4 estrategias para dejar de tomar malas decisiones, según la psicología

¿Alguna vez has pensado cuántas decisiones tomas al día? 

La ciencia señala que alrededor de 35.000 y va más allá, apenas el 1% de ellas se hacen manera consciente. Está claro que todas no pueden ser buenas, pero algunas afectan de forma más trascendental y el precio de equivocarse puede ser muy distinto. 

La buena noticia es que, según la psicología, existen estrategias para dejar de tomar malas decisiones y cambiar la inercia de malas decisiones que pueden llevarte a perder el rumbo de tu vida.

Aprender a tomar buenas decisiones es vital para crecer y desarrollarte personal y profesionalmente, ya que atañe a todos los aspectos de tu vida.

Mirar al pasado

No hagas caso a eso de no mirar atrás. La psicóloga Susana Krauss señala que es interesante recapitular para buscar un patrón común en tus propios sesgos y errores de pensamiento, que se han reflejado en tus malas decisiones.

Analizar esos errores te dará la información que necesitas, considerar todos los hechos y perspectivas posibles antes de decidir.

Céntrate en una sola cosa

¿Conoces el monostasking? Viene siendo lo contrario al multitasking o la cultura de hacer varias cosas a la vez. La psicología advierte que poner atención en diferentes asuntos te lleva a perder cierta información y, por lo tanto, es casi irremediable equivocarse.

Pon tu atención en las cosas que sean más importante para ti e intenta evitar todo lo que puedas la multitarea.

Escribe

Escribir es sanador, pero no solo eso, también es una herramienta para ayudarte a clarificar las ideas. No basta con hacerlo mediante un teclado, si quieres que te ayude más aún, escríbelo a mano, ya que tu cerebro lo procesa mejor de este modo.

Refleja sobre el papel tus ideas y pensamientos para comprender mejor la consecuencia de cada decisión y elegir de manera más consciente.

Aprovecha tus momentos de productividad

Te conoces mejor que nadie y sabes en qué momentos del día eres más productivo. Aprovéchalo en tu beneficio y evita los momentos en los que estás más disperso. Si estás cansado o desconcentrado, es probable que no veas todo con perspectiva y luego te arrepientas.

Otra estrategia es pedir consejos a otras personas que tengan más experiencia en el área sobre el que estás decidiendo. Al escuchar las perspectivas de otras personas, puedes obtener información valiosa que tal vez no habías considerado antes.