Yoga facial o cómo ejercitar los músculos faciales para reducir los efectos de la edad
- El yoga es una disciplina milenaria que consiste en la combinación de ejercicios de meditación y respiración.
- El los últimos meses se ha empezado a practicar una de sus variantes: el yoga facial.
- Esta técnica consiste en una serie de ejercicios que previenen las arrugas, disminuyen las ojeras y mejoran la circulación del rostro.
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El yoga es una disciplina milenaria que consiste en la combinación de ejercicios de meditación y respiración. La propia Organización de las Naciones Unidas (ONU) promueve su práctica para mejorar el bienestar tanto físico como mental.
A pesar de llevar décadas implantada en la cultura occidental, ha sido en los últimos meses cuando se ha empezado a hablar de una de sus variantes más específicas: el yoga facial. Ahora, momentos en los que se ha extendido en mayor medida la tarea de cuidarse, es cuando esta actividad está empezando a crecer.
El yoga facial coordina una serie de ejercicios, a modo de masajes, que ayudan a mejorar la firmeza de la piel así como la circulación sanguínea del rostro. De esta forma pueden conseguirse resultados como la prevención de arrugas, disminución de ojeras y bolsas o pieles más firmes, entre otros.
Algunos ejercicios de yoga facial
Apretar demasiado los dientes en ocasiones puede llevarnos a sentir dolores en la zona del músculo masetero. Un ejercicio para evitar esto es pellizcarse suavemente la línea de la mandíbula debajo de la barbilla utilizando tres dedos de ambas manos (índice, medio y pulgar). Presionar hasta soltar a lo largo de la mandíbula hacia las orejas. El ejercicio hay que repetirlo tres veces.
Para mejorar la circulación, aumentar el brillo de nuestra piel e incrementar su volumen, hay que apretar suavemente las mejillas (y todo el área de la cara) utilizando el pulgar y el índice durante 30 segundos.
Reducir las bolsas y las ojeras es tan sencillo como entrecerrar los ojos y moverlos de un lado hacia otro. Este ejercicio también puede realizarse llevándolos hacia arriba y hacia abajo.
Los golpecitos suaves empleados con las yemas de los dedos sobre el rostro también ayuda a reducir las temidas patas de gallo, las bolsas y las ojeras, además de que servirá para reactivar la circulación de esa zona.
Existen herramientas como el rodillo de jade y el gua sha que potencian los efectos de los masajes realizados a través del yoga facial. Su uso se recomienda una vez aplicado el último paso de nuestra rutina facial.
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