Esta es la receta definitiva que te permitirá elaborar huesos de santo perfectos, según los consejos de los expertos. 

Este postre tan típico de la época otoñal se compone de un tipo de mazapán relleno, lo que le da aspecto de tibia –de ahí viene su curioso nombre–.  

Según explican desde Turrones y Dulces, para elaborarlo lo primero será dividir los ingredientes para hacer huesos de santo para cada una de las elaboraciones que lo componen: la exterior y el relleno de yema. 

En el primer caso será necesario juntar 200 gramos de almendra molida, 120 gramos de azúcar y 90 mililitros de agua, aunque esta última cantidad podrá variar en función de la textura que se quiera conseguir. 

Por otro lado, para el interior será necesario hacerse con 4 yemas de huevos grandes, 100 gramos de azúcar y 50 mililitros de agua. 

Una vez juntados todos los productos necesarios, el siguiente paso será comenzar con la elaboración del mazapán. 

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Así, en un cazo al fuego se deberá preparar almíbar de hebra gruesa mezclando el azúcar y el agua. Según explican en la misma fuente, se sabrá que ha llegado al punto exacto cuando se cae en forma de hilo sin interrupciones –tal y como precisan, esto se produce cuando se alcanzan alrededor de 110 grados–. 

A continuación, habrá que dejar atemperar mientras se va añadiendo la almendra molida poco a poco, removiendo para hacer una pasta más o menos uniforme. Una vez conseguida esta textura, se tendrá que dejar reposar durante varios minutos mientras se prepara el relleno. 

En este caso, lo ideal será preparar un almíbar ligero con el azúcar y el agua, dejarlo enfriar y, después, añadir las yemas batidas. 

El siguiente paso para hacer los huesos de santos perfectos será poner la mezcla al baño maría con el fuego muy suave sin dejar de remover hasta que se alcance una textura más o menos espesa. De acuerdo con las recomendaciones de la misma web, se deberá evitar a toda costa que hierva, ya que esto podría hacer que se corte. 

Por último, solo quedará proceder al montaje. 

Según explican, será necesario un rodillo para extender el mazapán sobre una mesa y darle un grosor de 3 o 4 milímetros, echando azúcar glas para evitar que se pegue. Tras esto, se deberá darle la típica forma de canutillos y marcar las líneas de los huesos de santo usando un tenedor. 

Tan solo quedará dejar que se enfríe y se endurezca en el frigorífico durante unas horas y rellenarlos con la yema –desde la misma fuente recomiendan hacerlo utilizando usando una manga pastelera para que sea más fácil–. ¡Y ya está, listos para comer unos huesos de santos riquísimos!