7 consejos para hacer una presentación oral perfecta, según los expertos

• Las presentaciones orales suponen para mucha gente un gran problema: se ponen nerviosos, se equivocan al hablar u olvidan partes fundamentales de su ponencia.
• Existen muchos trucos para minimizar estos daños, pero aquí tienes 7 consejos para que la tuya sea un éxito.
• Repasar 10 veces el discurso, interactuar con el público o cuidar tu lenguaje corporal, son algunos de los consejos que sugieren los expertos.
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Cuando llega el momento de dar un discurso o hacer una presentación oral ante el público, muchas personas tienden a ponerse muy nerviosas, titubear, o incluso llegar a desarrollar lo que se conoce como "pánico escénico". 

Depende de cada individuo, del tema a exponer, de la actitud del público... El éxito de una presentación oral depende de numerosos factores, pero si hay uno que se puede controlar con relativa certeza es la preparación del ponente. 

Es probable que ya hayas preparado tu discurso y estes completamente listo para lo que sigue, pero por si acaso aquí tienes 7 consejos para que la presentación salga según lo previsto:

Ten en cuenta la regla 10/20/30 a la hora de preparar la presentación

Es una de las técnicas más conocidas en cuanto a presentaciones electrónicas (Power Point por ejemplo) se refiere. Fue creada por Guy Kawasaki, escritor y especialista en el ámbito de las nuevas tecnologías y el marketing.

Kawasaki apunta que para dinamizar una exposición no debe haber más de 10 diapositivas, tampoco tener una duración mayor a 20 minutos, ni que el tamaño de letra empleado sea inferior a 30 puntos. 

“Nunca he oído una presentación que fuera demasiado corta. Una presentación no puede ser demasiado corta porque, si es buena, conseguirá que los oyentes hagan preguntas y la alarguen”, explica Guy Kawasaki en su libro El arte de empezar.

Ensaya al menos 10 veces

Otra de las claves para salir triunfante de una presentación oral, es bastante obvia pero igualmente efectiva. El coach y escritor Carmine Gallo ha publicado un artículo en Inc. desarrollando sus razones por las que ensayar 10 veces es lo mejor.

Gallo asegura que practicar el discurso 10 veces puede distinguirte de tus competidores (si por ejemplo fuese un debate); además elevará tu confianza, tanto en ti mismo como en tu discurso; y ayudará a mejorar tu lenguaje corporal, un importante aliado. 

Vigila tu lenguaje corporal

Tu lenguaje corporal dice mucho de cómo te sientes en cada momento. Si estás nervioso ante una presentación, o inseguro, deberás controlar tus gestos y tu posición frente al discurso. Tambalearte, entrecruzar los dedos o jugar con tu ropa son reacciones normales ante el estrés, pero acciones que debes evitar.

Tampoco se trata de mantenerte estático en la tribuna, si no que tus gestos y expresiones vayan en consonancia con las palabras que estas pronunciando dando mayor énfasis en aquellos momentos del discurso donde sea necesario.

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Interactúa con el público

Esta es una de las mejores estrategias tanto para comprobar la eficacia de tu discurso (si ha calado en el público) como para resolver dudas que se hayan podido crear a lo largo de la narración. 

Por eso es importante que des la palabra también a los oyentes y puedan formular preguntas y aportar datos. Como sugiere Universia, puedes emplear frases como "muy buena pregunta", o "excelente aporte" para enfatizar esa relación; y además, ganarás unos segundos para pensar lo que vas a responder. 

Repite el mensaje central para que el público lo recuerde

Cuando expones un proyecto delante de un grupo de personas tu intención principal es convencerles de que lo que has hecho es lo mejor que podía ser.

Aunque tu argumentación sea perfecta, tu misión principal es que retengan la información más importante, por lo que es una buena idea repetir durante el speech el mensaje principal de manera clara y concisa. 

La idea es que este mensaje perdure en la mente de los oyentes, por lo tanto, según Universia deberás al menos repetirlo 3 veces durante tu exposición. 

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Intenta establecer contacto visual con la audiencia

El contacto visual es una de las mejores formas de persuasión. Esa conexión visual con el espectador genera en él la sensación de que le estas hablando personalmente, que esa exposición está hecha para él, según Universia. 

Los oyentes se distraerán menos si sienten que forman parte de tu discurso y será más fácil mantenerlos concentrados hasta el final, así que tómate tu tiempo en mirar uno a uno a todo el público de la sala, o al menos a las primeras filas. 

No te olvides de preparar un buen cierre

Al acabar una ponencia procura dejar un buen recuerdo sobre ella. Se basa en el mismo principio que el de repetir el mensaje principal y es que los oyentes salgan con una sensación de plenitud, que sientan que tu discurso les ha aportado algo nuevo y sobre todo que recuerden aquello que has preparado. 

Puedes crear unas tarjetas con las ideas clave para repartirlas al final, o incluso algún objeto o prototipo que ayude a los que han acudido a recordarte y en definitiva se lleven una muy buena impresión.

Estos detalles reflejan preparación, dedicación y aprecio, que se valoran muy positivamente en las intervenciones ante un gran público.