100 días para las elecciones europeas: cómo funcionan y cuándo se constituirá la nueva Eurocámara y la nueva Comisión

Una campaña llamando al voto en uno de los espacios de la Eurocámara en Bruselas.
Una campaña llamando al voto en uno de los espacios de la Eurocámara en Bruselas.

Parlamento Europeo/Alexis Haulot

  • Este viernes 1 de marzo comienza una cuenta atrás de 100 días hasta el domingo 9 de junio, cuando en España se celebrarán las elecciones europeas.
  • Cómo y a quién se vota, qué papel tiene la Eurocámara en la nueva legislatura y cómo se designa a la nueva Comisión Europea: aquí tienes todas las respuestas.

Quedan solo 100 días para que los 27 Estados miembros de la Unión Europea coloquen las urnas. Las elecciones europeas se celebrarán entre los días 6 y 9 de junio, por lo que el martes 27 de febrero empezó la cuenta atrás de 100 días hasta que las urnas se abran en Países Bajos, y este viernes 1 de marzo comienza para que en países como España suceda lo propio.

De hecho, las instituciones comunitarias ya han lanzado una campaña de comunicación con un eslogan muy contundente: "Usa tu voto".

Aunque parezca un cliché manido, las elecciones europeas de junio serán decisivas. Por primera vez en lustros está en juego el frágil equilibrio político que ha sostenido a las instituciones comunitarias durante los últimos años. El vaticinado ascenso de la extrema derecha podría arrojar un escenario en el que el PP europeo podría decantarse por pactar con ellos en lugar con los socialdemócratas.

Sin embargo, ese es un escenario de política ficción. Lo único cierto es que durante las últimas dos décadas la política comunitaria ha sido previsible precisamente por los grandes acuerdos que populares y socialdemócratas han alcanzado para el reparto de puestos institucionales. Ahora, Europa vota tras una crisis como el coronavirus y tras el estallido de una guerra a sus puertas.

Y lo hace, además, con tractoradas y protestas de los agricultores en varios de los Estados miembros que dirigen su furia precisamente contra las instituciones comunitarias. Hace cuestión de días la Comisión propuso flexibilizar los requisitos medioambientales que el campo debe cumplir para beneficiarse de la PAC, lo que da idea de cómo incide lo que sucede en la UE en muchos sectores.

Las elecciones europeas son cada cinco años, y no cada cuatro, como sucede en España. Por eso puede parecer que la última vez que se votó a los representantes de la Eurocámara fue hace nada. En realidad fue en abril de 2019, en un superdomingo electoral en el que coincidieron municipales y europeas.

Así es por dentro el Parlamento Europeo cuando se reúne en Estrasburgo: un laberinto transparente en el que hay más en juego de lo que pensaba

Los comicios comunitarios también se producen en un año de récord: miles de millones de personas están llamadas al voto en decenas de países, lo que convierte al 2024 en uno de los años con más elecciones de la historia.

Las convocatorias todavía no son oficiales, pero se espera que el jueves 6 de junio vote Países Bajos. El viernes 7 haría lo propio Irlanda, mientras que el sábado 8 llegará el turno de Eslovaquia, Letonia y Malta. En Chequia habrá urnas tanto el viernes como el sábado, y en Italia tanto el sábado 8 como el domingo 9. Los otros 20 países votarán el domingo 9 de junio, como es el caso de España.

El caso es que las dudas pueden ser recurrente. La Unión Europea es un conjunto de instituciones políticas cuyo seguimiento puede ser arduo, pero su incidencia es absoluta en muchos sectores que están marcando tanto el presente como el futuro de la economía de los Veintisiete. Sin ir más lejos, en la legislatura que llega a su fin se han aprobado varias regulaciones tecnológicas cruciales.

Ya se ha contado qué hay en juego, pero ahora es momento de detenerse en cómo funcionan estas elecciones europeas. Ya llegará el momento de seguir los desfiles de debates y candidatos tanto en Bruselas como en Madrid.

Después de votar: cómo y cuándo se conforma el Parlamento Europeo

Uno de los dos hemiciclos del Parlamento Europeo: este es el que corresponde a la sede de Estrasburgo.
Uno de los dos hemiciclos del Parlamento Europeo: este es el que corresponde a la sede de Estrasburgo.

Parlamento Europeo/Mathieu Cugnot

Lo primero es entender qué se está votando. Al igual que en las elecciones a Cortes Generales en España, se votan listas. En el caso de España, todo el país se convierte en una única circunscripción que permite a andaluces votar a partidos vascos o a gallegos votar a partidos localistas castellanos. La posibilidad existe, otra cosa es que, efectivamente, suceda.

Lo que se votan son listas con larguísimas papeletas. Este 2024 serán incluso más largas. Tras la marcha del Reino Unido de la Unión Europea, se aprobó el reparto de eurodiputados salientes, amén de incrementar el número de escaños en los hemiciclos de Estrasburgo y Bruselas, que pasan de 705 en la presente legislatura a 720.

De esta manera, y atendiendo a criterios demográficos, España es, junto a Países Bajos, uno de los estados más beneficiados por el reparto de diputados que antes pertenecían a los británicos. Pasa de 59 escaños a 61, creciendo en dos eurodiputados más.

Por ese motivo, el domingo 9 de junio los electores españoles tendrán que elegir una de las largas papeletas que habrá sobre las mesas de los colegios y depositar de esta forma su voto a algunas de las opciones que se presenten: tanto la campaña nacional como la papeleta tendrá el nombre de la candidatura nacional, por lo que habrá poco margen para equívocos.

Pero, ¿cómo es eso posible? Los partidos españoles pueden pertenecer o no a federaciones de partidos europeos, pero indistintamente, si no quieren caer en el grupo mixto del Parlamento Europeo —el grupo de no inscritos—, tendrán que entenderse con organizaciones del resto de países.

Por eso, las fechas son importantes. El calendario dictamina que los resultados electorales se conocerán en la noche del 9 —indistintamente de si los neerlandeses han votado días antes— y empezarán las negociaciones para constituir el Parlamento Europeo y, de este modo, dar pie a que comience la nueva legislatura.

Los eurodiputados tendrán todo lo que reste de mes de junio y parte de julio para negociar la composición de los nuevos grupos políticos. Tendrán hasta el día 15 de julio, a más tardar, para notificar dicha composición. Las fechas no están del todo cerradas, pero se espera que la sesión de constitución del Parlamento Europeo se produzca entonces, entre el 16 y el 19 de julio.

De esa sesión emanará la Conferencia de Presidentes —un órgano que aglutina a los responsables de cada grupo político—, la Conferencia de Presidentes de Comisiones Parlamentarias, la Conferencia de Presidentes de Delegación —como la Diputación Permanente del Congreso—, además de la Mesa de la Cámara —presidencia y catorce vicepresidencias—.

También se designará a los cuestores, cinco eurodiputados que pertenecen a la Mesa del Parlamento Europeo pero que se encargan de los temas administrativos y económicos de los parlamentarios. Se les designa por votación secreta y se reemplazan a los dos años y medio.

Ahora mismo, el Parlamento se compone de ocho grupos: el popular (PP), el socialdemócrata (PSOE), Renovar Europa (Ciudadanos), Identidad y Democracia (donde está el Frente Nacional de Le Pen), Los Verdes (Esquerra Republicana de Catalunya, el BNG), el grupo de Conservadores y Reformistas (Vox o Hermanos de Italia), el de Izquierda Unitaria (Podemos, IU) y los no inscritos.

En el pasado ya ha habido intentos, por el momento infructuosos, para fusionar dos grupos parlamentarios: Identidad y Democracia y ECR —Conservadores y Reformistas—, pero las diferencias entre ambos grupos de extrema derecha por ahora no han sido superadas. Este verano podría solventarse esta situación.

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Tras la constitución de la Eurocámara llega el momento de elegir a los integrantes de la Comisión Europea

En la noche electoral del 9 de junio los sistemas de la Unión Europea irán ofreciendo resultados parciales, provisionales y finales, así como estimaciones. Todo un minuto a minuto del recuento. Será la tercera vez en la que se pondrá en la práctica el sistema del spinzenkandidaten o cabeza de lista, una fórmula importada de la política alemana que en España ya está implícita.

Hasta 2014, el quién sería presidente o presidenta de la Comisión Europea era toda una incógnita. No del todo, es verdad: las negociaciones previas siempre han existido. Pero en aquel año las elecciones europeas se celebraron con la mente puesta en que cada gran familia política europea tendría un líder pensado para ostentar la presidencia de la Comisión.

Esa es la figura del spinzenkandidaten o cabeza de lista, y es lo que permite que en las elecciones comunitarias ahora también existan debates europeos en los que estos líderes se baten con sus programas mediante. En España también se vota a listas por circunscripción, y salvo que residas en Madrid no sueles votar al candidato a presidente o presidenta del Gobierno.

Pero en España todo el mundo sabe quién es el spinzenkandidat de su partido.

Aunque la Unión Europea te suene algo lejana, este 2024 será el gran año electoral en el que hay mucho más en juego de lo que parece

Por eso, una vez se reparta el juego de mayorías en el Parlamento Europeo, se podrá intuir cómo se confeccionará la Comisión. Eso sí, la decisión emana en realidad del Consejo Europeo, el órgano que aglutina a los representantes gubernamentales de los Veintisiete, y será labor de la Eurocámara ratificar esa decisión.

Se espera que con el Parlamento Europeo ya constituido desde mediados de julio, sea a mediados de septiembre cuando los eurodiputados ratifiquen la decisión de los Veintisiete, que se deberá atener a los resultados electorales. El nombramiento del presidente o presidenta de la Comisión Europea deberá contar con un respaldo absoluto, es decir, más de la mitad de los 720 eurodiputados.

Será en ese momento, cuando ya haya presidente o presidenta de la Comisión, cuando esta persona se encargará de elegir a su Colegio de Comisarios. Serán 27, uno por cada Estado miembro, y el presidente del Ejecutivo comunitario tendrá que negociar y hablar con los países de la Unión para conformar su equipo.

En resumidas cuentas, el Consejo pondrá los nombres sobre la mesa y el presidente o presidenta de la Comisión se encargará de repartir juego, distribuir las carteras —análogas a los ministerios de un gobierno— y orientar políticas. Por esa razón, el nombramiento de la Comisión Europea al completo podría demorarse hasta octubre o noviembre de este año.

Será entonces cuando los comisarios tendrán que sentarse en las comisiones parlamentarias de la Eurocámara que le competan por los temas que lleve en cartera para anunciar cuáles serán sus prioridades políticas. Las comisiones parlamentarias de la Eurocámara, por su parte, se habrán conformado ya en la sesión de constitución de julio.

Por esta razón, aunque se vote en junio, la legislatura en sí misma no echará a andar hasta finales de año. Lo que suceda después ya es una incógnita: no se volverá a votar hasta 2029 y Europa tiene cada vez más grandes desafíos que abordar.

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