Por qué las compañías de cruceros necesitan más que nunca sus islas privadas
- Las compañías de cruceros gastan mucho en islas privadas y destinos exclusivos para sus huéspedes.
- Estas propiedades privadas en el Caribe son una fuente de ingresos para compañías como Carnival y Royal Caribbean.
A unos 225 kilómetros al este de Miami, la isla privada de Royal Caribbean en las Bahamas, Perfect Day at CocoCay, recibe a miles de familias entusiasmadas prácticamente todos los días del año.
La compañía de cruceros y muchos de sus competidores no se limitan a poseer barcos, sino que también cuentan con una cartera de propiedades en tierra. En todo el Caribe y en países como Honduras y Belice, prácticamente todas las grandes compañías de cruceros se han hecho con propiedades en primera línea de playa para ofrecerlas en exclusiva a sus huéspedes.
Para los viajeros, estos apartados puertos de escala son cómodos, seguros y bien valorados: "A la inmensa mayoría de la gente le encantan las islas", explica a Business Insider Patrick Scholes, director general de investigación de alojamiento y ocio de Truist Securities.
Para las compañías de cruceros, son una fuente de ingresos. Y ahora, quizá más que nunca, son una necesidad, ya que los operadores buscan beneficios mientras luchan contra unos costes de explotación crecientes y unos puertos cada vez más restrictivos.
El sector se adentra en el renacimiento de las islas privadas
Líneas de cruceros como Princess, Holland America y MSC poseen en conjunto 16 puertos y destinos privados en el Caribe (incluidas propiedades aún en desarrollo).
Muchos de ellos, como CocoCay, son todo un éxito.
Michael Bayley, presidente y consejero delegado de Royal Caribbean International, declaró a los analistas en 2023 que la isla privada había experimentado una fuerte demanda, incluso por parte de viajeros frecuentes. Tanto es así que los rendimientos financieros de la inversión de 350 millones de dólares (323 millones de euros), lanzada en 2019, han sido "excepcionalmente altos y significativamente por encima de su objetivo", afirmó unos meses antes Naftali Holtz, director financiero de Royal Caribbean Group.
Dado el apetito de los viajeros, Royal Caribbean ha seguido ampliando su espléndida escapada a las Bahamas.
Su última incorporación, el Hideaway Beach, exclusivo para adultos, se inauguró en enero y se suma al parque acuático de 14 toboganes, el exclusivo club de playa, la enorme piscina y las playas bordeadas de sombrillas de CocoCay.
Pero no ha terminado: el gigante de los cruceros tiene previsto inaugurar su próximo complejo, un club de playa privado de casi siete hectáreas en Paradise Island, Nassau (Bahamas), en 2025.
Carnival Corp también está actualizando su popular isla privada, Half Moon Cay, con un muelle adicional para acomodar sus barcos más grandes, aumentando la capacidad de huéspedes del destino.
Al igual que su competidor, Carnival tiene más planes para ampliar sus propiedades inmobiliarias, esta vez con Celebration Key, un exclusivo complejo turístico de 500 millones de dólares (460 millones de euros) en la isla de Gran Bahama, que abrirá sus puertas en 2025.
La conquista terrestre del sector de las vacaciones en el mar podría seguir creciendo: dadas sus ventajas, Scholes afirma que no le sorprendería que Royal Caribbean anunciara planes para construir otra isla privada en los próximos cinco años.
Estas son las tres razones por las que los destinos privados gestionados por cruceros han cobrado tanta importancia.
1. El combustible es caro
El combustible es uno de los mayores gastos de la industria de cruceros. Afortunadamente, la mayoría de los destinos privados del Caribe están a tan solo una noche de navegación de los principales puertos de cruceros de Florida.
En medio del aumento de los costes de combustible, es fácil ver por qué las líneas de cruceros querrían planificar más itinerarios en torno a estas paradas cercanas.
En septiembre de 2023, Josh Weinstein –presidente, consejero delegado y director de clima de Carnival Corp– calificó el próximo Celebration Key de "ganancia mutua para el medio ambiente, nuestros huéspedes y el pueblo de las Bahamas", citando la proximidad de la propiedad a sus puertos de origen en Florida y la consiguiente reducción del gasto en combustible.
Sin duda, podría ser una "victoria" para los viajeros: en la misma conferencia, señaló a los analistas que un recargo por combustible para los huéspedes "ciertamente no se descarta."
2. Los destinos privados se quedan con los beneficios
Antes de su debut, las reservas para CocoCay's Hideaway Beach superaron las expectativas de la compañía, según declaró Jason Liberty, presidente y consejero delegado de Royal Caribbean Group, a los analistas en octubre de 2023.
La entrada cuesta hasta 89 dólares (82 euros) por persona en temporada alta. Cerca de allí, la entrada al club de playa más exclusivo podría rondar el triple de ese coste.
Incluso las zonas de la isla que, por lo demás, son gratuitas, cuentan con opciones que invitan a gastar más, como casetas de alquiler y equipos de buceo.
Los viajeros que se conforman con una silla de playa básica y el bufé del almuerzo no tienen por qué darse estos lujos tan caros. Pero es difícil resistirse a ellos, sobre todo ahora que los cruceristas están deseando derrochar en sus vacaciones.
Para las familias, saltarse el parque acuático de CocoCay podría ser un sacrilegio tan grande como saltarse Disney World durante unas vacaciones en Orlando, afirma Scholes. Un pase de un día para Thrill Waterpark puede superar los 100 dólares (92,5 euros) por persona, es decir, más de 400 dólares (370 euros) por el desagüe para una familia de cuatro miembros en una sola tarde.
Estos destinos ofrecen muchas oportunidades para gastar a lo grande. Y como no hay necesidad de depender de otros operadores de excursiones, permiten a las líneas de cruceros quedarse con más beneficios a nivel interno.
3. Algunos puertos populares rechazan los cruceros gigantes
El mayor crucero del mundo, el Icon of the Seas de Royal Caribbean, tiene capacidad para 7.600 pasajeros y 2.350 tripulantes.
Esta repentina afluencia de viajeros podría saturar los destinos más pequeños y a sus habitantes, como los poco más de 25.000 residentes de Santorini (Grecia) y los 25.600 de Key West (Florida).
Con problemas como la contaminación y el exceso de turismo, no es de extrañar que la popular isla griega tenga un límite diario de visitantes de cruceros, mientras que su homóloga de Florida se ha enfrentado a una tensa batalla para restringir el turismo de cruceros.
No son los únicos. Ciudades de Estados Unidos y Europa limitan cada vez más la llegada de viajeros por mar, ya sea mediante restricciones de tamaño, límites diarios de visitantes o prohibiciones totales. Esto incluye puertos tan deseados como Juneau (Alaska), la Polinesia Francesa y Venecia (Italia).
Irónicamente, al mismo tiempo, las compañías de cruceros de gran consumo han seguido aumentando el tamaño de sus buques, hasta el punto de que varios de estos nuevos megabuques son demasiado grandes para entrar en algunos puertos.
Así que, si no puedes vencer a los puertos, ¿por qué no unirte a ellos? Sobre todo si puedes equipar tus propiedades privadas con docenas de servicios que aumenten tus beneficios.
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