El COVID-19 deja de parecerse al resfriado: cómo están cambiando los síntomas con los últimos sublinajes de ómicron

El primero de los sublinajes de ómicron que se impuso a la propagación de la variante más silenciosa del coronavirus hizo del COVID-19 una enfermedad respiratoria más parecida al resfriado común —y más difícil de diferenciar—. Pero los últimos casos de COVID-19 están cada vez más claros. 

A falta de noticias sobre una nueva versión del coronavirus dominante, cabe esperar que los últimos sublinajes de ómicron sean los que estén provocando cambios en el cuadro clínico de la enfermedad del coronavirus. 

De acuerdo con los registros del estudio de más larga data desde que empezó la pandemia, ZOE COVID Study, una investigación en curso que ha registrado síntomas de más de 4 millones de pacientes de todo el mundo, los síntomas son de nuevo más similares a los de la gripe que a los del constipado. 

"Los [sublinajes] BA.4 y la BA.5 no tienen síntomas tan sencillos. Vemos un incremento, aunque es moderado, en la gravedad de los síntomas", coincide en una entrevista con Business Insider España Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

España se enfrenta a una "ola fantasma" de COVID-19 con datos "alarmantes" y un sistema de salud en riesgo de colapso

Los hallazgos ratifican que la congestión nasal sigue siendo uno de los 5 síntomas más frecuentes en el contagio con el COVID-19 —que era la afección que más confundía con el resfriado común—. 

Sin embargo, también han puesto en evidencia que la tos persistente, los dolores musculares y articulares y el dolor en el pecho aparecen cada vez en más paciente, como verás en el gráfico a continuación. Esta última afección había caído en la clasificación de síntomas con BA.2, pero ha vuelto a llamar la atención con la última versión sobre cómo el COVID-19 puede afectar al corazón.

"La gente se queja más. No estamos encontrando tantos casos de personas que estaban asintomáticos y lo pasaban como un resfriado sencillo, sino que estamos ahora en un periodo donde la sintomatología es más similar a una gripe, que es un estado superior en gravedad a un resfriado común", confirma Armenteros.

La siguiente tabla muestra los síntomas más comunes de diferentes sublinajes de ómicron —la versión original de la variante, BA.2 y las últimas BA.4 y BA.5— identificados en el estudio de ZOE COVID. 

Según Armenteros y conforme a los datos publicados por Tim Spector, líder de la investigación de ZOE COVID Study, los pacientes presentan también un mayor número de afecciones a la vez.

"Estamos encontrando más personas sintomáticas y con más duración de los síntomas con estas 2 últimas variantes. Hay más número de síntomas y con una intensidad mayor que los que veíamos en meses anteriores", añade.

Este cuadro clínico es lo que puede haber llevado a muchos de los positivos confirmados a notificar su contagio con el coronavirus y hacer saltar las alarmas con una "ola fantasma" de COVID-19 con datos "alarmantes". Aunque Armenteros señala que, si se sumasen los casos desconocidos, los datos serían aún más preocupantes. 

"Los datos que estamos viendo sólo son en mayores de 60 años, que son los datos que se registran, porque el resto de datos no se están registrando. Si sumásemos estos a los que tenemos, los números sí que serían dramáticos y serían para asustar", advierte.