Bruselas da hasta enero como plazo para remitir opiniones sobre el Reglamento de Mercados Digitales que afectará a las grandes tecnológicas

La consulta pública sobre las cuestiones procesales del Reglamento de Mercados Digitales que transformará para siempre el papel de las grandes tecnológicas en la Unión Europea está pasando desapercibida. Esta norma entró en vigor a principios de noviembre, aunque no será de aplicación hasta mayo del año que viene. Todavía quedan unos pasos que dar en el calendario.

Dicha consulta se abrió en realidad el 9 de diciembre pero no se comunicó públicamente apenas unos días después. El plazo para recibir impresiones termina el 6 de enero, y por el momento, según consta en el portal comunitario Have Your Say —ten tu voz, en inglés—, solo se ha recabado la escueta impresión de un ciudadano italiano.

La opinión de dicho ciudadano plantea el desafío que puede suponer este Reglamento de Mercados Digitales —DMA, por sus siglas en inglés— ante el principio jurídico ne bis in idem, según el cual nadie puede ser procesado por la misma infracción. Se trata de un principio que se aplica no solo en la DMA, sino en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.

Más allá de las dudas que esta persona tiene con la atención que la DMA tiene ante ese principio, en casi 2 semanas con el período de consulta abierto no se han compartido más impresiones. Ni por parte de más ciudadanos, ni por expertos en procesal, ni por las propias tecnológicas que en un futuro se podrían ver muy afectadas por esta norma.

La DMA, igual que el Reglamento de Servicios Digitales —todavía en trámites legislativos—, forman parte del paquete legislativo a las grandes tecnológicas que la Comisión Europea de Ursula von der Leyen ha diseñado para este mandato.

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Este Reglamento de Mercados Digitales será de aplicación el 2 de mayo del año que viene, pero el proceso para que su aplicación sea total no culmina ahí. Los guardianes de acceso, nombre jurídico con el que se conoce a las grandes plataformas digitales, tendrán hasta el 3 de julio para detallar a la Comisión Europea cuáles son los servicios que ofertan con su modelo de negocio.

Esas comunicaciones servirán para que la Comisión Europea vaya respondiendo a los interesados si el DMA les será o no de aplicación. El plazo máximo para que el Ejecutivo comunitario dé esas respuestas es el 6 de septiembre.

La norma se aplica solo a esos guardianes de acceso, gatekeepers o sencillamente plataformas digitales de más de 45 millones de usuarios, cuyo volumen de negocio en la Unión Europea supere los 7.500 millones de euros en los 3 últimos ejercicios, o que su valor de mercado supere los 75.000 millones de euros en el año fiscal inmediatamente anterior.

Además, dicha ley prevé 10 servicios básicos de las plataformas que podrían ser señaladas: motores de búsqueda, redes sociales, plataformas de intercambio de vídeo, sistemas operativos, cloud computing, publicidad, navegadores, asistentes virtuales, servicios de comunicación interpersonal independiente de la numeración —WhatsApp, Telegram— u otros servicios de intermediación.

Aunque quedan apenas 5 meses para que la norma sea ya de aplicación, todavía se desconoce qué plataformas tendrán que atenerse a la misma. Los cambios para multinacionales tecnológicas como Apple, Google, Amazon, Facebook (Meta), Twitter o Microsoft en el Viejo Continente podrían ser sustanciales.

Por ejemplo, la DMA contempla que los usuarios podrán desinstalar las apps preinstaladas, cancelar suscripciones por vías similares a las que se contraten —se acabó poder darse de alta en una web y tener que llamar por teléfono para darse de baja— e incluso permitir la interoperabilidad. WhatsApp podría ser compatible con Telegram o con Facebook Messenger, bajo ese precepto.