto avance que el directivo no vincula tanto a vender más prendas como al hecho de las empresas que han podido han trasladado este alza de costes al consumidor. 

Estos datos vienen aparejados de otros, los del tejido empresarial del sector. Existen 43.879 puntos de venta abiertos, 99 establecimientos menos y cada vez más lejos de los cerca de 62.000 establecimientos de antes de la pandemia.

En la actualidad hay trabajadores 166.789, lo que supone una escasa subida del 0,83%. Respecto a 2019, cuando la industria empleaba a 200.000 trabajadores, el desplome es del 16,6%.

¿Dónde y cómo se vendió más?

En 2022, el e-commerce del textil representó el 16%, mismo nivel que 2022 y frente al 15% del 2021—en años previos la cifra oscilaba el 8%—.

Sigue siendo la moda de mujer la que lleva la batuta de la industria, aglutinando el 33% de las compras a pesar de haber caído ligeramente frente a 2022 (33,7%), la masculina recupera hasta el 32%,y la moda de niño sube hasta representar un 16%.

En 2023 continúa el desigual reparto de la facturación entre diferentes formatos comerciales. Así, las tiendas multimarca siguen perdiendo cuota de mercado. Han pasado de tener el 17 % en 2019 a tan sólo alcanzar un discreto 9,5%. Los líderes absolutos son las cadenas especializadas que representan el 39% de las ventas. 

En el escenario geográfico, siguen liderando los vascos, invirtiendo casi 414 euros; seguidos de los madrileños y los cántabros, con 377 y 368 euros, respectivamente. Los que menos gastan en moda siguen siendo los ciudadanos de Baleares, con 223 euros de gasto medio.

Las alegrías siguen viniendo desde el turismo, postulado como el motor tractor de la industria. Tanto es así que las compras de moda por parte de los turistas han superado los 108 millones, lo que implica una mejora del 25% frente al ya potente 2022, cuando se elevaron un 149%. 

Los turistas, incide Zamácola, invierten un 78% de su presupuesto en moda y complementos, frente al 9% depositado en cultura o al 4% en electrónica. 

Reseñable, en este sentido, es cómo Málaga se postula ya como las calles más caras. De hecho, lo hacen con dos ubicaciones —la zona del Muelle y la céntrica calle Marqués de Larios—, por encima ya de Madrid y Barcelona. 

En lo que respecta al presente ejercicio, el sector no atraviesa una mejor situación. Hace unas semanas, Acotex avanzaba que la venta de ropa había caído un 8% en el mes de marzo. "Se trata de un periodo peor de lo esperado", explicaba la patronal.

El dato constata la grieta. Para encontrar un marzo con un pinchazo de este nivel hay que echar la vista atrás hasta 8 años, cuando en 2016, las ventas del tercer mes del año cayeron un 8,7% para, posteriormente, caer aún más, en 2018 (un -13%).

Con los números actuales, el sector se ve obligado a encomendarse al mes de abril para salvar el año, lo que, en palabras de su máximo representante, es aún posible. 

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