España está entrando en una etapa de "grave problemática" de aumento de precios en las viviendas nuevas y de moderación en la compraventa, según Fotocasa.

El mercado inmobiliario español ha cerrado 53.999 operaciones en junio de 2023, de acuerdo con los datos provisionales publicados este viernes 4 por el INE, lo que supone una caída del 6,4% respecto al mismo mes del año pasado y una bajada del 3,8% frente a mayo del actual. Es, también, el sexto descenso consecutivo.

"Estos datos nos muestran, un mes más, que la tendencia de ralentización en las compraventas se consolida en los seis primeros meses de 2023", analiza en un comunicado María Matos, directora de Estudios de Fotocasa, quien observa el inicio de "una época de normalidad y estabilización".

Esta llegaría después de "dos años muy intensos y con cifras muy positivas" para el sector inmobiliario, que ha dejado atrás la euforia de un 2022 que fue el año con mayor número de compraventas de los últimos 15.

Por otro lado, la cifra compartida por el Instituto Nacional de Estadística vuelve a superar la barrera de las 50.000 transacciones inmobiliarias —por quinta ocasión en este año, cuando en 2021 y 2019 se consiguió una y ninguna vez, respectivamente— y eleva a 315.783 las realizadas en este primer semestre: un 19% por encima del dato prepandémico (266.018 compraventas de viviendas en 2019).

"Las subidas de tipos no han congelado la demanda latente, sino que solo están afectando a la ‘sobredemanda’ surgida" del año pasado, interpreta la también portavoz de Fotocasa.

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Las compraventas de fincas registradas en junio de 2023 han sido de 106.051, con descenso tanto mensual (-3,3%) como interanual (-1,6%), según el INE. Ese total incluye las mencionadas 53.999 viviendas, que se desglosan en libres (representan la gran mayoría, el 92,3%) o protegidas (7,7%), y en nuevas (19,4%) o usadas (80,6%).

Las 10.467 compraventas de vivienda nueva en junio de este año implican una bajada mensual de un 1,8%, pero un aumento interanual del 10,7%, mientras que las 43.532 viviendas de segunda mano reflejan una ralentización, con descenso tanto mensual (-4,3%) como interanual (-9,7%).

"La tipología de vivienda de obra nueva sigue viviendo un auge sin precedentes desde el estallido de la pandemia, y por eso una gran mayoría de ellas se compran sobre plano. La vivienda a estrenar tiene muy fácil salida, porque cuenta con características que cumplen con los nuevos requisitos de búsqueda de los compradores", interpreta María Matos.

"Sin embargo, podemos encontrarnos con una grave problemática de subida de precios, si la demanda continúa tan latente. No solo por la inflación, que afecta al coste de los materiales, a la producción y logística, que ha ocasionado la ralentización y paralización de algunas promociones, sino [también debido] a la demanda de compra tan fuerte y solvente frente a los niveles productivos tan escasos de la vivienda a estrenar", advierte.